¿Qué va a hacer con todo esto?

Que fue un año malo. Que los políticos no gestionaron bien las cosas. Que todo está parado.... Uy, uy, uy, que parece que usted no fue el protagonista de su vida.

Sí, se acaba el año. A partir de ahora, todo lo que lea será como un epitafio. Nos regodearemos en el lodo de lo que nos pasó en este 2020. Que la pandemia, las mascarillas, la “nueva” normalidad (déjeme decirle que, en publicidad, un artículo se considera “nuevo” por seis meses. Luego, ya está en el mercado... así que esta es la normalidad. Punto). Que sí, que hubo momentos oscuros, desesperantes, terribles, angustiantes, feroces. Que sí. Que los hubo. Y, ahora ¿qué? ¿Qué va a hacer con todo esto que vivió?

Y por ahí va esto, hoy. ¿Qué va a hacer con todo esto? ¿Cómo lo va a procesar? Como siempre le digo, coja lápiz y papel; busque un espacio tranquilo. La casa a las 5 AM, parece una disco de día. El baño de su casa, a las 12 de la noche, también. Búsquese un espacio seguro, tranquilo. Y si no lo encuentra, ahí tiene la primera tarea, hágaselo. Todos necesitamos un refugio vital. Un espacio al que poder ir para estar con nosotros mismos. Sensación in utero. Este año se lo recordé mucho. Silencio, calma, claridad mental.

Pero no nos escapemos. Estamos en qué va a hacer con todo esto que vivió. ¿Qué aprendió de todo esto? ¿Qué funcionó en su vida? ¿Cuáles son las cosas que puede cambiar para sentirse más en paz con usted mismo? El 2020 es solo un espacio temporal de tiempo, ¡ni siquiera existe!, es solo una medida creada hace años. Es cultural y parcial. No es absoluta. Es solo una medida. Así que no se escude en eso. Haga su lista, a conciencia, con aquellas cosas que no están funcionando en su vida. ¿Es la pareja, la casa, su relación con sus hijos? ¿Es el trabajo? Y escriba por qué no le encaja cómo están yendo las cosas. También piense de qué maneras usted puede modificarlas para estar en paz con su alma.

Ahora, haga una lista de lo que va a modificar. Pero no es una whishlist, es una To Do list. Es decir, no se trata de deseos, sino una lista de hechos que sucederán. Y hágalos con objetivos SMART. Ya sabe, objetivos específicos, medibles, alcanzables, relevantes y temporales. Por supuesto, pida ayuda si se siente perdido. Hay miles de profesionales que pueden guiarlo.

Y si le gusta tanto eso de echarle la culpa algo tan intangible y cultural como “un año”, que el 2020 sea recordado como el año en que despertó, se conoció, se reencontró y se sintió orgulloso de usted. No de lo que hayan hecho los demás. Usted, vos, tú... como quiera llamarse. Que la fragilidad de la vida, las costumbres, la cultura, el “es lo que hay”, sirva como despertador. Y feliz nuevo capítulo en su vida.