El factor sociocultural de la mujer retrasa su diagnóstico y tratamiento

Los expertos en medicina coinciden en que abandonan su salud por la carga familiar y laboral. En patologías como las cardiovasculares o el cáncer la rapidez en la acción sanitaria es clave para mejorar la supervivencia

El diario elEconomista celebró la II Jornada sobre Salud y Mujer con la colaboración de Janssen, Organon, Roche y Vithas. Durante el encuentro hubo dos mesas de debate. En la primera de ellas, sobre la atención médica con perspectiva de género, los cuatro ponentes expertos en medicina coincidieron en destacar una preocupante realidad: los factores socioculturales de la mujer, como la mayor carga familiar y del hogar, junto a la laboral, impactan de lleno en el diagnóstico, tratamiento de sus enfermedades.

Respecto a las diferencias a la hora de enfermar entre hombres y mujeres, y en el modo de actuación de los medicamentos, José Atencia, endocrino, señaló que aunque la esperanza de vida es mayor en las mujeres, se vive con una sensación peor. Almudena Castro, cardióloga, apuntó que, pese a haber diferencias biológicas entre el hombre y la mujer, la gran diferencia entre ambos sexos es sociocultural. En este sentido, Celia Oreja, neuróloga, añadió que las mujeres, aunque se preocupan de su salud, acuden poco al médico porque tienen mucho que hacer. Pablo Irimia, experto en migraña, señaló que esta es la tercera enfermedad más frecuente y afecta más a mujeres. La migraña se da en el 12% de la población y en la mujer representa el 18%. “Hay diferencias en los tratamientos porque cuando la mujer está en edad fértil hay más dificultad de encontrar un fármaco que no altere el ritmo hormonal”, dijo.

El coloquio centró una parte en cómo el personal sanitario puede atajar los problemas socioculturales. Castro reconoció que cuando llega al hospital una mujer de unos 50 años con dolor torácico es poco frecuente que se piense de primeras en un infarto sino en un problema de estrés o ansiedad, mientras, que en el caso de un hombre se buscan directamente problemas orgánicos. Asimismo, aseguró que en estos casos las mujeres tardan más en pedir ayuda médica que los hombres. Atencia, en su campo, apuntó que uno de los grandes problemas que ven es la obesidad, que es más frecuente en las mujeres y tienen más prediabetes. “Cuando empezamos el tratamiento hay menos cumplimiento terapéutico por parte de las mujeres por la suma de factores con los que cargan”, destacó. Irimia subrayó que su impresión es que las mujeres llevan una vida más ajetreada y con más dificultad para cuidar de su salud y consultan menos al médico. “Otro problema es el estigma que hay asociado a la migraña, a veces no se le da credibilidad al paciente de que los síntomas son incapacitantes”, aseveró. Respecto a la esclerosis múltiple, área de especialización de Oreja, aseguró que hay un hombre por cada tres mujeres que la padecen.

La segunda mesa de debate versó sobre Patologías con nombre de mujer. En lo referente a las oncológicas ginecológicas, el cáncer de ovario es la principal causa de muerte en las mujeres. Y es que la mayoría de pacientes (70%-80%) se diagnostica en una etapa avanzada de la enfermedad, como indican desde Seom.

En este sentido, existen dos causas principales para la elevada mortalidad de esta enfermedad: la ausencia de síntomas específicos al inicio y la falta de métodos de detección precoz (screening) que sean eficaces y estén validados. Ana de Lara, oncóloga de la Unidad de la Mujer Vithas Madrid Aravaca, incidió en que para el cáncer de ovario “no tenemos las mismas herramientas para diagnosticarlo de manera precoz como en el cáncer de mama. Hablamos de una mortalidad del 50%”.

Respecto a esto último Santiago Lizarraga, jefe del servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital General Universitario Gregorio Marañón, indicó que “el primer tratamiento que se hace hipoteca la supervivencia a largo plazo. La mujer tiene que tener la facilidad de poder identificar dónde están esas unidades multidisciplinares para poder tratarse”. Por su parte, Javier Aspa Marco, neumólogo, especialista en Cáncer de Pulmón del Hospital Universitario de La Princesa, también quiso recalcar la falta de pruebas de detección en su especialidad. “Hace falta desarrollar estrategias de screening en sujetos fumadores entre 55 y 65 años. En mujeres siguen aumentado los casos porque se han modificado los hábitos de consumo de tabaco”.

Lucía González-Cortijo, jefa del Servicio de Oncología Médica del Hospital Quirónsalud, señaló que en el cáncer de mama hay que ver “la extensión y cómo es el tumor, es decir, los apellidos. Dependiendo de esto se diseña el tratamiento.