Eduardo Pastor, presidente de Cofares: “España es un país donde los medicamentos tienen un precio excesivamente bajo”

El presidente de Cofares ofrece una entrevista a la revista de ‘Sanidad de elEconomista’ donde repasa los principales retos del país. Sobre los últimos desabastecimientos, a los que se dirige como “escasez”, señala que uno de los problemas es que los costes de fabricación de fármacos son superiores al precio de venta.

Eduardo Pastor revalidó su mandato al frente de Cofares y presentó un proyecto hasta 2025 con los objetivos a cumplir de la distribuidora farmacéutica.

¿Cuáles son los principales objetivos de su nuevo mandato?

Tenemos programado un plan estratégico hasta 2025 y que consiste en afianzar la parte financiera de la cooperativa y nos vamos a dedicar a dar las máximas atenciones a nuestros socios para que ellos, a su vez, puedan llegar a sus pacientes de mejor forma.

Habla de afianzar la parte financiera, pero seguramente tengan en mente inversiones. ¿Qué operaciones va a haber?

El objetivo es poder disponer de un almacén de distribución farmacéutica de gama completa a menos de una hora de cualquier socio. En ese plan director logístico hemos empezado la construcción y apertura de centros en todo el territorio nacional, porque estamos presentes en todos los territorios de este país. El plan tiene una inversión calculada de 80 millones de euros y en los dos últimos años hemos abierto cinco almacenes, otros están en proceso de construcción y se completarán a lo largo del próximo año.

Cofares también dispone de dos líneas de tratamientos. ¿Veremos nuevas presentaciones?

Las dos marcas se llaman Farline y Aposán, de las que estoy muy orgulloso. La marca propia de Cofares no solo acapara casi el 51% del mercado dentro de su ámbito, si no que la aportación a la cuenta de resultados de la cooperativa es de suma importancia. Esto conlleva el poder llevar y financiar mejor el corazón de la compañía, que es la logística y la distribución.

Hablaba de resultados, ¿cómo prevé cerrar el ejercicio?

Este año ha sido bastante complicado para todos los sectores. Nosotros hicimos un presupuesto para 2022 que fue muy prudente. Este año hemos tenido gastos extraordinarios, como el de los salarios derivados de la subida del IPC, el de los combustibles fósiles, que en nuestro terreno es muy importante, y la energía. Este año, debido a los esfuerzos realizados para dar mejor servicio a los socios de Cofares, hemos tenido un aumento del número de farmacias que cuentan con nuestros servicios, lo que ha conllevado a un aumento de la facturación y, como consecuencia, de los beneficios. Hemos realizado una inversión por valor de 28 millones de euros, tanto en la parte de activos como tecnológica. Creemos que el futuro de la sanidad y donde podemos dar valor es en la producción y análisis de datos.

Entonces, ¿el aumento de la facturación del que habla paliará los efectos de las subidas de precio?

El aumento extraordinario de gastos se sitúa entre los 10 y los 11 millones de euros. Dentro de nuestros presupuestos, ya estaba previsto y hemos hecho un esfuerzo para aumentar nuestros márgenes. Las inversiones han ayudado a ello y este año los resultados serán prácticamente los mismos en términos de Ebit.

Dentro del mapa de la distribución, hay cuatro empresas principales. Ustedes son líderes a nivel nacional, pero en algunas comunidades no. ¿Piensan en incorporar cooperativas provinciales para aumentar su presencia en esos territorios?

Cofares siempre está abierto a cualquier posibilidad de colaboración de nuestro sector que tenga menos volumen. Yo soy un firme convencido de que este sector, tal y como se están desarrollando los acontecimientos, tenderá a la concentración. Como yo estoy muy a favor de la competencia, entiendo que las pequeñas distribuidoras locales de este país tendrán que anexionarse a un grupo más fuerte para poder asumir los costes, ahorrar rutas y, finalmente, dar mejor servicio a las farmacias.

Entonces, ¿hay alguna operación que esté cerca de cerrarse?

En estos momentos en la cabeza de Cofares no está ese tema. No estamos enfocados a la consecución de integrar a alguna de esas empresas. Pero también le digo, Cofares siempre está abierto a cualquier tipo de operación.

Y más allá de la distribución farmacéutica tradicional, ¿tienen miedo a otros operadores como puedan ser Correos o el gigante Amazon?

Yo no lo llamaría miedo, sino respeto. Yo sé que manejar y distribuir un producto de salud no es manejar y distribuir mercancía al uso. Las empresas de distribución de gama completa cumplen con una legislación, cumplen con un modelo y garantizan que ese producto que llega a las farmacias ni está falsificado ni ha tenido rotura de frío... En el caso de Correos, que lo ha mencionado, sería curioso que una empresa pública compitiera con empresas que estamos en el mercado. Sobre todo por una sencilla razón: la forma jurídica de la mayoría de empresas en el mercado es en forma cooperativa. Se trata de una forma jurídica, quizá poco conocida, que asegura que la distribución de medicamentos sea de forma solidaria. No se reparten beneficios a los accionistas, sino que ellos lo que esperan es que se mejore el servicio.

¿Cuántas farmacias forman parte ahora mismo de Cofares?

Entre socios y clientes llegamos a 19.000 farmacias...

¿19.000 de las 22.000 que hay en España?

Sí. Pero si contamos solo a los socios de Cofares, están entre 11.500 y 11.600, más de la mitad de las farmacias que hay en España.

En las últimas semanas hemos visto desabastecimiento de productos para la diabetes y amoxicilina infantil. ¿Está habiendo ahora más problemas que antes de la pandemia?

No ocurren ahora más que antes. Está hablando de problemas coyunturales, que siempre los ha habido. Habría que analizar las causas por las que existen estos problemas coyunturales de escasez de medicamentos. España es un país donde los medicamentos tienen un precio excesivamente bajo. La fabricación de estos productos sanitarios es superior en muchos casos al precio de venta al público. Esta es una de las causas de la escasez, que no desabastecimiento. Me explico. Escasez es una palabra que habría que poner encima de la mesa. Escaso es una cosa que existe y en un momento no hay suficientes unidades debido a la demanda, hablaba de amoxicilina. Pues bien, hay escasez en estos momentos, pero no desabastecimiento. ¿Por qué? Porque la demanda ahora es superior. Nosotros también nos dedicamos a distribuir la escasez de medicamentos. Lo digo porque alarmar a la población por una situación coyuntural es elevar la demanda. Yo soy partidario de que las empresas de distribución pongamos en comunicación de la Agencia Española del Medicamento la escasez, porque tenemos los datos directos de la industria farmacéutica. Habría que analizar cómo se está sacando el dato de ese problema [escasez en torno a ciertos productos]. Soy partidario de que las empresas de distribución, que son las primeras que pueden detectar ese problema, informen a las Administraciones, a la Aemps, ya que nosotros tenemos clara la información del suministro que nos da la industria. Otro tipo de información, como lo es el dato que conlleva a que el paciente piense o no piense que hay un producto, en mi opinión es obsoleto y no mide cuál es el problema de la escasez de ese producto. Los mensajes recibidos fuera del horario laboral, fines de semana, festivos y vacaciones no requieren respuesta inmediata a menos que existan razones de extremada gravedad o urgencia.

Ahora se está reformando la ley de Garantía. Dentro de ella se está hablando de reformular la parte de precios de medicamentos, al menos sobre aquellos considerados esenciales. ¿Qué esperan de esta reforma?

En mi opinión es una oportunidad histórica para poner negro sobre blanco lo que es un medicamento. Yo entiendo que los ahorros del Sistema Nacional de Salud no pueden ir siempre orientados al precio de un producto. Y digo esto porque curiosamente en nuestro sector el producto está siempre bajando de precio. Los medicamentos también se componen de cartonaje, aluminio y materias primas y éstas elevan su precio por costes como la energía. No podemos mantener una bajada continua de medicamentos con una subida de costes. Esto conlleva a que sea más difícil fabricar medicamentos. Estoy trabajando para que la distribución farmacéutica de gama completa figure en esa ley como una estructura crítica y vital para un país.