Los mayores se abonan a la tecnología para cumplir con sus tratamientos

La mitad de los pacientes no se toman los medicamentos de manera adecuada debido a tres ‘barreras’: el olvido, principalmente, la falta de comprensión sobre la enfermedad o el tratamiento, y el miedo.

Cada día se vive más y mejor y la culpa de esto la tienen los avances científicos y los medicamentos que han incrementado la esperanza de vida. Uno de cada dos pacientes, sobre todo ancianos y polimedicados, no se toman la medicación correctamente. Esto provoca alrededor de 30.000 muertes al año en España y un gasto sanitario de millones de euros. Afortunadamente, la solución está literalmente en la palma de la mano y es que alrededor de este problema están surgiendo diferentes tipos de tecnologías, por ejemplo aplicaciones o llamadas automatizadas, que aumentan la adherencia y eficacia de los medicamentos al menos un 50%.

A medida que se cumplen años, la toma de medicamentos comienza a ser más frecuente ya sea para aliviar molestias, curar enfermedades o paliar dolores puntuales. No obstante, la mitad de las personas que padecen una patología no cumplen con el tratamiento adecuadamente debido a tres barreras. La principal es el olvido que provoca el 50% de los casos. “El paciente que tiene dudas y se le olvida a lo mejor la medicación que le tocaba por la mañana se la toma por la noche alterando la toma”, afirma la coordinadora de la plataforma tecnológica Nodofarma Asistencial del Consejo General de Colegios Farmacéuticos, Tamara Peiró.

Otro de los muros es la falta de compresión sobre la enfermedad o el tratamiento, es decir, que la persona no tenga claro cómo debe tomarse la medicación o el proceso que tiene que seguir. Por último, se encuentra la valla de las percepciones incorrectas sobre la terapia y el miedo, sobre todo a dependencias y efectos secundarios. Cabe destacar, que puede actuar más de una barrera a la vez.

Con el objetivo de hacer desaparecer, o al menos reducir, estos muros, ha surgido un mercado en el que compañías e incluso organismos como el CGCOF desarrollan diferentes tipos de tecnologías como la de Médizin Health, una startup que ayuda a los pacientes a mejorar su adherencia terapéutica a través de llamadas automatizadas. “Nos comunicamos con los pacientes a través una llamada telefónica automática que realiza un asistente virtual”, afirman los fundadores de la empresa Ignacio Pérez y José Félix Porras. Muchos de los pacientes se toman los medicamentos por duplicado, se les olvidan varios días y luego se los toman en una tacada o no se los toman a la hora que deben. De hecho, el uso correcto de las tecnologías de recuerdo de medicación reducirían al 100% la falta de adherencia por olvido. En el sistema de Médizin Health hay dados de alta cerca de 10.000 pacientes y están presentes en ocho comunidades autónomas.

Su uso, ya sea más innovadora o más tradicional, aumenta la efectividad del tratamiento porque se está tomando tal y como corresponde. “La adherencia al tratamiento está muy ligada a la efectividad porque hace que al tomar correctamente el tratamiento, la patología para la que está prescrita este fármaco se controle”, explica Tamara Peiró.

Estas tecnologías no están dirigidas a un solo tipo de paciente. No obstante, el perfil más común que las utiliza son las personas de mediana edad, entre los 40 y 70 años; ya sea directa o indirectamente a través de sus familiares. Las usan, sobre todo, para el recuerdo de la toma de medicamentos como la vitamina D, que se toma cada 15 días o cada mes, es decir, fármacos que tienen una posología diversa y se les puede olvidar tomárselos. “Son fármacos de pauta no diaria, porque al final un medicamento que te tomas todos los días lo interiorizas, pero uno de pauta semanal, mensual o días alternos no”, explican los fundadores de Médizin Health. También suelen utilizarse para los parches de dolor o anticonceptivos, entre otros.

No obstante, no todo es de color de rosa y este tipo de tecnologías también se enfrentan a diversos problemas. En primer lugar, la brecha digital existente debido a que los pacientes muy mayores no están habituados a las nuevas tecnologías e Internet y “no tienen un buen manejo de ellas”, afirma la coordinadora de Nodofarma. El otro inconveniente que existe normalmente es la desconexión a la red de la España Vaciada. No obstante, muchas compañías y sus productos, como Médizin Health, están siendo capaces de romper esta brecha y llegar dónde la sanidad escasea. “Trabajamos con muchas farmacias de entorno rural ya que hay muchos pueblos españoles en los que solamente existen como elemento relacionado con la salud las boticas, es decir, no hay ni siquiera centro médico ni nada por el estilo”, afirman Pérez y Porras.

Respecto a las aportaciones que puede tener para el sistema sanitario, estas reducen el gasto sanitario. “Cuando tienes beneficios para el paciente y a nivel de farmacia, indirectamente, siempre va a tener beneficios hacia el Sistema Nacional de salud porque estás haciendo qué el tratamiento realmente se utiliza tal y como está prescrito lo que supone un ahorro”, indica Peiró.

Por otro lado, reduce la presión asistencial disminuyendo las consultas a urgencias y la atención primaria ya que un alto porcentaje de ellas son debido a una mala utilización de la medicación. “La presión sanitaria que tienen ahora mismo las urgencias, un alto porcentaje son por olvidos de tomarse la medicación”, subrayan los fundadores de Médizin Health.

Las farmacéuticas están empezando a contactar a las compañías que desarrollan este tipo de tecnologías para introducir este servicio y asociarlo a algunos de sus medicamentos. Para los laboratorios, hay determinados fármacos en los que la adherencia es fundamental y les interesa que este posea un buen nivel.

Las compañías y el consejo farmacéutico están preparados tecnológicamente, pero ¿lo está el sistema sanitario? Los expertos recalcan que introducir estos productos es complicado. “Es muy complejo, sobre todo, por el hecho de que la sanidad esté transferida a las comunidades que hace que cada sistema sanitario sea diferente e incluso las farmacias ya que, por ejemplo, algunas tienen acceso a toda la medicación de los pacientes y otras no”, recalcan Ignacio Pérez y José Félix Porras. “Hay más barreras burocráticas y administrativas que tecnológicas”, añade los fundadores de Médizin.