Desigualdad en el uso de las nuevas técnicas de imagen

Las nuevas técnicas de imagen permiten clasificar y tratar mejor el cáncer de próstata, pero un nuevo informe advierte que su implantación en España es desigual.

Los expertos calculan que uno de cada tres pacientes con cáncer de próstata pueden experimentar una recaída después de haber pasado por el quirófano o haber recibido radioterapia. El motivo de este problema es la naturaleza de la propia enfermedad, pero también influyen las limitaciones para acceder a ciertas técnicas de imagen, que permiten determinar con mayor precisión en qué fase se encuentra el cáncer para poder diseñar un plan de tratamiento adecuado al perfil de riesgo de cada persona. El grupo de expertos OncoRetos insiste en que es importante disponer de forma extensa de estas técnicas. En su informe La imagen de precisión en el manejo del cáncer de próstata: PET/TC PSMA. Análisis de las necesidades y las oportunidades en España documentan la situación y hacen un llamamiento para mejorar la atención a estas personas.

El estudio es el resultado de una iniciativa de la Sociedad Española de Medicina Nuclear e Imagen Molecular (SEMNIM), que ha contado con el apoyo de este grupo de expertos y ha sido respaldado por la compañía Janssen.

Según explica Joan Castell, exjefe del servicio de Medicina Nuclear del Hospital Universitario Vall d’Hebron, el motivo de la recomendación es que hoy en día, el PET/TC PSMA es el método más sensible para evaluar la presencia de extensión del cáncer fuera de la próstata. Esta determinación es particularmente importante cuando el indicador que suele emplearse en estos pacientes, que se conoce por las siglas PSA, tienen valores bajos, “cuando multiplica por cinco la detección de recurrencia y el número de localizaciones”.

El PET/TC PSMA, tomografía por emisión de positrones/tomografía computarizada con PSMA, es una técnica de imagen no invasiva para el estudio del cáncer de próstata que emplea una proteína (PSMA) presente en todos los tejidos de la próstata.

Por ese motivo, el especialista califica estos equipos de “herramienta imprescindible” y valora que debería indicarse la realización de estas pruebas de imagen junto con la resonancia magnética pélvica de modo que se pueda caracterizar adecuadamente a los pacientes”.

Los expertos en este campo calculan que la combinación de PET y tomografía computerizada ofrece una precisión del 92% en la detección de situaciones en las cuales el cáncer se ha diseminado. Cuando se hace con técnicas convencionales, el porcentaje es de solo el 65%. Este elevado grado de precisión, y el hecho de que permite planificar las terapias de una manera óptima, explica que se hayan incluido en las guías de la Asociación Europea de Urología (EAU, por sus siglas en inglés) para detectar de forma temprana las enfermedades primarias y recurrentes.

Al poder determinar mejor en qué fase se encuentra el tumor, emplear este tipo de técnicas innovadoras facilita a los profesionales sanitarios el proceso de adoptar decisiones terapéuticas, que pueden ser intervenciones localizadas (como cirugía o radioterapia) o bien recurrir a terapias avanzadas cuando el cáncer se ha diseminado, mejorando el manejo de los pacientes con cáncer de próstata.

Todo esto hace que el colectivo OncoRetos inste a mejorar la red de asistencia de PET/TC PSMA en España. Según aseguran, “la financiación de estos equipos no debe ser una barrera, porque en estos momentos hay muchos dispositivos completamente saturados, y su distribución territorial es muy desigual, con grandes zonas de vacío asistencial.

Josep Tabernero, coordinador del grupo OncoRetos, indica que es necesario realizar un esfuerzo colectivo para incorporar el PET en el manejo cotidiano de las diferentes fases del cáncer de próstata. El experto hace hincapié en que los fondos para la obtención de los equipos necesarios no debería ser una dificultad, puesto que “haciendo uso de las nuevas técnicas de imagen se detecta de forma precoz la localización y la extensión de la enfermedad, lo que permite que no se realicen pruebas y tratamientos ineficaces, mejorando el curso de la enfermedad y reduciendo el gasto”.

En la actualidad, la PET/TC PSMA se emplea en España en el marco de ensayos clínicos y en la práctica habitual, previa solicitud (y autorización) de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), aunque el uso final está sujeto a la accesibilidad y a la financiación propia de cada centro. En 2021 se utilizó únicamente en 1.800 pacientes, de los más de 35.700 varones diagnosticados con la enfermedad.

En el Sistema Nacional de Salud (SNS) está prevista la adquisición de 47 equipos PET mediante un procedimiento de compra pública por valor de más de 114 millones de euros, que se va a financiar mediante el Plan INVEAT (Inversión en Equipos de Alta Tecnología).

El grupo OncoRetos urge a que la incorporación de los equipos adquiridos se produzca lo antes posible, e indican que es posible que el número de dispositivos exceda “con creces” la disponibilidad de especialistas con la formación necesaria para emplear estas herramientas. Por eso, Castell recuerda que existe la necesidad de reducir el impacto de la falta de especialistas y que los profesionales y centros en los que hay más experiencia se hagan cargo de las labores de formación y asesoramiento para que el acceso a las técnica, cuando llegue el momento, se produzca en las indicaciones apropiadas.

Los miembros del grupo OncoRetos también han expresado su preocupación porque la producción de PSMA está siendo insuficiente y generando largas listas de espera. Creen que el desajuste entre la oferta y la demanda de dispositivos va a ser aún más acusado cuando la AEMPS autorice su empleo en condiciones clínicas adecuadas a menos que se planifique una red territorial equilibrada para la distribución del radiofármaco que se utiliza para obtener imágenes con estos equipos.