Una directiva permitirá aplicar un IVA reducido a la tecnología médica

elEconomista reunió a un elenco de expertos que pusieron sobre la mesa las necesidades de apostar por la reconovación de equipos tecnológicos en los hospitales al tiempo que revelaron un dato esclarecedor: la tecnología permite acortar un 40% la estacia en hospitales, uno de los mayores factores de coste.

En los últimos dos años la sociedad ha sido testigo de una gran aceleración de las nuevas tecnologías. Precisamente, en el sector sanitario se ha evidenciado la necesidad de una mayor transformación para dar respuesta a los retos presentes y futuros. Este acelerón ha permitido redescubrir el gran potencial y la increíble utilidad que tiene la aplicación de la tecnología al sector sanitario. No solo por la agilización de los procesos, sino porque los pacientes, independientemente de su ubicación, tienen la oportunidad de acceder a los mejores profesionales, algo especialmente sensible en las zonas rurales o que adolecen de despoblación.

Precisamente, esta fue una de las principales conclusiones del III foro empresarial Innovación Tecnológica Sociosanitaria, celebrado por elEconomista en colaboración con Econocom, Unilabs y Pharmamar: la tecnología diluye las fronteras. A este respecto, Fernando Casco, director médico de Anatomía Patológica de Unilabs, destacó que “la eliminación de fronteras en el ejercicio de la medicina es un hecho”. De este modo, por ejemplo, un especialista en Perú que necesite una segunda opinión puede acceder a cualquier profesional del mundo. La tecnología ofrece la gran ventaja de “tener a los mejores profesionales trabajando desde casa”, sostuvo Casco.

En esta misma línea, Ángel Blanco, director de Organización, Procesos y TIC en Quirón Salud, indicó que “el manejo continuo de los datos hace que seas preciso en el seguimiento y no tengas que estar atado a un lugar físico. El 70% de las consultas son innecesarias. Además, con la tecnología se reduce entre el 30% y 40% la permanencia en el hospital”.

Por tanto, además de la eliminación de fronteras física, la tecnología aplicada al sector sanitario tiene entre sus principales ventajas la reducción de los tiempos en el acceso a la atención sanitaria especializada (en general las consultas son de menor duración que las presenciales), evitar el desplazamiento de los pacientes con los consiguientes beneficios en cuanto al ahorro de tiempo y de dinero, el aumento de las consultas que se llevan a cabo o la disminución de las listas de espera. La tecnología se ha convertido en un pilar fundamental para trabajar de una manera flexible, colaborativa y segura.

Para Javier Lima, director de Econocom P&S Digital, es importante recordar que “la tecnología humaniza”. Algo que se ha hecho más que evidente en un contexto de pandemia en el que los pacientes y los familiares han podido estar conectados pese a las restricciones. Eso sí, Lima remarcó que “a día de hoy la calidez de los profesionales sanitarios no la puede replicar ningún robot”.

En este contexto, “venimos de una medicina muy de actos y evolucionamos a una medicina de procesos. La primera consulta con un especialista debería ser para iniciar un tratamiento, no para hacer pruebas”, sostuvo Blanco. A este respecto, Lima añadió que “la tecnología permite la anticipación y la previsión de enfermedades”.

La segunda mesa de debate del foro, que ha contado con la participación de Luis Gonzaga Garat, director de Imagen de España y Portugal de GE Healthcare, Joaquín Rodríguez-Barbero Rodrigo, subdirector de Ingeniería del Hospital General Universitario Gregorio Marañón, Albert Sanjuán Fernández, director cardiaca, vascular y endovascular de Cardiva y de Carlos Sistenas, director de Fenin Catalunya, ha girado en torno al estado del parque tecnológico sanitario en nuestro país y la importancia de este y el papel que juega la tecnología en las nuevas formas de abordar la asistencia sanitaria.

Respecto al estado del parque tecnológico sanitario español, Luis Gonzaga indicó que “no es fácil introducir nuevas tecnologías. Yo identifico 3 retos que dificultan la implantación y renovación tecnológica. Uno de ellos es la propia infraestructura hospitalaria, otro es la estructura organizativa de los hospitales y el tercero, y en mi opinión, el más importante, es la falta de planificación. En el ámbito público, por ejemplo, es inexistente. Normalmente se planifica de cuatro en cuatro años”.

Joaquín Rodríguez, desde el punto de vista de la ingeniería y por tanto, técnico, discrepó, comentando que “sí existe una planificación respecto a la renovación tecnológica necesaria” aunque mostró una problemática en cuanto a limitaciones “la principal limitación que tenemos es la económica. No nos dotan presupuestariamente de todo lo que necesitamos y eso provoca ciertos problemas a la hora de cumplir con determinadas reglas, como por ejemplo que no exista más de un 10% de equipamiento con más de 10 años de antigüedad”.

A esto, Albert Sanjuán añadió que “los fondos Next Generation, unos 800 millones, nos sitúan en buen escenario aunque esperamos que no sirva de parche por una mala planificación”.

Futuro tecnológico

El 62% de los equipos de radiología tienen más de diez años, el 51% de las mamografías tienen más de diez años, así lo indican los últimos datos disponibles. Por el momento se desconoce la situación actual pero Carlos Sisternas declaró que “las tecnologías asociadas al Covid han tenido varios pros a tener en cuenta, como una exención del IVA, que ha ayudado a los hospitales puesto que no compensan el IVA. El 21% de un equipo de tecnología sanitaria lo paga el hospital y por ende todos los españoles.

¿Por qué una prótesis de cadera, un apósito, tiene el tipo impositivo, siendo igual de esencial que, por ejemplo, la leche?” y anunció qué “hay una nueva directiva sobre el IVA que verá la luz en torno al primer trimestre y tiene una gran novedad que da más libertad a los países para aplicar IVA reducidos en productos de primera necesidad. La tecnología sanitaria entra dentro de este grupo”. Albert Sanjuán añadió que “producir un EPI en España es 6 veces más caro de lo que es producirlo en China”.

A pesar de que en plena pandemia se habló, “la realidad es que hoy la administración a vuelto al criterio puramente económico. Cuando falla la cadena de suministro y no sirven desde China, llaman a nuestra puerta y como fabricante español es difícil aguantar esa oleada de oferta-demanda”.