España desaprovecha el alto nivel de ensayos clínicos oncológicos

El país se encuentra en la segunda posición del ranking de inversión clínica, por detrás de Estados Unidos. A pesar del potencial investigador, autoriza pocos medicamentos innovadores.

La innovación oncológica se encuentra en un momento de revolución. La inteligencia artificial o la medicina personalizada son solo una muestra de los últimos avances en este campo. España es el segundo país a nivel mundial en atraer inversión para ensayos clínicos, solo por detrás de Estados Unidos. Sin embargo, el potencial investigador no concuerda con los retrasos existentes a nivel de financiación de las novedades oncológicas.

“Hoy en día existe una inequidad en el acceso a la innovación terapéutica a nivel mundial”, afirma el Vicepresidente de Oncohematología de GSK España, Eloy Gómez. Además, en el caso de España esta se traslada también a las comunidades autónomas y es que, según dónde vivas puedes tener acceso o no a un tratamiento. A este hecho, hay que sumar un segundo elemento: la inversión por parte de las autoridades sanitarias. La innovación oncológica necesita fondos para Investigación y Desarrollo. “Si no hay inversión, el futuro me parece incierto ya que cada vez los tratamientos frente al cáncer serán mucho más caros”, recalca la jefa de Servicio de Oncología Radioterápica de MD Anderson Cancer Center Madrid, Natalia Carballo.

Marisol Soengas, presidenta de la Asociación Española de Investigación sobre el cáncer (Aseica), ha insistido en la importancia de considerar la innovación como una inversión y no como un gasto. “Pedimos doblar la inversión en I+D para pasar del 1,2% a un 2,4% de la media europea. Llevar un producto propio al mercado es muy complejo y tiene un coste muy que ronda los 1.000 y 2.000 millones de euros. Desde la ciencia podemos contribuir a la generación de propiedad intelectual que llega en forma de spin-off o de startUp”.

El Ministerio de Sanidad trabaja en implementar la medicina personalizada y de precisión, para la cual se ha invertido un total de 44 millones de euros, según Juan Fernando Muñoz, secretario general de Salud Digital, Información e Innovación del Ministerio de Sanidad. A ello hay que sumarle un gran esfuerzo inversor en equipos diagnósticos y terapéuticos para las enfermedades oncológicas a través del Plan Inveat, financiado con fondos europeos en más de 746 millones de euros.

En 2022 España aprobó el 58% de los medicamentos autorizados por parte de la Agencia Europea del Medicamento, según la última actualización del Informe WAIT. Se han autorizado un 5% más respecto a 2021, sin embargo las aprobaciones del país siguen estando por debajo de las realizadas por potencias europeas como Francia o Italia que dan luz verde a entorno el 80% de las nuevas terapias. “El acceso de nuevos medicamentos a España es complicado. Creo que debe haber una negociación entre las autoridades y la industria”, indica la directora general de BeiGene en España, Cristina García. En cuanto al tiempo que tardan en acceder al mercado español, los tratamiento tardan más de 600 días.

Como se decía al comienzo, España cuenta con una “legislación favorable” para el desarrollo de ensayos clínicos. No obstante, “no es igual de positiva para que la innovación llegue y se materialice”, indica el Vicepresidente de Oncohematología de GSK. España se encuentra en el segundo puesto del ranking de “reclutamiento de pacientes”, por detrás de Estados Unidos. El hecho de que las compañías farmacéuticas realicen ensayos clínicos en España presenta una serie de beneficios para los españoles. El más importante es que pueden participar y acceder al tratamiento desde la fase I de investigación, en vez de tener que esperar a que se apruebe y se financie en el país. Cabe recordar que en 2022 se diagnosticaron alrededor de 290.000 casos nuevos de cáncer en España.

En cuanto al tipo de tecnologías que protagonizan el escenario actual, la medicina personalizada tiene un papel importante. “Hace unos años, si había cinco pacientes con cáncer de pulmón los trataba con el mismo tratamiento, pero luego en cada uno de ellos aparecían resultados diferentes”, afirma Natalia Carballo. “Ahora con la medicina personalizada podemos conocer las características de cada uno de ellos y apuntar más en la terapia”, añade. Además, la Inteligencia Artificial está teniendo un papel importante en la investigación. Esta ya está aplicándose para diagnosticar tumores. Ayuda a encontrar las dianas terapéuticas, es decir, a ver qué moléculas funcionan y pueden llegar a convertirse en un tratamiento para el cáncer y cuáles no.