El 80% de los casos de migraña, mujeres de 20 a 50 años

Se calcula que la migraña afecta a 5 millones de personas en España, de las cuales 80% son mujeres. El perfil típico de paciente es mujer en edad productiva, de 20 a 50 años

Las asociaciones profesionales encargadas de atender a las personas con migraña han dado un paso al frente para dar a conocer el impacto de esta enfermedad y mejorar el modo en el que se trata esta condición, que afecta a cinco millones de personas en España. Juntas, han elaborado el Libro Blanco de la Migraña, en cuya presentación se ha recordado que el 70% de los pacientes con migraña crónica no pueden llevar una vida normal. El coste que genera la migraña por paciente y año es de 12.970 euros. Más del 60% de esos gastos son costes indirectos -absentismo laboral y pérdida de productividad-.

De acuerdo con el documento, la migraña es la primera causa de discapacidad en adultos menores de 50 años. Más de la mitad de los afectados tienen un grado de discapacidad grave o muy grave, que se eleva hasta el 70% entre quienes padecen la forma crónica.

Además, la migraña puede ir asociada a diferentes dolencias (comorbilidades) que hacen que la carga de la enfermedad sea aún mayor. Las comorbilidades son más frecuentes en casos de migraña crónica. Entre ellas están la ansiedad (38% de los pacientes con migraña la padecen) y la depresión (21%). La migraña es una causa frecuente de absentismo laboral (14,6 días en trabajadores con migraña crónica) y reducción de la productividad en un 50%. De hecho, este es el factor que más tiene que ver con el impacto laboral de la enfermedad. El documento también recoge evidencias sobre la dificultad para encontrar trabajo.

Considerada en su conjunto, se calcula que el coste de la migraña episódica (no crónica) es de 5.041 euros por paciente y año; 12.970 euros por paciente y año en la migraña crónica.

En la población más joven (niños y adolescentes) la migraña también se asocia a absentismo y disminución del rendimiento académico, por lo que los expertos recomiendan mejorar su abordaje en colaboración con los centros educativos, así como fomentar la formación de los profesionales implicados en la atención a estos pacientes.

Pablo Irimia Sieira, miembro de la Sociedad Española de Neurología (SEN), considera que es el momento de desarrollar un Plan Estratégico de la Migraña de ámbito nacional, multidisciplinar e integral, que pueda ponerse en marcha en todas las comunidades autónomas para aumentar la visibilidad y la concienciación social sobre esta condición, así como destinar los recursos necesarios para su abordaje, proporcionando una atención “equitativa y de calidad en todo el territorio mediante políticas de salud específicas”.

Pablo Baz Rodríguez, miembro de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), explica que “de manera habitual, el paciente con migraña inicia el recorrido asistencial en Atención Primaria, donde se realiza el primer contacto, diagnóstico e iniciación del tratamiento”. En su servicio suelen atender a pacientes con crisis leves o moderadas, y derivan a neurología los pacientes con dudas diagnósticas, dificultad en el tratamiento o con recaídas. En su experiencia, existe un infradiagnóstico y retraso en el diagnóstico de los pacientes con migraña a consecuencia de la insuficiente difusión que se ha dado a los criterios diagnósticos, a las dificultades en la derivación a atención especializada y a falta de concienciación social.

Isabel Colomina, presidenta de la Asociación Española de Migraña y Cefalea (AEMICE) subraya que, de acuerdo con el libro blanco, “estamos ante una enfermedad infravalorada y estigmatizada, que tiene una visibilidad insuficiente, tanto en la sociedad como en el contexto sanitario, a pesar de que afecta a más de cinco millones de personas en España”. Colomina recuerda que “la migraña tiene un impacto muy elevado en la calidad de vida de las personas, afecta negativamente a las relaciones sociales, dificulta la conciliación de la vida familiar y puede reducir la productividad en un 50%, lo que la convierte en un problema de vida”.

La prevalencia de esta enfermedad es particularmente elevada en las Islas Canarias, donde se calcula que hasta un 18% de la población está afectada.