El año de pandemia, el mejor para dejar atrás el tabaquismo

La Organización Mundial de la Salud dedica la campaña del Día Mundial Sin Tabaco a promover el apoyo a millones de personas que quieren dejar de fumar el año de la pandemia.

El daño del tabaco en la salud está probado de sobra. Se sabe que causa 8 millones de muertes al año en todo el mundo. Ahora también, hay evidencias científicas de que los fumadores tienen mayor riesgo de desarrollar las formas graves de Covid-19 y, de ser así, tienen más probabilidades de fallecer por esa causa. Este hallazgo ha sido el último empujón que necesitaban millones de fumadores para querer dejar el hábito, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Dejar de fumar puede ser difícil, más aún cuando el estrés social y económico de la pandemia se dejan sentir en el día a día, admite la propia organización. De los 1.300 millones de personas que fuman en el planeta, el 60% se ha declarado dispuesto a dejarlo, según la OMS. No obstante, lamentan que solamente el 30% de ellos tienen acceso a servicios de apoyo para alcanzar el éxito y abrazar una vida más sana. Este año, el Día Mundial Sin Tabaco, que se celebra el 31 de mayo, la campaña de la OMS tiene como objetivo ofrecer a los fumadores el apoyo que necesitan en su camino de deshabituación.

Uno de los motivos que animan a abandonar el tabaco es la evidencia de que los beneficios de dejar de fumar son prácticamente inmediatos: cuando solo han pasado 20 minutos sin fumar, la tasa cardiaca (el ritmo de los latidos del corazón) desciende a niveles normales; a las doce horas, los niveles de monóxido de carbono en la sangre, más elevados en quienes fuman, recuperan la normalidad; en las 2-12 semanas siguientes, la circulación ya mejora, y aumenta también la capacidad pulmonar.

Entre 1 y 9 meses desde el día que se deja el tabaco, mejoran significativamente síntomas típicos como la tos y la falta de aliento asociados a su consumo. Cuando han transcurrido entre 5 y 15 años, el riesgo de sufrir un ictus (infarto cerebral) es el mismo que el de los no fumadores; a los 15 años, el riesgo de padecer cualquier enfermedad cardiovascular es el mismo que el de la población que no ha fumado nunca.

Coincidiendo con el Día Mundial Sin Tabaco de 2021, la organización ha presentado un total de 100 motivos para mantenerse alejado del humo del tabaco. Lógicamente, incluye las razones más conocidas, pero es lo suficientemente exhaustiva para detallar también otras de las que no se oye hablar tanto. Quizá la más “urgente”, en tiempos de pandemia, es la reciente asociación del hábito de fumar con el mayor riesgo de desarrollar Covid-19 en su forma más severa, pero hay mucho más.

En la piel, el tabaco favorece la formación de arrugas y empeora el aspecto, algo que se sabía, pero también incrementa las probabilidades de desarrollar psoriasis. Algunos efectos del tabaco en las personas del entorno del fumador son conocidos, como el mayor riesgo de cáncer de pulmón. Además, quienes están cerca de los fumadores son más vulnerables a la hora de desarrollar diabetes tipo 2. En el caso de los niños expuestos al humo del tabaco “de segunda mano”, además del asma, existe más propensión a padecer infecciones de oído.

En el aparato respiratorio, se ha visto que fumar multiplica por dos las probabilidades de que una forma latente, sin síntomas, de tuberculosis, se manifieste de forma activa. Los pacientes en esta situación evolucionan peor que quienes no fuman. Se calcula que un cuarto de la población mundial tiene tuberculosis en su forma latente.