La donación de sangre salva a medio millón de personas
Cerca del Día Mundial del Donante de Sangre, autoridades y pacientes agradecen un gesto que ha permitido realizar casi dos millones de transfusiones a medio millón de personas.
España roza el millón de donantes habituales, 936.687, de los cuales son 160.383 los nuevos donantes de acuerdo con los últimos datos al respecto en el Ministerio de Sanidad. Con sus donaciones se han podido realizar 1.804.500 transfusiones y se ha atendido a más de 447.000 pacientes que han necesitado sangre. El índice medio de donación en España ha sido de 35,21 por mil habitantes. Con el agradecimiento a los donantes por delante, las autoridades también quieren recordar que los hospitales necesitan sangre todos los días, e invitan a los ciudadanos que se encuentran bien de salud a que se acerquen a los puntos de donación establecidos por cada comunidad autónoma, en línea con la campaña divulgativa que se celebra en todo el mundo el día 14 de junio.
Las transfusiones de sangre y los productos derivados de esta ayudan a salvar millones de vidas en todo el mundo. Contribuyen a que pacientes con enfermedades graves, incluso potencialmente mortales, vivan más tiempo y con mejor calidad de vida, y hacen posible la realización de intervenciones médicas y quirúrgicas complejas. También desempeñan una función “vital” en la atención materno-infantil, el embarazo y en la respuesta de emergencia a desastres naturales o accidentes provocados por la actividad humana, recuerda la Organización Mundial de la Salud.
Para las transfusiones que se realizan en situaciones de emergencia, la sangre del grupo 0 negativo es la que se considera más adecuada, por eso se conoce también como el tipo de sangre universal, y en estas circunstancias se administra a todos los pacientes.
Los tipos de sangre se distinguen por la presencia unas proteínas llamadas antígenos que envuelven a los glóbulos rojos. De acuerdo con los principales, los tipos sanguíneos son cuatro: tipo A, tipo B, tipo AB y tipo O. Además, la sangre también se clasifica en función del factor Rhesus (Rh). Si la sangre no lo contiene, se habla del Rh negativo. Como se ha visto, las personas con sangre tipo 0 negativo pueden donar prácticamente a cualquier receptor; quienes tienen sangre tipo Rh negativo pueden donar a personas con sangre tipo Rh negativo o Rh positivo, las personas con sangre tipo Rh positivo solamente pueden donar a personas con Rh positivo. Por ese motivo, la demanda de 0 negativo es alta, pero no es el tipo de sangre más frecuente entre la población. En circunstancias ideales, las transfusiones se realizan con sangre donada que tiene exactamente el mismo tipo y Rh que la del receptor.
No obstante, hay ocasiones en las que se mezclan pequeñas muestras de sangre del receptor y del donante para verificar su compatibilidad. Este proceso se conoce como prueba de compatibilidad cruzada. En emergencias se puede administrar el 0 negativo a cualquier persona, sobre todo si la situación pone en riesgo la vida del paciente o si el tipo de sangre compatible de la cual se dispone es insuficiente.
Los tipos de sangre varían entre poblaciones. Como el grupo sanguíneo que tenemos es hereditario, las personas de una misma zona geográfica suelen tener los mismos grupos sanguíneos.
Grupo O, el más común
Algunos estudios amplios indican que el tipo de sangre más común en países seleccionados es el O, mientras que el menos frecuente es el AB. En España, los más comunes son los grupos O y A (45% y 42%, respectivamente), mientras que los grupos B y AB representan solamente el 13% de la población.
En el Banco de Sangre de Cataluña se ha realizado un análisis a 84.000 personas ingresadas para determinar los tipos más frecuentes. Los grupos más comunes son el A positivo y el O positivo (un 36% de la población). A continuación están el B positivo, presente en cerca del 8% de la población, el A negativo (7%), el O negativo (menos del 7%) y el AB positivo (solamente el 3% de la población incluida en ese análisis).
Los menos comunes de todos resultaron ser el B negativo (1%) y el AB negativo, que solamente se encuentra en un 0,63% de la población. Aunque los más conocidos son los tipos de sangre descritos, en realidad hay muchos más, algunos de ellos muy poco frecuentes, propios de una de cada 10.000 personas. Para los centros de donación es importante tener localizados a donantes de esos grupos para poder atender a todos los pacientes, incluidas las personas con esos tipos especiales.
Si una persona con un grupo sanguíneo poco común recibe sangre de un grupo incompatible, su organismo genera una respuesta inmunológica frente a la sangre recibida, lo que puede tener como consecuencia complicaciones graves.
Es importante conocer el propio grupo sanguíneo. Para quienes se encuentran bien de salud y no saben cuál es el suyo, una buena manera de conocerlo es acercarse a un punto de donación de su comunidad, donde le informarán y además podrá contribuir a la disponibilidad de sangre donando por primera vez.