España suma dos millones de sordos y cada día son más jóvenes

Los profesionales sanitarios de la audición indican que el número de casos de personas con sordera se está incrementando entre la población, especialmente entre los jóvenes. Las principales causas son una sociedad envejecida y muy ruidosa, además del uso de auriculares durante un largo periodo de tiempo.

Alrededor de 25 decibelios es una conversación en voz baja, a 50 o 60 suena el tráfico de una carretera muy transitada y a más de 100 está la música de una discoteca. Son lugares y acciones que las personas llevan a cabo frecuentemente en su vida. De hecho, toda exposición prolongada a un sonido superior a 80 decibelios pone en riesgo la salud auditiva. A día de hoy, la sordera deja sin oír a dos millones de españoles.

Existen diversos motivos por los que las personas pierden audición. Una de ellas es la sociedad envejecida y ruidosa existente a día de hoy. La esperanza de vida es mayor respecto a las décadas anteriores y los individuos conviven con ruido desde que son pequeños. Si a esto se le añade la aparición de dispositivos electrónicos intra aurales como los cascos, se encuentra la receta perfecta para la pérdida de audición. “Una sociedad ruidosa y envejecida hace que esto vaya a peor”, afirma el jefe de Servicio de Otorrinolaringología del Hospital Universitario Puerta de Hierro, el doctor José Ramón García Berrocal. Otra de las causas de pérdida de audición es el uso de antibióticos ototóxicos, es decir, fármacos que dañan el oído. Se trata de tratamientos aminoglucósidos, diuréticos, derivados de la quinina, antitumorales con cisplatino o cualquier derivado de este y las aspirinas, entre otros. “Hay una lista de 200 medicamentos que pueden afectar al oído interno”, recalca el doctor Berrocal. Por otro lado, “aparte de las causas citadas anteriormente, existen enfermedades congénitas, hereditarias, infecciosas y traumáticas que pueden ocasionar hipoacusia”, añade el jefe de Servicio de Otorrinolaringología del Hospital Universitario HM Puerta del Sur, el doctor Alfredo García.

El grupo poblacional más vulnerable a la sordera son los ancianos ya que simplemente por el hecho de ir cumpliendo años estos van oyendo peor. Además, a lo largo del paso del tiempo aumenta la posibilidad de que puedan desarrollar un tumor. “Las arrugas, el pelo blanco y la pérdida auditiva en parte son consecuencias de la edad”, afirma el presidente de la Comisión de Otología de la Sociedad Española de Otorrinolaringología (SEORL), el doctor Luis Lassaletta.

Por otro lado, los expertos estiman que existen 1.000 millones de jóvenes en el mundo que están en riesgo de pérdida de audición. Cada vez hay más casos de adolescentes con hipoacusia como consecuencia de la exposición del ruido, sobre todo, por la costumbre de escuchar música con auriculares a intensidades elevadas. “Si la gente joven no adquiere unos hábitos saludables con respecto al ruido acabarán sordos antes de tiempo”, recalca Berrocal.

“Cada vez recibimos más pacientes en consulta por este motivo debido al aumento de la incidencia de hipoacusia”, afirma Alfredo García. Según los profesionales, sobre todo se ve un aumento de personas jóvenes de 30 o 40 años que antes no iban a consulta. “Son pacientes que no veríamos hasta los 50 o 60 años”, explica el presidente de la Comisión de Otología.

Las células del oído interno no se regeneran en los adultos mamíferos. “Hasta que aparezca otra solución, lo que estamos haciendo es parchear, de momento, con audífonos o implantes cocleares”, afirma el doctor del hospital Universitario Puerta de Hierro. Estos dos dispositivos son totalmente diferentes. “Los audífonos son prótesis externas que amplifican el sonido para incrementar la presión sonora en el tímpano y aprovechar la reserva auditiva que mantenga el paciente”, explica el jefe de servicio de HM Puerta del Sur. Son la primera opción en la mayoría de los casos. El coste de un audífono ronda los 3.000 euros. Este no está cubierto por la Seguridad Social por lo que “su elevado precio es inasumible para muchos pensionistas que se encuentran con un nulo apoyo económico del estado para su adquisición”, añade.

Por otro lado, se encuentra el implante coclear. Se trata de un dispositivo implantado mediante una intervención quirúrgica que estimula directamente las terminaciones del nervio auditivo permitiendo oír a pacientes con sordera profunda. Está indicado en niños con sordera congénita y en pacientes adultos que han perdido totalmente la audición por diferentes causas. Un dato curioso es que cualquier persona que vaya a utilizar este dispositivo tiene que usar primero el audífono durante unos meses. Si al probarlo este no funciona entonces se da paso al implante coclear. El dispositivo quirúrgico está financiado por el Sistema Nacional de Salud. “El precio de la cirugía más el dispositivo ronda entre los 37.000 y 44.000, pero no solo es esa cantidad ya que luego hay que sumarle la rehabilitación y el mantenimiento”, indica el doctor Berrocal.

Estas no son las únicas soluciones para la pérdida auditiva. Actualmente existe una línea de desarrollo con todo tipo de implantes auditivos, por ejemplo los implantes troncocerebrales. “Hay una línea de investigación que gira en torno a los conceptos de los implantes auditivos”, afirma el presidente de la sociedad.

Al igual que se cuidan otras partes del cuerpo humano como los ojos, también hay que proteger los oídos. Los expertos indican que hay que resguardarse de los altos ruidos. Además, en cuanto aparezca el más mínimo síntoma de pérdida auditiva hay que acudir al otorrino para que pueda estudiar el caso. En resumen, “hay que tener una salud auditiva y protegerse frente al ruido”, recalca el doctor García Berrocal.