La resistencia a los antibióticos será la primera causa de muerte en 2050

‘elEconomista’ organizó el I Foro One Health en donde participaron un elenco de expertos multidisciplinares que acercaron la necesidad de buscar un cambio conceptual a la hora de planificar la salud humana teniendo en cuenta la salud animal y medioambiental.

Además de la conocida, hay otras pandemias que azotan con dureza a la sociedad, aunque son más silenciosas. Las consecuencias en la salud provocadas por el mal uso de los antibióticos es una de ellas, y alberga cifras tan impactantes como que, en 2050, la resistencia a estos medicamentos podría convertirse en la primera causa de muerte en todo el mundo, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), ya que se prevé que ésta sea la causa de muerte de alrededor de 10 millones de personas para esa fecha.

El abuso de los medicamentos en la salud animal y humana, la incidencia clínica de las bacterias multirresistentes o los programas y medidas de concienciación al uso racional de los antibióticos fueron algunos de los temas debatidos en el I Foro One Health organizado por elEconomista. Entre las principales conclusiones, los expertos señalaron tres pilares fundamentales en los que se debería poner el foco para poder luchar contra esta pandemia silenciosa. La primera pasa por un mayor desarrollo de los planes de salud pública, conocidos como PRAN (Plan Nacional de Resistencia a los Antibióticos). La segunda, potenciar la concienciación, tanto de los profesionales sanitarios como de la población general, del uso adecuado de los medicamentos. Por último, aumentar la inversión en prevención, un aspecto que, pese a haber cogido impulso tras la crisis sanitaria del coronavirus, todavía tiene un largo camino por delante.

Y es que, pese a no ser un tema muy mediático, una de las mayores problemáticas que existen hoy en día relacionadas con el concepto one health es la resistencia a los antibióticos. Concretamente, esto se produce cuando las bacterias aprenden a defenderse de los antibióticos por el mal uso o el abuso de los mismos, y por lo tanto, dejan de ser sensibles a estos medicamentos. Esto ocasiona que se desarrollen, sigan creciendo en nuestro interior las infecciones y terminen con muchas vidas. Tantas, que los datos hablan por sí solos. Según la Agencia Española del Medicamento, las muertes provocadas por resistencia a los antibióticos fueron 3.000 en 2019; en 2020, 4.000 y, en 2021, en Europa se contabilizaban hasta 33.000 por tanto, un 10% de ellas se producen en España. No obstante, si nos fijamos en datos proporcionados por fuentes no oficiales, pero sí científicas, como la Sociedad Española de Infectología y Microbiología Clínica, la cifra sube mucho más.

Más vale prevenir que curar

Amortiguar los efectos del cambio climático, evitar la aparición de nuevas infecciones, mejorar la calidad de vida de los pacientes la solución a todos estos factores pasa por un punto en común: mejor prevenir que curar. Aunque puede parecer más un dicho de abuela que una política eficaz y eficiente, la realidad es que se trata de la solución a la que se debe encaminar el sector en particular y la población en general.

“Prevenir es lo más importante, es más barato que diagnosticar y tratar”, apuntaron los expertos. “Venimos de una medicina reactiva y curativa que supone un coste económico y medioambiental y tenemos que virar a una cada vez más preventiva. En esto nos puede ayudar la tecnología ya que pone en contacto a todos los players del sector y les ofrece soluciones. Esto nos permite introducir una innovación colaborativa”, añadieron

Los expertos estuvieron de acuerdo en que en el futuro llegarán nuevos problemas que golpeen de lleno a la salud de las personas como lo ha hecho el Covid-19. Sin embargo, apuntaron que eso no debe ser motivo de preocupación dado que desde el sector y la sociedad se debe trabajar para que cuando estos nuevos problemas y alertas lleguen encuentren un sistema sanitario lo más fortalecido posible.

Estos nuevos problemas, de hecho, ya son una realidad. Los expertos apuntaron durante la mesa de debate que en Andalucía, concretamente en la ribera del Guadiana se han registrado los primeros casos de infección de un virus procedente del río Nilo, en Egipto. Pero, ¿cómo ha llegado un virus del Nilo hasta Andalucía? “Convivimos con animales, el 60% de sus patógenos se transmiten al ser humano. Con las migraciones de las aves se movilizan patógenos que hasta hace unos años no habían salido de África, por ejemplo. Esto también está dando lugar a la aparición de virus que ya habíamos dado por erradicados”, explicaron.

“Si algo ha puesto sobre la mesa la pandemia es la demostración dramática de lo apropiado de la frase un mundo, una sola salud (one world, one health)”, dijo Juan Fernando Muñoz Montalvo, secretario general de Salud Digital, Información e Innovación del Sistema Nacional de Salud. Con ello, Muñoz Montalvo quiso manifestar cómo los problemas de salud en un mundo global requieren de medidas y soluciones globales e interconectadas. “Precisamente, los resultados positivos han venido de la mano de esa colaboración internacional”, analizó. Un aspecto relevante en ese trabajo colaborativo ha sido el uso de la información. “La pandemia ha puesto de manifiesto la importancia de contar con datos apropiados, suficientes, precisos y fiables sobre los que poder adoptar decisiones informadas en momentos de alta incertidumbre y riesgo”, destacó Muñoz Montalvo.

La importancia de la cooperación para enfrentar los problemas que impactan en la salud pública ha quedado también patente en el hecho de que la Unión Europea contará con un nuevo programa de Salud dotado de 5.100 millones de euros. Su objetivo principal es reforzar a los países miembro ante amenazas sanitarias y mejorar los sistemas de salud nacionales. Así lo remarcó la eurodiputada Dolors Montserrat. “En este último año hemos construido en Europa los pilares de la Unión Europea de la Salud, logrando objetivos en un año que habríamos alcanzado en 20 o 30 años. Es la primera vez en la historia que la UE tiene un programa exclusivo propio, autónomo, con un presupuesto diez veces mayor”. A este respecto, Montserrat ha remarcado que “la Unión Europea de la Salud será tan sólida como lo sea el compromiso de sus estados miembro”.

María Neira, directora del Departamento de Salud Pública y del Ambiente en la OMS, recalcó en el I Foro One Health, organizado por elEconomista, que “tenemos que dejar de destruir los ecosistemas. No vamos a tener ninguna probabilidad de que nuestra salud se base en un pilar sólido si seguimos contaminando todo lo que tocamos, comemos o respiramos”. Así, ha querido incidir en que “nos va la vida y la salud en ello. Nuestra mejor barrera para defendernos de los virus con los que convivimos es proteger la naturaleza”. La idea de esta campaña, por tanto, es que cada persona piense qué puede hacer como individuo para contrarrestar la destrucción del planeta. La experta hizo un llamamiento a “descarbonizar el sector de la salud, que a nivel global representa entre un 5% y un 7% de las emisiones”.