Bulos sobre vacunas, estrellas del despropósito en las redes

Los profesionales sanitarios han cargado sobre sus hombros la tarea añadida de desterrar bulos difundidos en las redes durante la pandemia, sobre todo relacionados con las vacunas.

Los bulos relacionados con la vacuna han sido los más frecuentes (81%) de todos los que han circulado por las redes en los dos años de pandemia que llevamos a cuestas, según la cuarta oleada del Estudio Sobre Bulos en Salud de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia. Los profesionales del ámbito sanitario, en quienes los ciudadanos confían, han dedicado una buena parte de su tiempo a desterrar estos despropósitos en beneficio de la salud de todos. El 79% de los profesionales consultados para el estudio percibe que los medios digitales siguen siendo la principal fuente de desinformación, frente a los medios tradicionales (21%), y el 82% de ellos asegura que sus pacientes consultan información en internet antes de acudir a la consulta. Nueve de cada diez especialistas han respondido a pacientes preocupados por informaciones falsas sobre la pandemia.

Carlos Fernández Moriano, farmacéutico de la dirección de Servicios Técnicos del Consejo General de Colegios Farmacéuticos, también percibe los bulos sobre vacunas como algunos de los más frecuentes -y dañinos- en tiempos de crisis sanitaria. “Por poner algún ejemplo, circuló mucho la noticia de que las vacunas contenían grafeno, que además avalaban con un presunto trabajo de la Universidad de Almería, hecho que hizo dudar a mucha gente. Por supuesto, no hay grafeno ni derivados de este material en ninguna vacuna contra el Covid-19 y el documento en el que se basó esa afirmación no es un informe científico de una universidad, sino el análisis microscópico de una muestra de la que se desconoce su procedencia y su trazabilidad”.

Advierte que, aunque muchas de las afirmaciones que circulan por las redes sociales pueden no tener trascendencia, lo cierto es que “las relativas a salud pueden poner en riesgo vidas”. Es lo que opina que estamos viendo en el escenario de esta pandemia: “cuándo más hay que confiar en la ciencia, en los medicamentos y en los profesionales sanitarios y, sin embargo, cada día desayunamos con una afirmación más peligrosa que puede desembocar en el abandono de un tratamiento, en el uso de productos sin propiedades terapéuticas o, como estamos viendo, en la negativa a vacunarse con el riesgo para la salud propia y de la comunidad.

Fernández Moriano advierte que cualquier red social es susceptible de acoger y compartir bulos en salud, “por eso en el Consejo General está presente en las más importantes para poder combatirlas desde dentro. Además, tenemos convenios con rtve.es y EFE Verifica, con quienes contrastamos informaciones sobre la salud y el medicamento”.

“Con la agencia EFE pusimos en marcha Vacunacheck, un canal de comunicación sencillo con los usuarios de farmacia que pueden acceder a información contrastada y verificada contra los principales bulos que surgen en relación con las vacunas Covid-19, especialmente a través de redes sociales y plataformas de mensajería”, añade.

Como parte de la iniciativa, las oficinas de farmacia participantes disponen de un vinilo con un código QR de fácil acceso desde cualquier smartphone hacia el canal ‘whatsapp’ de EFE Verifica, en donde pueden acceder a información contrastada por los profesionales frente a los principales bulos, sean cuales sean las fuentes del rumor.

Según el I Estudio sobre Bulos en Salud entre Pacientes, de Salud Sin Bulos, la mayoría de los usuarios españoles utiliza internet para buscar información sobre salud. El 91% asegura haber utilizado este recurso en alguna ocasión. El 27% de ellos lo hace de manera frecuente -por lo menos una vez a la semana-. Los jóvenes y los adultos de 45 años o menos son los que consultan información sobre salud en internet con mayor frecuencia. Más de la mitad de ellos lo hace como mínimo con una frecuencia mensual.

El informe constata que la difusión de información falsa sobre salud es un asunto que preocupa al sector sanitario desde hace años, y que ha tenido dos grandes agravantes en los últimos tiempos: la pandemia de Covid-19, la facilidad de acceso a información masiva a través de internet y el auge de los canales digitales que permiten la difusión masiva de información, como las plataformas de mensajería y las redes sociales.

Marta Martínez del Valle, secretaria de información de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), asegura que “los bulos interfieren en nuestro día a día porque debemos dedicarles un tiempo importante que estamos quitando a otro tipo de actuaciones médicas más importantes. Es necesario que los profesionales trabajemos la comunicación con los pacientes, porque va a favorecer que esa desinformación no llegue a ningún sitio, pero también lo es encontrar soluciones para optimizar el tiempo de la consulta”.

El 79% de los profesionales sanitarios encuestados por esta sociedad considera que los medios digitales siguen siendo el principal canal por el cual circula la desinformación. De ellos, las redes sociales se sitúan como el principal canal de difusión de bulos (45%), mientras que WhatsApp y otras aplicaciones de mensajería instantánea se encuentran en segundo puesto con un 25% del total. Aunque los medios tradicionales siguen al final de la clasificación, ha aumentado en 7 puntos porcentuales la percepción de los mismos por parte de los médicos como actores difusores de información falsa sobre la salud, pasando del 14% en 2020 a un 21% en la serie publicada sobre 2021. Los formatos en los que se difunden los bulos siguen siendo principalmente digitales.

En la experiencia de los profesionales, las noticias falsas circulan principalmente a través de artículos en internet (39%), vídeos (19%), tertulias y programas de televisión (13%), fotografías y fotomontajes (8,5%).

Así, los medios tradicionales aumentan en un 6% la relevancia en comparación con los datos del año anterior, con un total del 27% de las opiniones de los profesionales ostentando el dudoso honor de haber contribuido a difundir información falsa.