La continuidad en la asistencia reduce la factura sanitaria

Un nuevo estudio destaca el impacto de la continuidad asistencial en el ahorro de costes ligados a mayor eficiencia y diagnóstico precoz en la sanidad, pública y privada.

El informe Continuidad asistencial y paciente único de la consultora Accenture recomienda integrar la atención a los pacientes, sin puntos de ruptura, como estrategia para ahorrar costes innecesarios. Solo en cáncer de mama, se conseguiría incrementar en un 20% el diagnóstico temprano, con los consiguientes ahorros en complicaciones y aportando mejores resultados.

La continuidad asistencial es un conjunto de procesos integrados para ofrecer al paciente atención sanitaria coordinada al margen de que este acuda al sistema público o privado.

Juan Abarca, presidente del Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (Fundación IDIS), que ha encargado la elaboración del documento, ha declarado que establecer la continuidad asistencial es imprescindible por su impacto en la libertad de los pacientes a transitar el sistema de una forma libre buscando los mejores resultados.

Considera que, promoviendo la continuidad asistencial “conseguiríamos reducir la presión asistencial del sistema público, evitaríamos redundancias y facilitaríamos la tarea de los facultativos, mejorando sin duda la experiencia del paciente, así como los resultados sanitarios y de salud”.

Para alcanzar este objetivo, destaca que es necesario contar con herramientas de interoperabilidad y propuestas de cambio que permitan llegar a la continuidad asistencial e impulsar la cooperación entre la sanidad pública y privada, “para promover un modelo sanitario y sociosanitario más sostenible, sinérgico y eficiente”.

En la parte del informe que recaba las opiniones de ciudadanos y profesionales sanitarios se ha registrado que un 70,2% de la población considera “fundamental” impulsar la cooperación entre la sanidad privada y la sanidad pública para promover un modelo sanitario y sociosanitario más sostenible.

Asimismo, un 85% de los encuestados consideran positivo recibir tratamiento o hacerse pruebas en la sanidad pública y privada y que todos los datos puedan ser reconocidos y evaluados por el profesional sanitario que les atienda en cada momento.

Los profesionales, por su parte, consideran que para que exista la continuidad asistencial se hace preciso ubicar al paciente como eje vertebrador, siendo el sistema el que debe adaptarse al paciente y no al revés. Es necesario establecer sinergias entre niveles, romper las barreras territoriales y normalizar el sector privado como una parte del sistema sanitario.

En la presentación del documento Marta Villanueva, directora general de la Fundación IDIS, ha explicado que “junto a las valoraciones de pacientes y profesionales, se ha llevado a cabo un estudio para analizar cuál es el viaje del paciente con cáncer de mama”. El objetivo de esta parte del documento es determinar cuáles son los puntos de ruptura que pueden presentarse en el proceso asistencial, con el fin de buscar soluciones y analizar qué impacto tendría mitigar esos problemas en el paciente, en el profesional sanitario y en el sistema.

Los autores del informe han identificado seis puntos de ruptura en la atención sanitaria. Algunos se comparten en el sistema público, en el sistema privado o se presentan al cambiar de uno a otro.

En primer lugar, señalan la falta de programas de prevención integrados. Otro de los obstáculos es la pérdida de trazabilidad de la información, con dificultades en el proceso de realizar pruebas diagnósticas, biopsias y confirmación de diagnósticos. Añaden la falta de protocolos homogéneos y armonización de las estructuras de apoyo, la duplicidad de citas y de pruebas y la falta de acceso a tratamientos innovadores.

En el mismo acto Elena Díez, paciente con cáncer de mama, ha relatado su experiencia durante el tratamiento y su vivencia de la falta de continuidad asistencial como paciente. Ha hecho hincapié en la necesidad de que exista comunicación entre sistemas y de que se considere al paciente como un continuo, pensando de verdad en él durante su viaje.