El uso desigual de biomarcadores en España frena la medicina del futuro

Identificar a los pacientes que se benefician de las nuevas terapias de precisión requiere realizar pruebas de diagnóstico muy específicas de biomarcadores que en la actualidad solamente están disponibles en ciertos hospitales. Los expertos se preparan para su implantación en un decreto este mismo año.

La medicina personalizada de precisión es mucho más que una aspiración científica. Cada vez existen más tratamientos dirigidos a alteraciones muy específicas que tienen unas personas y otras no. Eso permite que las terapias se administren a quienes van a responder mejor a ellas y ganen en eficacia y seguridad. No obstante, este modo de hacer medicina también es una transformación tan enorme que requiere que los profesionales y la administración aceleren el paso para ponerse a la altura de los enormes avances científicos en este campo.

Los biomarcadores, que son resultados de pruebas muy específicas que identifican a los pacientes que se beneficiarán de las terapias personalizadas, no están disponibles en toda España. El Ministerio de Sanidad ha anunciado que está trabajando en un decreto para regularlos y hacerlos accesibles en todo el país. Se espera que esté operativo antes de que acabe el año. Por su parte, los profesionales tienen por delante una serie de retos formativos que muchos ya han completado, pero a los que tendrán que ir sumándose otros.

Dos recientes informes analizan la situación de la implantación de esta nueva modalidad de la ciencia y la asistencia sanitaria poniendo el acento en lo que exige la medicina personalizada de precisión a unos y a otros.

Es el caso de las Reflexiones y recomendaciones sobre diagnóstico molecular en oncología de precisión, elaborado por un grupo multidisciplinar de expertos, que puso en marcha el proyecto NexGen. Su objetivo es sumar el conocimiento de gestores, médicos, pacientes y expertos en medicina genómica con el fin de aportar a las autoridades sanitarias recomendaciones para el avance hacia un modelo de medicina de precisión efectivo que beneficie a pacientes, Administración Pública y personal clínico. Quieren contribuir para garantizar que los pacientes oncológicos tengan un acceso equitativo en toda España a las técnicas diagnósticas avanzadas, como la secuenciación masiva (Next-Generation Sequencing, o NGS), con el fin de recibir el mejor tratamiento disponible para su patología.

Álvaro Rodríguez Lescure, presidente de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) hasta el pasado octubre de 2021 es uno de sus autores. Él explica que en los últimos años el conocimiento molecular de los tumores ha permitido desarrollar tratamientos dirigidos a la especificidad de cada tumor, aunque matiza que este abordaje no es, desde luego, exclusivo de la oncología. La medicina de precisión está orientada a “tratar al paciente adecuado con la terapia adecuada en el momento adecuado”, indica.

Por ese motivo es tan necesario el diagnóstico genómico y molecular, integrado en el proceso asistencial sin que sea algo por lo cual los profesionales “tienen que luchar”. Del mismo modo que nadie cuestiona una biopsia ni un escáner o una cirugía, porque están en la cartera de servicios, el diagnóstico molecular debería ser parte de la cadena de cuidados establecidos y consolidados en el Sistema Nacional de Salud, añade. “La NGS debería estar en la cartera de servicios, accesible a todos los pacientes que necesiten ese tipo de diagnóstico”, insiste.

Pensando en la nueva realidad asistencial que derivará de la medicina de precisión, la Fundación Instituto Roche ha trabajado con un grupo de expertos de diversos campos para elaborar una propuesta de competencias en este área para los profesionales. Entre las intervenciones recomendadas a título individual figuran los biomarcadores de diagnóstico, pronóstico y tratamiento “que permiten estratificar a los pacientes, especialmente aquellos biomarcadores específicos de su campo de trabajo”, además de los biomarcadores predictivos para el diseño del plan terapéutico individualizado teniendo en cuenta las terapias asociadas a la expresión de cada uno de los biomarcadores y a la situación clínica de cada paciente.

Consuelo Martín de Dios, directora gerente de la Fundación Instituto Roche, declaraba en la presentación del documento que “para la plena incorporación de la medicina personalizada de precisión es esencial que los profesionales se formen en diferentes áreas, como la biomedicina y la biología molecular, la genómica, la salud digital, la inteligencia artificial y la bioética”. La adquisición de conocimientos en estos campos -ha añadido- contribuirá a mejorar la salud de los ciudadanos en su conjunto y de manera individual, dando un paso más para acercarnos a la medicina del futuro. Por su parte, la exdirectora de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de Sistemas de Salud y coautora del documento, Milagros García Barbero, ha añadido que el marco de competencias quiere servir de referente para iniciar el proceso de adaptación para proporcionar una asistencia de calidad a cada ciudadano.

En sus encuentros con parlamentarios nacionales y europeos, los representantes de la Fundación para la Excelencia y la Calidad en Oncología (ECO) han profundizado en las necesidades de España para adaptarse al Plan Europeo de Lucha contra el Cáncer. 30 sociedades científicas participan en su iniciativa “Cancer Now”. Los expertos hacen un llamamiento para promover la equidad en la asistencia oncológica -lo que incluiría centros monográficos, asistencia oncológica en red e importancia de Atención Primaria-. También piden que se potencie el acceso a la innovación y se garantice el acceso a los biomarcadores. El primer paso es su inclusión en la cartera de servicios del Sistema Nacional de Salud, junto con la creación de un listado básico de biomarcadores.