Janssen descubre una terapia que evitará transplantes

La terapia con ibrutinib consigue resultados parecidos o superiores al trasplante de células progenitoras en pacientes jóvenes con linfoma de células del manto.

El comité científico responsable del último encuentro anual de la Sociedad Americana de Hematología (ASH, por sus siglas en inglés) ha destacado varios trabajos de investigación que proponen reducir la intensidad de los tratamientos de varios tipos de cáncer de la sangre sin perder eficacia y evitando efectos secundarios de las terapias o intervenciones. Entre ellos, la organización ha dicho que incorporar el medicamento ibrutinib en primera línea del linfoma de células del manto va camino de cambiar la práctica clínica y evitar a ese grupo de pacientes la necesidad de someterse a trasplante de células progenitoras.

El linfoma de células del manto es un tipo de cáncer de la categoría de linfomas no Hodgkin de células B que se caracteriza por la presentación de células cancerosas que pueden aparecer en los ganglios linfáticos, la médula espinal, la sangre y el sistema gastrointestinal. Lo que se ha visto en el congreso de ASH es que si se utiliza como terapia de primera línea, ibrutinib tiene resultados similares, e incluso superiores, al tratamiento estándar actual, que consiste en inmunoquimioterapia más trasplante de células progenitoras. Este tipo de trasplante es un procedimiento que se emplea en casos de tumores malignos, entre otras dolencias. Comúnmente se conoce como trasplante de médula, porque las células que se emplean se obtenían de la médula ósea.

Martin Dreyling, responsable de presentar los resultados de este estudio en Nueva Orleans (Estados Unidos) durante el encuentro, ha dicho que “el tratamiento estándar es cosa del pasado”, y ha previsto que los futuros análisis de los datos obtenidos van a permitir saber dentro de poco si sería posible incluso evitar la quimioterapia. Este experto, que desarrolla su trabajo en el Hospital Universitario LMU de Munich (Alemania) es parte de un consorcio de investigación en el que han participado médicos de diversos países europeos.

En sus palabras, no ha sido fácil coordinar el trabajo: “Es Europa, por cada cinco médicos tienes al menos diez opiniones diferentes”. No obstante, también se ha declarado muy satisfecho con los resultados del trabajo y ha insistido en que las observaciones se han consolidado con el estudio en una horquilla de tiempo de tres años. Otros participantes incluyen especialistas holandeses, suizos, daneses, polacos, suizos, belgas, italianos y españoles del Hospital Clínico de Barcelona, el Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer (IDIBAPS), el Centro de Investigación Biomédica en Red (CIBERONC) y el Grupo Español de Linfomas (GELTAMO) de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH).

Otro de los estudios que indagan en la posibilidad de tratar menos con iguales resultados en salud es el de Mikkael Sekeres y sus colaboradores de la Universidad de Miami. El experto ha declarado durante su intervención que los investigadores tienen como obligación cuestionarse los estándares de tratamiento para seguir mejorándolos. Así, se han presentado datos sobre la posibilidad de evitar los tratamientos con fármacos esteroides, algo habitual después de que una persona haya completado el tratamiento del cáncer. De momento la estrategia estaría limitada a niños que han superado la leucemia linfoblástica aguda y a personas con linfoma linfoblástico. En ambos casos, las células cancerosas son linfocitos (células del sistema inmunológico), que se multiplican de forma descontrolada y pueden desplazarse a diversas partes del cuerpo.

Entre otras comunicaciones destacadas, el comité de ASH también ha seleccionado un análisis según el cual para los pacientes con leucemia mieloide aguda que han recaído (leucemia mieloide refractaria, en jerga médica) no es necesario pasar por quimioterapia intensiva antes de someterse al trasplante de médula. Muchas de estas personas podrían someterse al trasplante directamente sin el curso de quimioterapia, de acuerdo con este trabajo.

En el apartado de trabajos sobre calidad de vida se han dado a conocer datos que descartan que sea necesario que las personas que van a pasar por un trasplante tengan que limitarse a comer alimentos muy cocinados. Esta pauta dietética se suele recomendar como forma de evitar infecciones bacterianas, pero un equipo de investigación ha cuestionado con sus datos que esta estrategia resulte útil.

“Tomados en su conjunto, estos estudios ofrecen oportunidades para reducir la intensidad de los tratamientos, el dolor que pueden acarrear y sus efectos secundarios para muchos pacientes”, ha dicho la organización.

Por la parte de la participación española, Olga Salamero, del Hospital Vall d’Hebrón ha presentado los datos finales del ensayo ALICE, que investiga iadademstat en combinación con azacitidina en pacientes con leucemia mieloide aguda (LMA) ancianos o no elegibles para quimioterapia intensiva. La combinación mostró una tasa de respuesta objetiva del 81% (22 de 27 pacientes evaluables); de estos, el 64% fueron remisiones completas y el 36% remisiones parciales. La respuesta histórica en la población de LMA anciana o no elegible tratada con azacitidina sola es del 28%. Las respuestas fueron profundas y duraderas: el 71% de los pacientes CR/CRi alcanzó la independencia de transfusiones y el 82% de las muestras evaluadas presentaron enfermedad residual negativa, así como rápidas (a los dos meses).

La unión de los fármacos a la diana se traduce en una mayor calidad de las respuestas sin comprometer la seguridad, y la media de supervivencia fue de más de 1 año (con tasas de supervivencia del 50% y 42% después de 12 y 18 meses, respectivamente).

Es de destacar que se observaron respuestas en pacientes con LMA con una amplia variedad de mutaciones, lo que sugiere una amplia población de posibles pacientes que podrían beneficiarse de este tratamiento.

Carlos Buesa, CEO de Oryzon, ha declarado: “Estos resultados finales confirman una fuerte sinergia entre iadademstat y azacitidina en combinación. Estos datos abren nuevas opciones para explorar iadademstat en una amplia gama de pacientes con LMA. Estamos encantados de haber sido seleccionados para una presentación oral en la conferencia. Esto refleja el interés por el potencial terapéutico de los inhibidores de LSD1 como iadademstat en el campo y la promesa de las señales de eficacia clínica presentadas.”