Ana Polanco, presidenta de la Asociación Española de Bioempresas (AseBio): “Para que la idea revolucionaria llegue al mercado hacen falta alianzas en la cadena de la innovación”

Tras dos años de pandemia, la necesidad de contar con un tejido empresarial e innovador en España es imperiosa. Desde AseBio se trabaja por elevar a las pequeñas y medianas empresas y Ana Polanco presidirá las operaciones que se vayan realizando.

¿Cuál es el balance que hace de sus años al frente de AseBio?

Es un balance, sin duda, muy positivo. En estos dos años, desde AseBio hemos participado de forma protagonista en la búsqueda de soluciones a la pandemia. El sector ha demostrado que sabe trabajar ágilmente. Hoy gracias a la biotecnología tenemos siete vacunas aprobadas globalmente y más de 200 en desarrollo. Los socios de AseBio han trabajado a contrarreloj reorientando su actividad, de manera que nuestras empresas, hospitales y centros de investigación han trabajado y están trabajando en 127 soluciones para acabar con el coronavirus. Hemos logrado que la agenda de recuperación, incluyendo los PERTE y diversos documentos y políticas, definan al sector biotecnológico como un sector estratégico para la recuperación económica y social del país, no sólo en el ámbito de salud, sino también en el sector agroalimentario e industrial, fundamentales para conseguir transición verde. La asociación también ha llevado a cabo una intensa labor en pro de un marco regulador y de incentivos que facilite la financiación, el desarrollo de las innovaciones y la internacionalización del sector.

¿Qué retos se plantean para el siguiente periodo de Gobierno?

En los próximos dos años, desde el equipo de Presidencia de AseBio trabajaremos para mejorar las condiciones del entorno de modo que la biotecnología siga aportando soluciones a los grandes retos de nuestra sociedad entre los que la transición verde ocupa, sin duda, un papel protagonista. Son muchos los proyectos que pondremos en marcha para que la biotecnología pueda desarrollar todo su potencial y tener un efecto cada vez más significativo en el bienestar y el progreso de nuestra sociedad. Entre las iniciativas que queremos seguir impulsando están seguir incrementando el reconocimiento público de nuestro sector y seguir aumentando nuestra presencia en la agenda pública. Europa va a ocupar también un papel relevante en nuestra labor ya que hay en marcha desde las distintas instituciones europeas una agenda de reformas de gran calado. Por ello, trabajaremos en construir una relación sólida de trabajo con los órganos de gobierno y de representación europeos. Queremos seguir estableciendo puentes fuertes entre el sector público y privado, canalizando los fondos NextGen hacia nuestro sector.

Durante la pandemia, algunas empresas españolas han mostrado su capacidad de respuesta. Sin embargo, en los grandes contratos han seguido ganando las grandes multinacionales. ¿Qué deben cambiar estas empresas para conseguir llevar su innovación al mercado?

Hay que fomentar más la colaboración entre las empresas, así como entre los distintos actores que conforman el sector de la biotecnología. La innovación hoy en día en el sector de la biotecnología es un proceso, no solo es un resultado. Para que la idea revolucionaria que nace en un laboratorio pueda llegar al mercado se necesitan alianzas a lo largo de toda la cadena de la innovación que es un proceso largo y complejo. Se crean alianzas y sinergias que son necesarias para llegar a mercado. Dada esta complejidad en el proceso de innovación, desde AseBio creemos que es necesario un apoyo a la I+D suficiente y, sobre todo, sostenido en el tiempo, y además garantizar el acceso de las innovaciones al ciudadano. La nueva Ley de Startups que salió la semana pasada y a la que AseBio aportó sus propuestas, es un ejemplo interesante. La nueva ley extiende más a las biotech que al resto la condición de empresa emergente, hasta los siete años, aunque creemos que el acompañamiento debe durar más. Desde AseBio, tenemos el foco puesto en lograr un marco adecuado para seguir avanzando en esta dirección ofreciendo nuestra colaboración a la administración para avanzar en el diseño de las políticas más adecuadas

Una de las iniciativas que siempre se ha defendido desde su patronal ha sido la de la Compra Pública Innovadora. El bagaje, sin embargo, es pobre. ¿Qué se debe cambiar?

En AseBio creemos que la Compra Pública Innovadora (CPI) es un mecanismo que puede traccionar la innovación desde la demanda, a la vez que permite a la administración incorporar innovaciones que mejoren sus servicios. La utilización de este mecanismo de CPI en España ha tenido un peso bastante relativo, y en general, el interés de las administraciones en su utilización ha estado condicionada a la cofinanciación con fondos FEDER. Además, han existido dificultades administrativas para la puesta en marcha de procesos de compra pública y los plazos se han dilatado considerablemente. Desde AseBio hemos propuesto establecer un porcentaje mínimo de contratación pública a través de este instrumento, por ejemplo, del 5%. Este porcentaje sería de cumplimiento obligatorio y contribuiría a que las administraciones hicieran uso del instrumento independientemente de la cofinanciación FEDER existente. También creemos que es necesario agilizar los procedimientos y las etapas necesarias para la puesta en marcha de un proceso de compra publica, su desarrollo y licitación.

La Ley de Contratos dice que se debe primar siempre en la contratación pública el precio del bien a adquirir. ¿Es compatible la ley con el desarrollo de la biotecnología española?

De hecho, lo que la Ley de Contratos dice es que debe de primar la oferta económica más ventajosa, es decir aquella con una mejor relación calidad/precio y que presenta las mejores condiciones, lo cual no significa necesariamente que deba ser la más barata. Desde esta perspectiva, creemos que el marco legal es compatible con procesos de compra que pongan en valor la innovación, y que, por tanto, traccione y recompense el valor añadido que proporciona. Un aspecto importante, a nuestro entender, es que las licitaciones faciliten la concurrencia de pequeñas y medianas empresas, de forma que, desde su política de compras, la administración contribuya al desarrollo del ecosistema de las pymes, tan importantes en nuestro sector. Desde este punto de vista, en AseBio abogamos por que las licitaciones se dividan en lotes, en tantos como sea posible y tenga sentido, de forma que se facilite el que puedan acceder pymes cuya capacidad de suministro sea más reducida, así como su solvencia económica. De esta forma se fomentaría la concurrencia de un número mayor de licitadores, la participación de las pymes y la diversidad de fuentes de suministro, lo cual puede ser muy positivo para la propia administración al favorecer la seguridad de suministro.

La biotecnología sanitaria está despertando el interés de los fondos de capital riesgo. ¿Cómo cree que evolucionará el año 2022?

Efectivamente, así es. En el Informe AseBio 2020 reflejamos como el sector ha atraído el interés de fuentes de financiación de una manera muy notable con un incremento, por ejemplo, del volumen de capital privado del 46% en el año de emergencia sanitaria alcanzando un total de 151 millones de euros. Nosotros hemos detectado este interés en el sector por los fondos de capital riesgo y de su relevancia para que el sector pueda seguir creciendo y desarrollando soluciones innovadoras. Por ello, desde AseBio hemos creado un grupo de trabajo compuesto por las principales gestoras de fondos de capital riesgo especializadas en ciencias de la vida. Además, la medicina individualizada es la medicina del futuro y esto es sólo el principio. Se van a desarrollar muchas más tecnologías disruptivas que permitan ofrecer al paciente un cuidado más personalizado. Confiamos en que esta tendencia en el incremento del interés de los fondos de capital riesgo se mantendrá e incluso aumentará en los próximos meses porque ellos comparten el análisis.