Cuidar la salud de los animales también dentro de casa

El sedentarismo al que nos obliga el confinamiento casero es difícil también para nuestros animales de compañía. Ellos también pueden hacer ejercicio, jugar y liberar el estrés

El confinamiento al que nos vemos obligados durante estas largas semanas no tiene por qué ser sinónimo, si tenemos la suficiente fuerza de voluntad, al sedentarismo, un mal muy peligroso para el cuerpo y la mente. Todos tenemos la posibilidad de realizar ejercicio en casa, incluso en espacios reducidos y, además, ahora contamos con el apoyo de miles de videos en la red y con la posibilidad de asistir a clases online. Así que opciones existen para generar endorfinas, desperezar al cuerpo durante este difícil periodo y animar el alma.

Igual puede pasarle a nuestro animal de compañía. Es cierto que hay especies -gatos, conejos, hurones- más hechas a estar en casa e incluso a moverse libremente por ella y quizás no acusen el cambio. Pero pensemos en la mascota favorita en muchos hogares españoles: el perro. Los canes necesitan espacio y libertad, más allá de que deben hacer sus necesidades en el exterior. Y a ellos, como a nosotros, se les puede hacer también muy cuesta arriba estar todo el rato en casa.

Por suerte, el Gobierno estuvo atento a los derechos de los animales permitiendo los paseos diarios habituales a la mascota. Y esa es la primera garantía para su salud -y de paso, la de sus dueños-. No se trata de estar todo el día en la calle ni irse a cinco kilómetros de distancia, pero sí de dar algún pequeño paseo diario por los alrededores de casa que permita al animal airearse, mover las piernas, liberar energía y tener un mínimo contacto con la naturaleza, aunque sea en el césped de enfrente.

Las personas que tengan una casa con jardín tienen casi el problema resuelto. Pero quienes vivan en un piso también cuentan con soluciones. No vamos a poner al perro a hacer flexiones ni yoga, pero sí tenemos a nuestro alcance varias opciones incluso en domicilios pequeños.

Seguramente, a nuestro perro no le valdrá con su pequeño paseíllo y sus visitas al pipican y demandará más actividad. Para proporcionársela, el secreto está en realizar lo mismo que haríamos en el exterior, solo que indoor. Desde lanzarle un juguete para que corra a por él hasta hacerle saltar por medio de un señuelo, pugnar con él por un objeto o pelear amistosamente con el animal; el caso es que haga ejercicio y suelte el estrés provocado por el confinamiento. Deberemos, eso sí, buscar un lugar apropiado para realizar la actividad lúdica y casi de ejercicio para la mascota, como puede ser un pasillo, teniendo cuidado de siempre de no dañar ni el mobiliario ni a él ni a nosotros mismos.

La alimentación debe ser la misma de siempre, aunque procurando que las cantidades no sean exageradas, algo que quizás el propio animal demande al haber gastado menos energía a lo largo del día. Si tenemos terraza o una ventana por la que entre el sol es importante para ellos no sólo sentir el aire, sino nutrirse de vitamina D; y si surge algún problema de salud con nuestra mascota o se necesita comprar comida o un medicamento, los veterinarios están abiertos y podemos acudir a ellos cuando sea pertinente.