El nuevo curso comienzacon los mismos retos

Llegó septiembre, acabó el periodo vacacional y la rutina y los problemas nos esperan a la vuelta de la esquina. La diferencia con respecto a otros cursos es que en este los retos que tenemos por delante se parecen mucho a los de hace un año. Tendremos que seguir vacunando a la población porque el ansiado 70% es insuficiente. Ahora, la nueva cifra mágica es el 85% de la población, un porcentaje que implica prácticamente el 100% porque los menores de 12 años no se pueden vacunar. Quizá por eso la ansiedad que nos acompaña desde que comenzó la pandemia no baja. Hay un 40% de trabajadores a los que le causa estrés pensar en volver a la oficina por el Covid, pero también los hay que están hartos de no salir de sus domicilios para trabajar. En cualquier caso, según los expertos en salud pública, más allá de la vacuna, debemos alcanzar una incidencia de 50 casos por cada 100.000 una cifra casi inédita en España -fue la que tuvimos durante finales de junio del año pasado, pero desde entonces no la hemos conseguido alcanzar- para volver a pensar en algo parecido a lo que vivíamos en 2019.

En política sanitaria en general, no se ha movido nada porque no ha habido espacio para otra cosa que no sea la pandemia. Lo que sí se han pronunciado, y mucho, este verano son los tribunales. Los hemos visto dictar varias sentencias en contra de las restricciones de movimiento con incidencias desbocadas, o instar a los equipos médicos a pautar ozonoterapia en contra del criterio científico de los profesionales sanitarios. Solo nos queda por ver cuándo la Organización Médica Colegial se pondrá de acuerdo para renovar el Consejo General del Poder Judicial, ya puestos. Hay también otra sentencia, esta vez del Tribunal Supremo, sobre la reversión del Modelo Alzira, en la que los dos actores implicados han cantado victoria. La administración, el Gobierno valenciano, vitoreaba porque su decisión de revertir la concesión del hospital se mantiene firme. La empresa, Ribera Salud, -así como las patronales de la sanidad privada- también está satisfecha porque a partir de ahora las decisiones que tome un gobierno no pueden romper las reglas de déficit. Como en todo, poco habrá que esperar para ver cuál de las celebraciones tiene más fundamento: en octubre Valencia irá contra la misma empresa, esta vez en Torrevieja.

En política farmacéutica, Europa va a vivir un otoño caliente. Se va a celebrar un debate sobre la primera Estrategia Farmacéutica. Ésta busca tener una industria potente y comprometida. Va a pedir precios ajustados al valor que aporta cada medicamento, así como si ha sido o no producido en Europa. Por otro lado, se quiere luchar contra una de las mayores inequidades de la Unión: que las nuevas terapias no lleguen a todos sitios por igual. En España, de esto, sabemos mucho por nuestro master en inequidades entre comunidades autónomas.