Dos de cada diez españoles presentan problemas de erección
Los estudios indican que en España existe un 19% de varones entre los 25 y 70 años de edad, es decir, dos millones de hombres que presenta disfunción eréctil ya sea de origen orgánico, psicológico o mixto
La disfunción eréctil acompaña a dos de cada diez hombres entre 25 y 70 años en España. En total, dos millones de varones. Además, en los pacientes menores de 45 años los casos se han incrementado un 15% en la última década. Se trata de una patología que cuenta con una multitud de tratamientos, desde la tradicional viagra hasta las prótesis de pene. Sin embargo, hace tiempo que los urólogos y andrólogos no ven un nuevo tratamiento en el mercado.
La disfunción eréctil se define como la incapacidad para conseguir o mantener una erección firme durante las relaciones sexuales. Actualmente, los casos están aumentado. Los profesionales lo asocian, principalmente, a que hay un mayor interés por la salud por parte de la sociedad y eso hace que se incrementen las consultas. “Los varones consultan más, les importa y quieren ponerle un arreglo”, afirma el urólogo del Hospital 12 de Octubre (Madrid), Manuel Alonso.
Además, la esperanza de vida cada vez es mayor por lo que las personas viven más lo que hace que en algún momento de la vida la calidad de su erección empeore. El Coronavirus también ha contribuido a que crezcan los casos. “La pandemia ha aumentado el estrés psicológico en muchos pacientes porque se han quedado sin trabajo, por ejemplo, y eso ha afectado a su capacidad sexual desde el punto de vista psicológico”, explica el doctor Alonso. Además, a nivel orgánico, el virus ataca el endotelio y el órgano que tiene más del cuerpo humano es el pene. También disminuye la producción de testosterona que hace que la capacidad sexual sea menor. También altera la coagulación e incluso puede llevar a erecciones mantenidas que acaban deteriorando también la función eréctil.
La disfunción puede tener dos orígenes distintos, o ambos a la vez. La presencia de enfermedades como la hipertensión, la diabetes, los niveles altos de colesterol, las enfermedades cardiovasculares y neuronales (Alzheimer, Esclerosis Múltiple, etc.) son las causas de una disfunción eréctil orgánica. “Estas pueden llevar a una degeneración de los vasos sanguíneos del pene, lo que ocasiona una restricción del ingreso de sangre por las arterias y también la pérdida de sangre por las venas durante la erección”, explica el director del LYX Instituto de Urología, el doctor Martínez Salamanca. Entre el 38 y 42% de los varones con hipertensión manifiestan algún tipo de disfunción eréctil, el 42% de los hombres con niveles altos de colesterol y el 52,5% de los varones con diabetes.
El otro origen es el psicológico que suele estar presente en el 30% o 40% de los pacientes y es el que más influye, sobre todo en los jóvenes. Está causada por la ansiedad, culpa, falta de confianza, depresión o conflicto sobre cuestiones sexuales. “Se genera cierta ansiedad anticipatoria debido a la comparación con la pornografía y toda la exposición en redes sociales”, explica el doctor Manuel Alonso. “Hay cierta presión en los varones en cuanto al tiempo de duración, que tienen que tener un pene de ciertas características y que tienen que hacerlo de cierta manera y esto les genera mucha inseguridad”, añade.
De igual importancia, ciertos medicamentos ocasionan disfunción eréctil como efecto adverso. Dentro del catálogo destacan los antihipertensivos, antidepresivos, metabloqueantes y diuréticos, entre otros. Se trata de fármacos que a día de hoy se ve constantemente debido al aumento de las enfermedades psicológicas. “Muchas veces se puede solucionar con algo tan sencillo como cambiar la medicación a otra que tenga menos efectos secundarios”, recalca el urólogo del Hospital HLA Universitario Moncloa, Fermín Rodríguez de Betancourt.
El perfil de varón que acude con más frecuencia a la consulta, es un paciente de mediana edad, en torno a los 40 y 50 años el cual empieza a tener un síndrome metabólico, toma medicamentos hipertensivos y tiene problema en su vida tanto personal como laboral. En resumen, son hombres que son proclives a tener el catálogo de causas anterior.
En cuanto a los tratamientos para curar la disfunción eréctil existe un armamento enorme. Hay diferentes tipos de medicación oral cuyo objetivo es mejorar el flujo sanguíneo que circula hacia el pene. En este grupo se encuentra la viagra (1995), la cual no está financiada por la Seguridad Social, y existen cuatro tipos. Sin embargo, uno de los problemas que acompaña a esta patología es que hace mucho tiempo que no se saca un nuevo fármaco al mercado ya sea porque los resultados no son más significativos que el de las terapias aprobadas o comercializadas; o porque no han aparecido nuevas moléculas que investigar.
“Cuesta desarrollar medicamentos, cada vez es más caro y eso se ha visto reflejado en la disfunción eréctil”, afirma el urólogo del Hospital 12 de Octubre. Los profesionales explican que este tipo de fármacos los pagan los pacientes y casi todos han perdido las patentes por lo que es rentable para las compañías farmacéuticas sacar un fármaco para la disfunción. “Sin embargo, llega un momento en el que se agotan las líneas de investigación y generar una nueva línea sigue siendo muy caro”, explica el doctor Manuel Alonso. “Los urólogos y andrólogos hace tiempo que no vemos un fármaco nuevo en comercialización e investigar sale muy rentable porque hay muchos varones afectados con esta y cada vez hay más”, añade.
Por otro lado, se encuentran los tratamientos a base de inyecciones “en los que se utiliza una aguja pequeña para inyectar medicamentos directamente dentro del pene”, explica el director del Instituto de Urología. No obstante, se trata de una terapia “muy antigua” que surgió entre 1940 y 1950. Después se encuentran los dispositivos como las ondas de choque y los dispositivos de vacío.
Por último, en pacientes en los que ninguno de los tratamientos anteriores funciona, se pasa a la implantación de una prótesis de pene por intervención quirúrgica “que resulta muy eficaz y funciona adecuadamente”, recalca Fermín Rodríguez de Betancourt. El origen de las prótesis de pene se remonta a 1973 y desde entonces se han puesto multitud de prótesis en España. Existen diferentes tipos en el catálogo: las hay maleables, que se doblan y el pene siempre está estirado y lo puede poner en la posición que quiera; y las hay inflables que se hinchan con suero del depósito.
A pesar de que no salgan fármacos al mercado, se está llevando a cabo la investigación de tratamientos innovadores para la disfunción eréctil. En primer lugar, se está investigando en terapia génica. Esta busca sustituir el gen que no funciona bien. “En este tratamiento se pusieron muchas expectativas, pero hasta la fecha los ensayos experimentales que han dado resultados buenos no han podido ser trasladados a la práctica clínica, con lo cual es un tratamiento del futuro, no de hoy”, explica el doctor de HLA Moncloa. Después se encuentran los tratamientos regenerativos, que se están aplicando mediante la inyección en el pene con células madre o tratamientos con plasma rico en plaquetas. Por otro lado, se están investigando nuevos componentes de las inyecciones, como, por ejemplo, el bótox “que parece que inyectado en el pene tiene resultados prometedores”, afirma el doctor Alonso. Las líneas de investigación más recientes buscan la reparación celular de la disfunción eréctil.
Aunque la disfunción eréctil pueda tratarse de un trastorno transitorio, es importante acudir a un especialista para evitar que se convierta en un proceso crónico. A día de hoy, prácticamente, los urólogos afirman que cualquier varón puede ver restituida su capacidad de erección “por una vía o por otra con mayor agresividad”.