Las mujeres tardan casi tres horas en notar que sufren un infarto

Los expertos alertan de la necesidad existente de incluir la perspectiva de género en el diagnóstico precoz. Algunas patologías, tradicionalmente asociadas a los hombres,como las enfermedades cardiovasculares están aumentando su incidencia en la población femenina debido al estilo de vida

Desde que la mujer se incorporó al mercado laboral se ha producido una continua equiparación entre los estilos de vida de ambos géneros. Este hecho ha provocado que patologías, tradicionalmente asociadas a los hombres, estén aumentando su incidencia en las mujeres. Dependiendo del género se producen síntomas distintos que junto a la infrarrepresentación de las mujeres en los ensayos provocan un diagnóstico tardío y complicaciones severas.

Las circunstancias descritas fueron puestas de manifiesto por una serie de médicos que participaron en la primera mesa de debate Salud de la Mujer: Necesidades no cubiertas de la III edición de la Jornada Salud y Mujer, organizada por elEconomista.es con el apoyo de HLA Grupo Hospitalario, Organon y Vithas. Los doctores incidieron de forma conjunta en que la mayor necesidad a cubrir en relación a la salud de la mujer es la prevención y la concienciación.

La primera causa de muerte en la población femenina, por encima del cáncer de mama, son las enfermedades cardiovasculares. “Es necesario utilizar nuevas herramientas para detectarlas en fases subclínicas y enfatizar en una prevención más personalizada y dirigida, con nuevas herramientas de imagen. Además, hay que concienciar de que los síntomas en infartos son distintos a los de los hombres”, expuso la cardióloga y socia fundadora de Atria Clinic, Leticia Fernández Friera. Como ejemplo de estos síntomas, que describió como “atípicos”, ya que el más conocido -dolor en el pecho que se extiende al brazo- pueden sufrirlo ambos sexos, nombró el dolor de mandíbula, en la espalda y sensación de decaimiento que a veces se confunde con crisis de ansiedad.

En segundo lugar, respecto a mortalidad femenina, se sitúa el cáncer, cuyas cifras en mujeres han aumentado en los últimos años. “El 95% de los casos de cáncer de pulmón están relacionados con el tabaco”, explicó la jefa del Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario Ramón y Cajal, Pilar Garrido. Así, incidió en el hecho de que se trata de una patología que podría prevenirse a través de buenos hábitos, pero muchas veces las mujeres no pueden incorporarlos a su día a día por las dificultades en la conciliación.

El jefe de sección de Neumología clínica del Hospital General Universitario Gregorio Marañón, Javier de Miguel Díez, puso de manifiesto que “el 11,8% de personas por encima de 40 años padece la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), que es todavía más frecuente en varones que en mujeres. Pero en ellos, en los últimos diez años, ha bajado ligeramente su prevalencia, mientras que en mujeres, en la actualidad, supera ya el 9% y en la última década ha aumentado un 60%”. La causa tiene relación “claramente” con la incorporación masiva de la mujer al consumo de tabaco desde finales de los años 60. También destacó la importancia del diagnóstico precoz, ya que “a veces se piensa menos en este tipo de enfermedades en la población femenina. Cuando una mujer fumadora acude con síntomas respiratorios a una consulta es menos probable que le hagan las pruebas de EPOC que a un varón”, indica. Concluyó diciendo que es necesario sensibilizar a los médicos y promover una divulgación social para que ellas mismas conozcan los síntomas y sus diferentes manifestaciones en ambos géneros.

Por su parte, la jefa de Sección de Neurología del Hospital Universitario Clínico de San Carlos (Madrid), Celia Oreja Guevara, insistió en la importancia de la dieta, el ejercicio y la ausencia del hábito de fumar, no solo como prevención de las enfermedades cardíacas, sino también de las fenológicas, como la demencia, que también se pueden prevenir. “La esclerosis múltiple puede causar que una mujer joven sufra un deterioro cognitivo, lo cual les causa problemas tanto en su trabajo como en su vida social. Sin embargo, lo que se cree es que tienen una depresión o, sobre todo, ansiedad, en vez de pensar que puede ser una enfermedad neurológica y no se diagnostica”, afirmó.

En cuanto a las patologías ginecológicas, también puede retrasarse su detección por falta de información y de visibilización ya que hay ciertos aspectos que aún son un tabú, por ejemplo, la menstruación o la menopausia. El director Ivirma Madrid, Juan Antonio García Velasco, afirmó que “hay enfermedades que muchas veces se normalizan o minimizan, pero que tienen una prevalencia altísima. Un ejemplo es que entre una y tres de cada diez mujeres sufren endometriosis y tiene un impacto en la calidad de vida, pero como el dolor en la regla se tiende a normalizar, al final el retardo en el diagnóstico es de más de diez años”.

Evitar los factores de riesgo

“Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte entre las mujeres”, destacó la cardióloga del Hospital Universitario Puerta de Hierro (Majadahonda), Marta Cobo Marcos, durante la segunda mesa debate del foro, bajo el título Prevención precoz en la salud de la mujer: Cómo mejorar la calidad de vida.

Los expertos analizaron la situación actual del sistema sanitario en relación con el tratamiento precoz de las enfermedades más comunes entre las mujeres y entre las que existe una mayor mortalidad. La detección temprana en el ámbito cardiovascular “es un área con un gran potencial de mejora”, recalcó Cobo. “Hay muchos factores de riesgo que se pueden controlar, como la obesidad o el tabaco”. Y quiso enfatizar que “existe un 6% más de mortalidad en las mujeres que en los hombres en este tipo de patologías”, cifra que puede estar relacionado con la falta de información ya que “un 50% de las mujeres no sabe que el tabaco aumenta la probabilidad de sufrir un infarto, y tardan de media hasta cuatro horas en darse cuenta de los síntomas”.

En materia de salud mental la jefa de servicio del Área de Psiquiatría del Hospital HLA Universitario Moncloa, Sara Mayero, subrayó “que aún se puede hacer mucho por la prevención en este ámbito” y explicó que existe una tendencia común a “normalizar síntomas como el nerviosismo o los trastornos del sueño”. En ocasiones, este aspecto genera que los pacientes “acudan a consulta con cuadros de ansiedad en estados muy avanzados”.

“Las enfermedades cerebrovasculares son la principal causa de muerte en mujeres mayores de 65 años”, indicó por su parte el director del Grupo de Neurología y Enfermedades Cerebrovasculares y Coordinador del Área de Neurociencia-IdiPAZ, Hospital Universitario La Paz-UA, Exuperio Díez Tejedor. Quiso destacar la importancia de controlar factores de riesgo como “la hipertensión o el cambio hormonal derivado del embarazo, ya que un 30% de las gestaciones tienen algún tipo de complicación cerebrovascular a lo largo del proceso. “Cuidando estos aspectos, se pueden reducir las probabilidades de sufrir un ictus, pero, también va a asociado a la reducción de la demencia”, añadió.

Por otro lado, el coordinador de la Unidad de Cefaleas, Neuroftalmo y neurología y jefe de sección de Neurología del Hospital Clínico San Carlos, Jesús Porta-Estessam, señaló que la migraña, una enfermedad que tiene una mayor prevalencia entre las mujeres, es la tercera más frecuente del mundo y la segunda por discapacidad asociada”. Además, remarcó que se trata de “una patología que limita mucho la vida cotidiana, llegando a incapacitar a una persona durante 15 días al mes, en los casos crónicos”. Para evitarlo, “hay que cambiar la imagen que se tiene de ella y llevar a cabo un trabajo de concienciación de la sociedad y los médicos para que se dejen de tratar estas dolencias como un simple dolor de cabeza.

En el ámbito de la diabetes, los avances tecnológicos y la mejora de los procesos de diagnóstico han mejorado la detección precoz. “Los estudios clásicos arrojaban que el 50% de los pacientes no sabían que eran diabéticos, pero en los análisis de 2020, la prevalencia ha bajado un tercio y, actualmente, un 70% de los diabéticos saben que lo son”, explicó la vicesecretaria de la Sociedad Española de Diabetes y endocrinóloga en el Hospital Universitario Príncipe de Asturias, Marta Botella Serrano.

El impacto de la pandemia

A causa del Covid-19, los pacientes llegan a la consulta con estadios mucho más avanzados. La mujer normalmente es el cuidador principal y muchas han delegado consultar sus síntomas porque tenían que cuidar del resto de la familia.

Destacaron las oportunidades que ofrece el nuevo campo de la telemedicina que, siempre que se combine con la medicina tradicional, puede servir para acelerar trámites, como el seguimiento de los pacientes crónicos. Sin embargo, hicieron hincapié en la importancia de que la primera consulta siga realizándose de forma presencial.