Margarita Alfonsel, secretaria general de Fenin: “Los fondos europeos han de usarse para sentar las bases de un Sistema Nacional de Salud sostenible”

Aunque se conocen como ‘fondos de recuperación’, Margarita Alfonsel ve en los Fondos europeos la clave para transformar el Sistema Nacional de Salud, no solo para la superación de la crisis que ha desencadenado la pandemia. A su modo de ver, deben ser el pilar de un sistema más moderno, inteligente y sostenible.

¿Cuáles considera que son los retos más inmediatos para la industria sanitaria en España? ¿Cuáles serían los ‘esperables’ y los que ha expuesto con mayor crudeza la pandemia?

El reto más inmediato es la puesta en marcha de un plan nacional de promoción de la industrialización que apoye decididamente al sector de Tecnología Sanitaria, que facilite la producción nacional y que fomente el empleo y la implantación en España de empresas multinacionales con centros de fabricación, de distribución o de innovación y que creen empleo estable y de calidad. Un plan que también refuerce la contratación pública por valor y que impulse la internacionalización, entre otros aspectos. Tenemos una alta dependencia del exterior -algo de lo que nuestra Administración ha sido consciente desde el inicio de la pandemia-, y aunque el esfuerzo de nuestros fabricantes ha sido enorme para sobreproducir y reconvertir líneas de producción, es indudable que este plan que enunciamos es vital.

Lo “esperable” tras esta crisis es que seamos capaces de afrontar la fase de recuperación y la oportunidad que supone el marco de financiación de los fondos europeos Next Generation EU. Y para ello indudablemente es esencial construir una “estrategia país” que apoye, entre otros, a nuestro sector. Porque si algo hemos aprendido en esta pandemia es que sin salud no hay economía y que es preciso transformar nuestro Sistema Nacional de Salud si queremos fortalecerlo para poder afrontar con garantías otras crisis sanitarias que eventualmente se produzcan en el futuro. Y esto pasa, en gran parte, por un mayor diálogo entre el sector público y el privado, a través de la creación de marcos estables de colaboración.

Si tuviera que destacar un cambio ‘cultural’ producto de la pandemia, ¿cuál sería?

Sin lugar a duda, la industria de tecnología sanitaria es esencial y no solo por nuestro papel en esta pandemia, sino además por nuestras más de cuatro décadas de experiencia trabajando en colaboración con las Administraciones y con los profesionales sanitarios. Pero es cierto que el punto de inflexión se ha producido durante esta crisis debido al notable aumento de nuestra visibilidad como sector, ya que no solo hemos sido un aliado estratégico de las Administraciones y del sistema sanitario, sino de los propios ciudadanos. No en vano la tecnología sanitaria ha permitido prevenir contagios (dado el protagonismo de los test de diagnóstico in vitro) y proteger de la salud de todos (a través del material de protección), así como cuidar y dar soporte vital para millones de pacientes (gracias a la función esencial de los respiradores, entre otros). Y toda esta contribución, lejos de pasar desapercibida, ha sido más visible que nunca para el conjunto de la sociedad.

Por otro lado, valoramos muy positivamente que todo este conocimiento de la tecnología sanitaria y de su uso se haya traducido también en mayor prevención y educación en salud, algo que es fundamental siempre, pero más si cabe en tiempos de pandemia.

¿Y sus logros más destacados, los que la sitúan como área estratégica?

Como mencionaba anteriormente, nuestro sector ha dado numerosas muestras de su compromiso ejemplar y de su contribución para combatir la pandemia, algo que se ha materializado en fábricas doblando turnos para poder funcionar 24 horas al día, 7 días a la semana. No pocas han reconvertido sus líneas de producción hacia productos considerados esenciales, algo no exento de grandes dificultades y otras incluso han hecho públicas las especificaciones de diseño de sus productos. También hemos dado una respuesta rápida y eficaz a la hora de suministrar y rediseñar, en muchos casos en tiempo récord, equipamiento vital. Otra contribución esencial ha consistido en proporcionar soporte técnico a hospitales convencionales y de campaña a lo largo de toda la geografía nacional, a lo que se suman las terapias (especialmente las respiratorias) en domicilios, residencias de mayores, hospitales de campaña y hoteles medicalizados. Y todo ello sin olvidarnos de las soluciones de salud digital que han permitido garantizar y dar continuidad a la asistencia sanitaria, aliviando además al sistema en los momentos de mayor tensión debido a la gestión de la Covid-19. En lo que se refiere a la Federación, también hemos tratado de contribuir a la resolución de esta crisis proporcionando soluciones efectivas. La mejor muestra de ello ha sido la creación de un Corredor Aéreo Sanitario Madrid- Shanghái- Madrid gracias a una alianza con un grupo logístico, el Grupo Oesía y con Iberia. Una iniciativa que, a lo largo de más de dos meses de funcionamiento permitió traer a España (a través de 36 vuelos) un total de más de 700 toneladas de productos sanitarios (122,74 millones de equipos sanitarios). Indudablemente, llevar a cabo esta iniciativa compatibilizándola además con la ya de por sí compleja gestión de la pandemia asumida desde Fenin fue algo extremadamente complejo, pero estamos especialmente orgullosos de haber contribuido a crear este corredor y con ello ayudar a nuestro país en un momento crítico.

Un elemento de alto valor que no podemos pasar por alto es que nuestra organización coordinó eficazmente la interlocución con las Administraciones Públicas, con instituciones y organizaciones, con oficinas comerciales y económicas en distintos países a través de embajadas, canalizó donaciones de producto y económicas y estableció una estrategia de comunicación para informar y formar a la ciudadanía a través de infografías sobre mascarillas, test de diagnóstico in vitro, respiradores..., material que ha servido para aumentar el conocimiento de la tecnología sanitaria entre la población.

¿Cuál es el impulso que cabe esperar de los fondos europeos?

Los fondos europeos han de servir no solo para afrontar la salida de esta crisis, sino también para sentar las bases de la sanidad del futuro y lograr un Sistema Nacional de Salud más moderno, inteligente y sostenible. Por ello desde Fenin llevamos varios meses de intenso trabajo e interlocución con las distintas Administraciones para impulsar un “plan país”, un proyecto transformador que aproveche los datos generados en la cadena de valor sanitaria y que haga realidad el concepto de Smart Health que promovemos en la Federación. Un modelo que haga posible la Medicina de las 5P que tantos beneficios aportará a los pacientes y al conjunto de los ciudadanos como usuarios del sistema. Solo a través de la digitalización del Sistema Nacional de Salud, lograremos salir fortalecidos de esta crisis, un proceso de transformación en la que la tecnología sanitaria tendrá mucho que decir, sin olvidar el plan de industrialización enfocado a nuestro sector.

¿Cree que se dan las condiciones para cumplir los requisitos asociados a la recepción de fondos en la industria española?

España será uno de los destinatarios de un mayor número de fondos y como tal nuestro país ha de estar preparado. Es preciso dejar atrás el actual paradigma y adaptarlo a las necesidades y retos actuales, y esto pasa por un profundo cambio de mentalidad a la hora de abordar las bases y la gestión de nuestro sistema, así como el aprovechamiento de las innovaciones que hoy en día ya están disponibles para poder materializar esta transformación, tan profunda como necesaria. Es pues un complejo camino a recorrer para el que es necesaria la involucración de todos los agentes de la cadena de valor de nuestro sistema sanitario. Y en este camino, una vez más desde el sector de tecnología sanitaria ofrecemos a las Administraciones nuestra total colaboración para poner a su disposición nuestro potencial innovador, nuestro conocimiento y nuestra experiencia de más de cuatro décadas.

Aunque aún no están completamente definidos, ¿puede ofrecer una valoración sobre los proyectos que el Gobierno tiene previsto presentar?

El plan España Puede y los fondos Next Generation EU impulsados desde la Comisión Europea, suponen un antes y un después en el objetivo de poder afrontar retos tan urgentes y globales como son la digitalización, la transición a la economía verde, la brecha de género y la cohesión territorial desde el punto de vista social y económico.

Con estas bases, la transformación del Sistema Nacional de Salud ha de ser uno de los ejes prioritarios de este plan: la digitalización de la salud, el impulso y adopción de productos y servicios apoyados en la I+D+i intensiva, la modernización de su equipamiento y su imbricación directa con el tejido productivo de tecnología danitaria son parte de elementos que han de conformar la nueva cadena de valor en salud. Desde Fenin, hemos trasladado a las distintas Administraciones la importancia de la colaboración público-privada y, alineado con esta visión, también hemos compartido el proyecto que desde nuestra Federación hemos diseñado para lograr esta transformación apoyada en la economía del dato. Compartimos con la Administración General del Estado tanto los ejes fundamentales del plan como muchas de las políticas palanca y las acciones que de ellas se derivan y que soportan el proyecto Fenin.

Como mencionaba anteriormente, nuestro objetivo es impulsar conjuntamente estos proyectos y que se les dote de financiación suficiente como para definir una estrategia de sostenibilidad que permita afrontar este punto de partida pero que también haga posible la continuidad y la evolución de esta transformación.

¿Considera adecuada la proporción prevista para proyectos en salud?

Como sector clave en el proceso de reconstrucción ante la pandemia y para hacer frente a posibles crisis sanitarias futuras, hemos trasladado a las distintas Administraciones la necesidad de afrontar con garantías el proceso de transformación y esto pasa por disponer de financiación suficiente para, como decía, afrontar este punto de partida pero también, y quizá más importante, dotar financieramente una estrategia de sostenibilidad basada en el empleo del dato sanitario que permita un fortalecimiento a largo plazo del SNS y que se apoye en una estructura productiva de país en esa nueva cadena de valor.

Los fondos destinados a sanidad deben ser acordes con la importancia social y económica del sector salud en su conjunto y a priori no parece que esta proporción se contemple, por lo que reclamamos una reflexión sobre el destino de los fondos y la importancia de considerar prioritario al sector salud. Un dato relevante es que solo un 1,5% de los primeros 70.000 millones de euros será destinado a salud.

¿Cabe esperar una asignación mayor con los proyectos ‘OneHealth’ que tocan a varios sectores, además del sanitario?

El concepto OneHealth incorpora la ligazón que existe entre personas, animales y el medio ambiente en términos de salud. Obviamente, uno de los objetivos de nuestro proyecto es abrirlo a otros stakeholders de la sanidad, incorporando todas las perspectivas de interés alineado con los objetivos que Fenin plantea. Un proyecto aún más ambicioso, que incorpore aspectos no solo animales, sino también medioambientales y agroalimentarios, obviamente requeriría una financiación aún mayor, pero también reportaría un mayor retorno (en términos sociales y económicos) a medio y largo plazo.