La cita más importante de la oncología llega con nuevas advertencias

La cita más importante de la oncología a nivel global se celebra en los primeros días de junio. Si bien toda la información suele guardarse bajo llave, esta publicación vuelve a adelantarse y ofrecer algunos detalles de lo que se vivirá en los días venideros. Habrá muchos datos de nuevos tratamientos que mejorarán en unos años la terapéutica actual, pero una vez más, los científicos y médicos más reputados del mundo pondrán el foco en la prevención y el estilo de vida como mejores defensas para evitar contraer un cáncer.

Si hasta hace bien poco el foco estaba puesto en el tabaco y en los fumadores, ahora los oncólogos abren el abanico de causas que están detrás de los tumores. No es que este hábito haya quedado amnistiado, ni mucho menos, pero ha aparecido otro que tiene la misma relevancia (puede que incluso más según ciertas opiniones) que la sobredosis de nicotina. Ahora, la obesidad, incluso el sobrepeso, es una de las principales causas de padecer un cáncer, según los propios oncólogos.

Pero esta noticia no es la primera vez que la escucha un servidor. Recuerdo hace unos meses una jornada que tuve el placer de moderar en las instalaciones de la MD Anderson en Madrid. Versaban sobre salud masculina en general, pero evidentemente el cáncer de próstata, de colon, de pulmón y de testículo se llevaron el protagonismo. Fue entonces cuando uno de los ponentes, que me perdone por no ser capaz de poner en pie su nombre, dijo algo que me sorprendió mucho y que trataré de trasladarles ahora de la mejor forma posible.

Hablaba sobre las inflamaciones que sufrimos prácticamente a diario y que provocan la regeneración de células. Decía que el cáncer no era más que un fallo en esa generación y que, por tanto, todos estábamos expuestos en mayor o menor medida. Recuerdo que al igual que el humo del tabaco penetraba en los pulmones y causaba inflamaciones, como lo puede hacer una herida en la mano, también aseguró que las personas con sobrepeso o obesidad tenían más inflamaciones que personas en su peso adecuado. Es decir, tenían más papeletas de que una de esas regeneraciones celulares saliese mal y sufriera un tumor.

Al final, el cáncer no es más que un fallo del propio organismo que puede producirse en cualquier momento. Es cuestión de (mala) suerte, pero evidentemente hay quienes juegan con más papeletas y otros que evitan incluso pasar por delante de la tómbola. Por eso los oncólogos, conscientes de que los estilos de vida saludables juegan muy a favor de la prevención de la enfermedad, cada vez tratan de hacer mayor pedagogía sobre los mismos.