La sanidad tira un 40% de sus fondos y deja al cáncer sin más presupuesto

Con un 40% del gasto sanitario “desperdiciado” en intervenciones ineficientes, los fondos para poner en marcha el plan para la prevención, el diagnóstico y el tratamiento del cáncer en Europa bien podrían ser fondos reasignados de esos bolsillos de ineficiencia, dicen los expertos.

Un gasto más abultado no se traduce necesariamente en mejores resultados a la hora de tratar el cáncer, según un reciente estudio comparativo de 22 países publicado por la revista de la Asociación Médica Americana (JAMA). En esa misma línea se ha pronunciado recientemente Andreas Charalambous, presidente de la Organización Europea de Cáncer (UICC). Durante un debate sobre el futuro de la prevención y el control del cáncer en Europa organizado por el rotativo Financial Times, Charalambous ha recordado que el 40% de todo el gasto sanitario “se desperdicia en recursos ineficientes”. Por lo tanto, ante la pregunta de cómo dotar de fondos a los países para que pongan en marcha el plan de la Unión Europea contra el cáncer, sugirió que empezara a considerarse la necesidad de reasignar recursos financieros.

Tanto Charalambous como Esra Urkmez, presidenta de la red europea de asociaciones de pacientes con cáncer ESGO ENGAGE, y el europarlamentario Cristian Busol se muestran de acuerdo en que en la implantación del plan europeo hay dos dificultades clave: la disponibilidad de fondos y las desigualdades territoriales, que se aprecian tanto de un país a otro como dentro de las regiones que forman esos países.

Al abordar la cuestión de los fondos en un contexto de crisis económica, Busol ha abogado por el establecimiento de alianzas con el sector privado, “sobre todo a largo plazo”, y expresó su deseo de que las empresas comprendan que los sistemas sanitarios tienen limitaciones presupuestarias.

Andreas Charalambous ha puntualizado que “el coste de la lucha contra el cáncer no es el coste de los medicamentos, existen muchas otras necesidades, como disponer de personal especializado, que no se están cubriendo y que hacen que el sistema se presente como insostenible”. “Vamos a tener que cambiar nuestra forma de abordar esta cuestión, además de modelos de financiación colaborativos con el sector privado, tenemos que ser eficientes, pensar de una forma creativa no implica necesariamente buscar nuevos modelos, sino tomar la decisión de ser eficientes”, ha sentenciado.

En cuanto a las desigualdades, los tres ponentes han admitido que las diferencias entre países en términos de acceso a la prevención, el diagnóstico y el tratamiento del cáncer son uno de los grandes retos del nuevo plan de las autoridades de Bruselas. Busol, que es presidente del Comité de Industria, Investigación y Energía, ha argumentado que las políticas sanitarias se implantan en cada estado de forma independiente, “en algunos casos, en cada región autónoma dentro de un mismo estado”. También ha declarado que las desigualdades en el acceso a tratamientos contra el cáncer no afectan a los tratamientos innovadores de forma exclusiva, sino que también hay medicamentos esenciales, aprobados hace tiempo, que no están disponibles para todos los pacientes del Viejo Continente.

La Unión Europea ha creado un registro de desigualdad en la atención al cáncer para que sus próximas políticas estén basadas en datos reales. Desde 2023, todos los miembros deberán publicar informes sobre su progreso en este terreno. Cada dos años, a partir de 2024, se publicará un informe europeo sobre el estado de la cuestión.

El presidente de la UICC ha anunciado que en la próxima cumbre de la organización, que se celebra el 16 de noviembre en Bruselas, se dará a conocer una iniciativa que busca precisamente armonizar las decisiones en materia de cáncer para reducir en la medida de lo posible las actuales disparidades entre lo que se dice en la Unión Europea y lo que se hace “sobre el terreno”.

Urkmez ha matizado que la palabra “acceso” no únicamente se refiere a si los tratamientos están disponibles. Considera muy importante la educación de la población en materia de cáncer, tanto por su carácter preventivo como por la capacidad de elección que supone. “Muchos pacientes no saben a dónde acudir cuando se les diagnostica la enfermedad, y tampoco saben cuáles son sus opciones terapéuticas, la educación en este área es fundamental”, ha apuntado.

En el balance de los logros alcanzados hasta el momento y lo que queda por hacer, los participantes en el debate han destacado los progresos en cáncer de mama y han lamentado que no pueda decirse lo mismo de los cánceres “raros”. “En realidad el cáncer no es una enfermedad, sino muchas enfermedades diferentes, lo cual explica por qué es difícil hacerle frente, es un complejo conjunto de patologías”, ha dicho Charalambous. Por su parte, Urkmez ha matizado que aunque los cánceres “raros” lleven esa etiqueta, son un amplio abanico de enfermedades que afectan a muchas personas.

También en el apartado de avances han destacado las nuevas recomendaciones de la Comisión Europea para que los países que integran la Unión pongan en marcha programas de cribado para la detección precoz del cáncer de pulmón, el de páncreas y el colorrectal, que previamente no se habían incluido en las políticas europeas.