Una nueva quimioterapia evita daños en las células sanas

Los investigadores avanzan en el diseño de una quimioterapia que se sintetiza cuando ya ha llegado a las células tumorales, lo que limita sus efectos tóxicos en otras partes del organismo. Uno de los equipos que trabaja en esta línea es el de Pilar Martín-Duque, de la Universidad de Zaragoza.

Pilar Martín-Duque, profesora de la Universidad de Zaragoza, ha participado en un proyecto orientado a eliminar las células tumorales con una nueva estrategia. La iniciativa ha tenido un gran impacto, ha explicado la investigadora, debido a dos abordajes muy novedosos. “Uno de ellos es la forma en la cual se sintetiza el fármaco, ya que en vez de enviarlo nosotros externamente hacia el tumor, prácticamente se sintetiza en él. Es una quimioterapia producida dentro del tumor”, ha indicado. El otro aspecto novedoso de este tratamiento es la forma en la que el catalizador -la sustancia que incrementa la velocidad de la reacción química- que hace posible este proceso llega a las células. Se hace dentro de unas vesículas que van dirigidas de forma muy específica hacia el tumor, de manera que ejerce su acción en las células cancerígenas sin afectar al resto. Esta técnica, además de novedosa, tiene gran importancia de cara a su aplicación en pacientes ya que, en palabras de la investigadora, permitiría “evitar muchos de los efectos secundarios” del tratamiento convencional.

La experta ha explicado el proyecto en el marco del curso Advanced Therapies en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP). El encuentro se ha desarrollado en colaboración con el Instituto de Investigación Sanitaria de Aragón (IIS), la Sociedad Española de Terapia Génica y Celular, la Fundación Agencia Aragonesa para la Investigación y el Desarrollo (ARAID), el diario Livers, la Cátedra SAMCA de Nanotecnología de la Universidad de Zaragoza y la Fundación Fero.

Para Martín-Duque, la importancia de las terapias avanzadas se basa en su alcance, porque al tratarse de “nuevos abordajes de dolencias que no podrían tratarse por medios convencionales tienen el potencial de emplearse en millones de pacientes y enfermedades diferentes”.

Para Alberto Jiménez Schumacher, director del grupo de oncología molecular del IIS, “vivimos un momento apasionante en la investigación biomédica y están surgiendo constantemente nuevas formas de terapia; es el momento de invertir en el campo de la investigación, investigar funciona”.

El primer artículo de investigación publicado en una revista científica que describe ‘in vivo’ la quimioterapia sintetizada en el tumor data de enero de este año. La revista es Nature Communications.

Al margen de la eficacia necesaria para eliminar las células cancerígenas, los autores explican que un reto fundamental de la quimioterapia es conseguir mitigar los efectos adversos de este tipo de tratamiento en el organismo. Los fármacos que pueden dañar a las células tumorales también pueden afectar a otras que están sanas, y los efectos negativos de la quimioterapia pueden llegar a ser debilitantes de modo permanente.

Entre los métodos actuales para contrarrestar esta situación está la administración selectiva de medicamentos directamente en el tumor y la conversión de los compuestos no tóxicos (profármacos) en tóxicos cuando están próximos al lugar en el cual se ha detectado el cáncer.

El estudio describe un método que consigue activar el profármaco usando un catalizador dentro del organismo. Cuando el catalizador se inyecta, no suele tener efecto porque lo destruyen los compuestos antioxidantes. Situando el catalizador dentro de una proteína, han conseguido que se estabilice y pueda provocar la reacción química deseada, una vez que ha alcanzado el tumor.

El equipo ha dado este paso a partir de trabajos anteriores en los que utilizaban moléculas de glucosa con afinidad al cáncer a modo de transporte. Utilizando estas técnicas, se ha podido inhibir el crecimiento del cáncer y las metástasis -extensión del cáncer a otros órganos y tejidos lejos del punto del organismo en el cual se originó en primer lugar-, pero también han logrado que los efectos secundarios sean menores.

El estudio en cuestión es del tipo proof of concept, lo que significa que viene a probar que una estrategia terapéutica concreta es posible, mostrando en este caso que es posible tratar el cáncer -en un modelo animal, con ratones de laboratorio- sintetizando los medicamentos dentro del cuerpo y próximos a las células tumorales. En el pasado se han empleado métodos similares para hacer que los fármacos se unieran a los tumores, pero en este caso se ha evitado completamente introducir en el organismo fármacos tóxicos, explicaba en su momento Katsunori Tanaka, el autor principal. Es la primera vez que un fármaco anticancerígeno se ha sintetizado en el lugar en el cual debe ejercer sus efectos inyectando los ingredientes en las cobayas.