La ingesta continuada de alcohol es perjudicial, pero hay más peligros

Dejando su popularidad y consumo diario por parte de la población, tanto jovén como adulta, a un lado, estas son muy dañinas para la salud física. Se estima que son las responsables de unas 650.000 muertes anuales en el mundo, según las organizaciones mundiales.

A la hora de pensar en bebidas o alimentos que sean malos y perjudiciales para la salud, a las personas siempre se les viene a la cabeza el alcohol. Prueba de ello fue el revuelo que causó la Estrategia de Salud Vascular hace apenas unos días. Fue el propio Ministerio de Sanidad el que enfatizó en este asunto, pero, ¿qué pasa con las bebidas azucaradas?

Se consideran bebidas azucaradas a los refrescos, sustancias energizantes, sodas, zumos y todos aquellos productos a los que se les ha añadido azúcar para potenciar su sabor. Están presentes en nuestro día a día e, incluso, se asocian con la alimentación infantil.

Estas bebidas, a largo plazo, abren la puerta a enfermedades como la obesidad, enfermedades cardiovasculares o la diabetes tipo dos, entre otras. Además, se estima que son los responsables de unas 650.000 muertes anuales en el mundo, según las organizaciones sanitarias mundiales.

Poner el foco en el alcohol no es equívoco, pues las consecuencias para la salud de su consumo son más que conocidas. Sin embargo, hacer un hincapié desmedido provoca que no se analice el problema de forma global, dejando otros productos sin la lupa necesaria para educar en su consumo. Es por ello que el Ministerio perdió una oportunidad de oro para educar a la población más susceptible a ello, los más pequeños.

Entre las enfermedades que pueden provocar el exceso del consumo de bebidas azucaradas se coloca en el puesto número uno las enfermedades del corazón y sus vasos sanguíneos. También se encuentra la obesidad que surge a partir de que el cuerpo decide convertir hidratos de carbono simples en lípidos, también conocidos como grasa la cual se acumula en los tejidos; y la diabetes de tipo dos que es una patología endocrina en la que, debido al exceso de esta sustancia, hay defectos en la síntesis o función de la insulina.

Una de las patologías más comunes del mundo y que afecta, sobre todo a niños, son las conocidas caries. Esta sustancia, uno de los principales factores para su desarrollo, no solo daña el esmalte dental, sino que es el alimento óptimo para las bacterias que quieren invadir la placa dental.

Para hacer frente a este problema, la OMS promueven que los azucares representen el 10% de la ingesta calórica del día a día. Por ejemplo, un adulto de peso normal no debería tomar más de 25 gramos de azúcar al día. Las consecuencias futuras de beber este tipo de bebidas diariamente son reales.