Los seguros privados ahorran hasta 15.000 millones de euros

Con más 9,8 millones de asegurados, la actividad sanitaria privada realiza el 39% de la actividad hospitalaria en España y generan estos ahorros en la factura pública.

Dos recientes informes sobre la sanidad española coinciden en destacar la actividad privada como socio generador de ahorro en el sistema público, con casi 10 millones de asegurados y un saldo positivo en las arcas públicas que llega a estimarse justo por encima de los 15.000 millones euros (15,6).

En la presentación del primero de estos documentos, Sanidad privada, aportando valor, Juan Abarca, presidente de la Fundación IDIS, ha declarado: “La aportación de la sanidad privada para la viabilidad del sistema sanitario es hoy indudable; la colaboración entre el sector privado y público, en sus diversas modalidades, es esencial, máxime cuando estamos ante un sector privado comprometido con la calidad de la asistencia, la digitalización y por el impulso de la interoperabilidad, que son objetivos clave para contribuir a la transformación del sistema sanitario”. La colaboración entre ambos sectores es precisamente uno de los principios recogidos en su Manifiesto por una mejor sanidad.

La directora de la Fundación IDIS, Marta Villanueva, ha señalado que de hecho, el gasto sanitario privado supone el 29,4% del gasto sanitario total, una partida que ha ido incrementándose hasta alcanzar los 33.398 millones de euros (2,7% del Producto Interior Bruto). Sumado al 0,66% correspondiente al gasto sanitario público dedicado a la atención en centros de titularidad privada alcanza el 3,36% del PIB.

El documento muestra que el sector privado libera recursos de la sanidad pública gracias a esos casi diez millones de asegurados, excluyendo a los mutualistas, que no consumen, o lo hacen de forma muy esporádica, los recursos del Sistema Nacional de Salud. Se calcula que el ahorro generado por el seguro privado se situaría entre los 5.679 millones de euros (si el ciudadano cubierto por la póliza privada realiza un uso mixto, consumiendo tanto recursos públicos como privados) y los 15.620 millones de euros (si solamente recurre al sistema privado para sus cuidados de salud).

El informe indica que el 82,3% de los funcionarios del estado eligen ser atendidos por entidades aseguradoras privadas. La cifra llega al 85% en el segundo de los documentos presentados.

El sector sanitario asume una parte considerable de la actividad asistencial en España. Lleva a cabo el 30,8% de las intervenciones quirúrgicas (39% si se tienen en cuenta los conciertos sustitutorios y la red de utilización pública), registra el 23,1% de las altas (30% si se añaden los parámetros anteriores) y atiende el 24,2% de las urgencias (30%, según esos criterios). En la actualidad cuenta con 431 hospitales privados, lo que constituye el 56% del total del país, con una dotación de 49.748 camas (el 32% de todas las que existen en España).

El informe destaca el elevado grado de complejidad de la asistencia en este ámbito, con tecnología avanzada y orientada a la transformación digital. Cuenta con el 53% de las resonancias magnéticas, el 45% de los PET y el 34% de los TAC del país. En cuanto a la investigación, los centros privados han participado en 672 ensayos clínicos desde 2016, lo cual supone casi el 52% del total de los estudios que cuentan con participación española.

El 45% de las entidades de servicios sanitarios privados utilizan soluciones de inteligencia artificial y el 47,7% cuenta con soluciones de servicios a distancia, con la videoconsulta como el servicio más desarrollado.

Con muy pocos días de diferencia, el Círculo de Empresarios ha publicado el documento España, país de excelencia sanitaria. En su presentación han participado María Vila, presidenta de Medtronic Ibérica, Juan Carlos Sánchez-Rosado, responsable del área sanitaria de IBM España, y Sergio Rodríguez, presidente y director general de Pfizer España.

En él se propone intensificar la calidad, la eficiencia y la sostenibilidad del sistema sanitario español fortaleciendo los sectores farmacéuticos y de productos sanitarios, potenciando la investigación clínica y -eso también lo comparte con el documento anterior- apostar por la tecnología y la digitalización e impulsando la colaboración público-privada. Esta última consideración se ha planteado en la presentación del informe bajo una nueva “etiqueta”, ya que se prefirió hablar de una única red sanitaria para toda España, al margen de que sus accionariados sean diferentes.

El Círculo de Empresarios reconocía que “la pandemia ha puesto de manifiesto una serie de deficiencias estructurales del sistema sanitario que deben afrontarse de manera urgente”. Los fondos destinados a los cuidados de salud -reza el informe- “no deben verse exclusivamente somo un gasto sino como una inversión, absolutamente necesaria para dinamizar la economía y la sociedad españolas”. En esa línea, propone trabajar para “garantizar el acceso a las últimas tecnologías y terapias innovadoras”, que consideran tan importantes como fomentar los hábitos saludables para reducir en la medida de lo posible los factores de riesgo de las enfermedades más frecuentes, como el cáncer, las enfermedades cardiovasculares y las dolencias del ámbito de la salud mental.

En sus consideraciones sobre la relevancia de la investigación clínica, este segundo informe apunta que la industria farmacéutica es responsable del 8% de toda la inversión en I+D en España, con una inversión de 1.160 millones de euros en 2020, tras el máximo registrado en 2019 y en el contexto de la pandemia. El valor es el segundo más alto de la serie de los últimos años a pesar de haber registrado un descenso interanual del 4,2%. Del total invertido, aproximadamente el 20% se destina a la investigación básica y preclínica, mientras que cerca del 60% se destina a investigación clínica. “Este volumen de inversión se traduce en más de 5.000 personas trabajando directamente en tareas de I+D, de las cuales 4.470 son titulados superiores universitarios.

La trayectoria de investigación en el ámbito clínico en términos comparativos concede a España un papel de liderazgo “no del todo conocido por quienes están fuera del entorno de las ciencias de la salud”.

Según los últimos datos publicados por SCImago Journal & Country Rank, España ocupa la posición 11 entre los países que más contribuciones académicas realizan en el campo de la medicina (con datos de 2020). La posición de nuestro país es la 12 en las áreas de bioquímica, genética, biología molecular, inmunología y microbiología, farmacología y toxicología.