Multa y descontento por la reacción de la OMS a los abusos sexuales

La Organización Mundial de la Salud ha prometido una “profunda transformación” ante informes sobre abusos sexuales perpetrados por su personal. Expertos denuncian que el “comité independiente” que la recomienda ha sido designado por la propia organización y la UE le ha retirado fondos por ese motivo

Hace pocos días que la Organización Mundial de la Salud (OMS) prometía una “profunda transformación” de su estructura como resultado de un informe en el cual se ha documentado que más de 80 miembros de los equipos sanitarios desplazados en la República Democrática del Congo durante un brote de ébola, 21 de ellos empleados de la OMS, están bajo sospecha por casos de abuso sexual. En la prestigiosa publicación médica The Lancet varios expertos cuestionan la validez de esa respuesta y, según ha informado Reuters, la Comisión Europea ha decidido dejar de financiar la actividad de la OMS en el país.

En The Lancet, una serie de expertos critica “carencias y debilidades” en el propio proceso de investigación de los abusos, perpetrados entre 2018 y 2020, y piden una investigación por la vía criminal. De acuerdo con el informe, se han confirmado acusaciones de 75 víctimas, sobre todo mujeres y chicas adolescentes, también hay 12 varones, y las edades de los afectados va de los 13 a los 43 años. Aseguran fueron obligados a mantener relaciones sexuales con la promesa de obtener un trabajo, bajo la amenaza de perder el que tenían, o a cambio de dinero. Algunos fueron despedidos por negarse, y varios de los acusados se negaron a utilizar preservativos en las relaciones sexuales forzadas. Un total de 29 mujeres quedaron embarazadas a consecuencia de los abusos. Seis de ellas sufrieron abortos espontáneos, otras fueron obligadas a abortar, han dicho en el transcurso de la investigación.

La comisión ha establecido que entre los 83 acusados hay médicos, asesores, empleados que participan en tareas de vacunación, evaluación de riesgo, recursos humanos, conductores y agentes de seguridad. Entre ellos hay personal con décadas de ejercicio en el campo de las emergencias sanitarias.

Paula Donovan, co-directora de la Campaña Código Azul por un Mundo sin Sida, denuncia en esta publicación que “no hay nada siquiera remotamente independiente sobre cómo se está abordando esta serie de crímenes sexuales y la complicidad de las Naciones Unidas (organización a la cual pertenece la OMS)”. Denuncia que las Naciones Unidas son la única institución del mundo a la cual se permite que sea responsable de investigarse a sí misma. “Los miembros de la comisión independiente han sido elegidos por la OMS a dedo, han recibido fondos de la OMS y han tardado un año en emitir unas recomendaciones, en una rueda de prensa del director general de la OMS”, ha añadido.

Shelley Lees, profesora de la Facultad de Higiene y Medicina Tropical de Londres, piensa que las recomendaciones del comité son “excelentes”, con un matiz: hace falta hablar más de este problema, y las recomendaciones deberían centrarse en prevenir la explotación y el abuso sexual en todo el sector.

Nidhi Kapur, consultora independiente en materia de protección de la infancia, género e inclusión, y autora del informe CARE Internacional, se ha declarado “decepcionada” por las recomendaciones del comité, ya que considera que no han ido tan lejos como es necesario. Dice que las compensaciones para las víctimas y sus hijos no deberían ser una “consideración” sino una obligación. También considera que las recomendaciones no se centran lo suficiente en el proceso por el que la OMS debería pasar para cambiar su normativa interna. Describe la cultura de la impunidad como un entorno en el que los hombres se protegen entre ellos, como si se tratara de un club cuyos miembros son libres de actuar sin hacer frente a las consecuencias y el daño que causan. El desequilibrio en la relación de poder entre quienes sufren una crisis sanitaria y los que van a ayudar se produce siempre, pero considera que “es necesario anticiparse a estas situaciones y establecer de antemano y de forma proactiva medidas de seguridad”.

En respuesta a las recomendaciones del comité, la OMS ha elaborado un plan de acción que incluye acciones a corto plazo, como el apoyo a las víctimas y a sus familias, completar las investigaciones en marcha, lanzar auditorías y entrevistas internas y reformar la cultura y las estructuras de la organización. En los próximos 15 meses, se establecerán protocolos de actuación “centrados en las víctimas y supervivientes de abuso”, se asegurará que el personal y los altos cargos de la OMS sean responsables en materia de prevención, detección y respuesta a los abusos sexuales, y se iniciará una revisión completa de las políticas, procedimientos y prácticas de la organización para incrementar las garantías frente a estos delitos. El apoyo a los supervivientes de abusos incluirá atención médica y psicosocial y recursos para montar pequeños negocios, además de becas para la educación de los niños nacidos a consecuencia de los abusos.