La eyaculación precoz: cuando un tabú afecta negativamente a la salud

En los últimos años, la conciencia sobre la salud sexual ha evolucionado y muchos prejuicios han sido cuestionados. Aunque la visibilidad en torno al cuidado y placer íntimo es indudablemente mayor que hace 10 años y muchos avances científicos e innovaciones empresariales han centrado sus esfuerzos en mejorarlo, a pie de calle aún es necesario romper ciertos tabúes relativos al sexo, sobre todo si hablamos en concreto de la salud sexual masculina.

Ahora es habitual ver productos de sexualidad femenina en diferentes medios y lugares. La salud sexual femenina se ha reivindicado durante la última década y actualmente se ha creado un espacio dentro de la sociedad que permite la libre expresión de preocupaciones relativas a ésta.

De hecho, según cifras recientes vertidas por la consultora PwC en su informe The sexual wellness devices market, la industria sex-tech está valorada en unos 19.000 millones de dólares actualmente y se prevé un 7% de crecimiento interanual entre 2021 y 2026. Sin embargo, en términos de demanda, sólo un 15% de cuota de mercado se corresponde a los dispositivos íntimos masculinos.

El bienestar sexual masculino ha empezado a ganar importancia en los últimos años, abriendo un espacio en nuestra sociedad con movimientos como Movember, que visibiliza la salud mental y sexual masculina, el cáncer de testículos y el de próstata.

Y, aunque lucir un bigote simbólico durante el mes de noviembre es una gran señal de evolución, no resulta suficiente cuando aún existen pensamientos erróneos sobre lo que debe ser un hombre. Y es que parece que el principal enemigo es el mismo concepto tradicional de masculinidad que afecta de manera negativa, no solo a la salud mental, sino incluso a la salud física de los hombres.

El hecho de sufrir inseguridades o problemas y expresarlos en voz alta no se adecua al pensamiento tradicional que se tiene del hombre. Datos que revela el Barómetro MYHIXEL sobre la Salud Sexual Masculina en España, por el que actualmente “un 52% de hombres del país reconoce sentirse incómodo hablando de su vida sexual en público” e incluso, “un 48% considera que no es necesario acudir a un especialista para tratar problemas relacionados con la salud sexual”.

No expresar públicamente las preocupaciones es un problema que también repercute a nivel médico. Los hombres no afrontan sus inquietudes sexuales con el especialista en privado, lo que afecta gravemente al tratamiento, prevención y detección temprana de disfunciones sexuales como la eyaculación precoz, la disfunción eréctil y otras más graves. Los datos son claros, 1 de cada 3 hombres tiene o ha tenido eyaculación precoz al menos una vez en su vida, tal y como vierten múltiples estudios académicos.

Sin embargo, y a pesar de lo habitual de este problema, el 80% de los hombres no acude a un profesional para tratarse, alegando la vergüenza como principal motivo, como así afirma el Barómetro de MYHIXEL. Es más, de un total de 2000 españoles encuestados, casi un tercio prefiere consultar sus dudas más íntimas en Internet antes que hacerlo con su propia pareja (31,7%) o un especialista (35,2%).

Como consecuencia, el conocido como “Dr. Google”, se ha posicionado como la principal referencia de los hombres españoles para consultar sobre temas como la eyaculación precoz, algo que puede ser muy negativo, ya que este tipo de búsquedas pueden desembocar en la prueba de remedios caseros y en la creencia de ciertos consejos que en realidad son imprecisos y que incluso pueden agravar el problema, un ejemplo más que pone de manifiesto la necesidad que tenemos como sociedad de hacer un hueco al cuidado de la salud sexual.

Un cambio que debe empezar por una buena educación sexual, que permita que este tema pueda ser tratado como normal y que tenga como objetivo que las disfunciones dejen de ser motivo de mofa en series o películas.

Sin embargo, el cambio está empezando a suceder. Nos hemos dado cuenta de la necesidad de eliminar los tabúes alrededor de la salud sexual masculina y en las oportunidades que ofrece Internet como aliado para educar a los hombres y sus parejas, con soluciones online respaldadas por la investigación y la ciencia.

Además, podemos aprovechar estas posibilidades de la red y los cambios en su uso a raíz de la pandemia para facilitar la solución del problema a los usuarios, y ofrecer consultas, cursos o terapias a través de una pantalla. De esta manera, podemos evitar el factor de la presencialidad, lo que genera muchas veces más seguridad a la hora de contar nuestras preocupaciones y puede eliminar la posible vergüenza de sentirnos expuestos.

Las consultas digitales están en auge y no paran de mostrar crecimiento de una manera constante. Son múltiples las empresas que ponen al alcance de todos servicios de atención personalizada a través de un smartphone o un ordenador. A día de hoy, existen alrededor de 626 empresas de salud digital activas en Europa, de las cuales el 63% fueron fundadas en los últimos años según Sifted.

En definitiva, parece que nos acercamos a un momento histórico en el que hablar de las disfunciones sexuales de los hombres, como la eyaculación precoz, se convertirá en algo normal.

Empezando por la educación de la población más joven, replantearnos los conceptos actuales con los que hemos crecido sobre la masculinidad es un ejercicio de introspección necesario para analizar hasta qué punto estos han limitado el desarrollo de muchos chicos. Sin duda, debemos seguir caminando en pro de un bienestar sexual más saludable, libre y abierto sin diferencia de género.