La Administración pone palos en las ruedas de la nueva hematología
El encuentro anual de las sociedades de hematología y trombosis (SEHH y SETH) ha sido un espacio para presentar las innovaciones en ambos campos y para que los clínicos pidan el fin de las restricciones administrativas a terapias que pueden mejorar la vida de los pacientes... si no se les ponen trabas
En los expertos convocados en el congreso anual de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH) y la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia (SETH) se perciben sentimientos encontrados: orgullo por los avances en una especialidad que ha destacado en los últimos años por el desarrollo de terapias punteras como los CAR-T para el cáncer y el manejo de las complicaciones asociadas a Covid-19 y una serie de demandas a las autoridades por los límites impuestos a algunos de los tratamientos más eficaces en estas áreas terapéuticas.
Joan Carles Reverter, presidente de la SETH, ha lamentado que los pacientes que necesitan anticoagulantes orales de nueva generación (conocidos por las siglas ACOD) tengan que seguir solicitando los visados de inspección que hacen el acceso estas terapia más difícil y tedioso. Aunque los ACOD pueden resultar más caros que otras opciones, como los antagonistas de la vitamina K (medicamentos con efectos similares), no lo son respecto a otros de uso común (las heparinas de bajo peso molecular). En cualquier caso, su perfil en cuanto a coste-eficacia es favorable porque reducen las complicaciones, y el único motivo para limitar su uso por medios administrativos es económico, han explicado los expertos en la presentación del encuentro.
Ramón García Sanz, presidente de la SEHH, ha valorado en el encuentro las mejoras en el acceso a las terapias CAR-T en virtud de la cooperación con las autoridades sanitarias, pero también ha advertido que queda un largo camino por recorrer para aprovechar su potencial. El reto más inmediato son las nuevas indicaciones, que ampliarán de forma sustancial la población de pacientes candidatos a recibir este tipo de tratamiento. Además, el número de centros autorizados en España para su administración es insuficiente, algo que los hematólogos han venido señalando desde la aprobación del plan nacional para su implantación, hace dos años.
Uno de los grandes temas del encuentro ha sido el tromboembolismo venoso, “que causa más muertes al año que el cáncer de mama, la infección por VIH y los accidentes de tráfico juntos”. El consumo de tabaco, el sedentarismo y el sobrepeso guardan una estrecha relación con este problema, aunque menos de la mitad de la población adulta sabe que la trombosis puede prevenirse. El nuevo coronavirus ha hecho que se conozca un poco mejor esta enfermedad, ya que el propio SARS-CoV-2 puede causar episodios trombóticos. Además, el confinamiento indujo a muchas personas a pasar largos periodos de tiempo inactivos físicamente, lo que se ha traducido en un aumento de los casos de tromboembolismo vascular, incluso entre jóvenes sin factores de riesgo. Ha sido una de las grandes preocupaciones de los especialistas.
En lo tocante a otras enfermedades, se han presentado series de pacientes con datos en vida real de nuevos tratamientos para la hemofilia. María Teresa Álvarez Román, del Hospital La Paz (Madrid), ha hablado de la posibilidad de “transformar la hemofilia grave en leve” en un futuro no muy lejano.