La vacuna contra el herpes zóster muestra un 97% de eficacia

El virus que origina este padecimiento ocular es el mismo que el de la varicela, una enfermedad que ha contraído el 90% de los adultos españoles alguna vez en su vida

El virus del herpes zóster, considerado primera causa de ceguera corneal, es originado por el mismo virus que la varicela (virus varicela-zóster). Se estima que el riesgo de padecer herpes zóster es del 30% a lo largo de la vida. Este porcentaje aumenta hasta el 50% en personas mayores de 85 años. En España, más del 90% de las personas adultas han contraído alguna vez el virus de la varicela, por lo que pueden desarrollar el herpes zóster. Este padecimiento se podría evitar con la vacunación, que reduce la probabilidad de contraerlo un 97% en las personas de entre 50 y 69 años.

La vacunación contra el herpes zóster es clave en inmunodeprimidos (aquellos que se han contagiado previamente y presentan factores de riesgo y en personas mayores). En España solo era posible la vacunación en inmunodeprimidos en nueve comunidades autónomas. Sin embargo, la Comunidad de Madrid ha comenzado a vacunar también a los mayores de 65 años, lo que la convierte en la primera región española que inmuniza a este sector de la población.

La varicela representa la fase aguda de la infección, mientras que el herpes zóster manifiesta una reactivación de la fase de latencia. Este virus puede aparecer en la zona periocular (piel de los párpados) y afecta al ojo al producir alteraciones en diferentes zonas oculares. Su tratamiento ha de ser individualizado y consiste en la administración de antivirales específicos contra los herpes virus, así como otros fármacos indicados por el oftalmólogo en determinados momentos del proceso. El cuidado de la superficie ocular con lágrimas artificiales y una rutina de higiene para evitar el contagio a través del contacto físico es fundamental.

“En aquellas personas con un sistema inmune más debilitado, las consecuencias de esta afección pueden ser muy graves, incluso crónicas, pudiendo causar la ceguera. Por ello, es imprescindible que con la aparición de los primeros síntomas acudan inmediatamente a un centro oftalmológico”, advierte el doctor Luis Fernández-Vega Cueto-Felgueroso, oftalmólogo de la Unidad de Córnea y Cristalino del Instituto Oftalmológico Fernández-Vega.

Las complicaciones del herpes zóster que más afectan a la salud ocular son la queratitis, la reinitis y la uveítis. Las consecuencias más graves del virus derivarían en un trasplante corneal (queratoplastia).