Nueva terapia anti-Covid al borde de la aprobación en la UE

El comité asesor de la Agencia Europea del Medicamento ha recomendado la combinación de anticuerpos de Roche y Regeneron para su aprobación por la Comisión Europea.

El comité científico de la Agencia Europea del Medicamento acaba de recomendar la combinación de anticuerpos experimental denominada REGN-COV-2, desarrollado por Regeneron y Roche, para pacientes ambulatorios (no hospitalizados) con Covid que no necesitan terapia con oxígeno, pero están en riesgo de desarrollar enfermedad severa. La recomendación, el paso previo a su aprobación en la UE, se basa en datos preliminares en fase I/II y III y da fe de que la investigación en el campo de las terapias anti-covid avanza, aunque el vertiginoso desarrollo de vacunas contraste con la aprobación de tratamientos para la enfermedad, que van llegando con cuentagotas.

Cuando preguntan al inmunólogo Anthony Fauci, asesor presidencial y director del estadounidense Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas (NIAID), si cree que la respuesta a la nueva enfermedad flojea en algún punto, él admite que hay una disparidad considerable entre el ritmo al cual se ha conseguido desarrollar vacunas frente al nuevo coronavirus y la “sonora” ausencia de resultados sólidos (en la ya famosa fase III de investigación) en cuanto a tratamientos específicos para la Covid.

“En el tratamiento de los pacientes críticos, un medicamento tan sencillo y tradicional como la dexametasona ha sido el fármaco que de manera más drástica ha reducido la mortalidad, junto con otras moléculas que actúan contra la inflamación que se produce por la infección”, ha reflexionado en un reciente encuentro virtual con el editor jefe de la revista científica de la Asociación Médica Americana (JAMA).

En cuanto a la terapia precoz para evitar la enfermedad severa y la hospitalización, “no hay tratamientos contundentes”. Los anticuerpos monoclonales tienen la dificultad “logística” de que en un escenario ideal deberían ser utilizados de manera precoz, pero tienen que administrarse por vía intravenosa, y eso requiere tener al paciente en un hospital, “lo cual es paradójico”.

El plasma de convaleciente [obtenido de pacientes que han superado la infección, como la terapia que estudia actualmente la compañía española Grifols] funciona cuando el sujeto no tiene muchos anticuerpos, pero no tan bien cuando la persona empieza a producir los suyos, ha dicho Fauci.

“Lo que realmente necesitamos, y va a llevar un tiempo, pero hay candidatos prometedores, es lo que hicimos con el VIH/sida y la hepatitis C: antivirales de acción directa muy eficaces contra SARS-CoV-2”, ha indicado. El experto considera que cabe la posibilidad de que, entre las líneas en desarrollo e investigación actuales existan terapias de este tipo: Un tratamiento que, administrado en fases leves, suprima el virus.

África González, catedrática de inmunología del CINBIO (Universidad de Vigo) y presidenta de la Sociedad Española de Inmunología hasta 2020 está de acuerdo con Fauci en que ayudaría mucho contar con antivirales eficaces para tratar a los pacientes ya infectados con el SARS-CoV-2. “El problema -ha explicado- es que los fármacos antivirales tienen que bloquear parte del ciclo del virus que necesita para reproducirse. Los cambios (mutaciones) que se producen cuando los virus se replican les permiten desarrollar resistencias a los fármacos”. Como recuerda González, “se han probado cientos de antivirales, pero no es fácil conseguir uno que elimine por completo el virus”.

Entre los otros medicamentos de esta misma familia, “los únicos que han demostrado eliminar por completo un virus son en realidad combinaciones de varios fármacos antivirales frente al virus de la hepatitis C”. Al margen de estos, indica que no hay hasta el momento ningún antiviral que “cure” por completo una enfermedad causada por virus, aunque sí es posible que hagan disminuir la carga viral enormemente. Es lo que sucede con los patógenos que causan la hepatitis B, el sida, y otras enfermedades de este tipo.

En cuanto al tratamiento de los pacientes graves, la experta destaca que la dexametasona y los anticuerpos monoclonales han conseguido bloquear la tormenta de citoquinas (sobre todo el bloqueo de la interleucina 6-conocida como IL-6), disminuyendo en un 50% los casos de muerte por Covid. Entre los antivirales ha mostrado cierto efecto, “pero no de forma muy llamativa” remdesivir. Aprobado por la agencia estadounidense del medicento (FDA) está la combinación de un anti-inflamatorio (baricitinib) junto con remdesivir, aunque la evidencia científica es menor que con dexametasona y remdesivir. En ese arsenal destaca también los anticoagulantes y, administración de vitamina D en pacientes con niveles bajos.

González indica también varios tipos de inmunoterapias que se están estudiando, entre las cuales destaca la transferencia de plasma obtenido de pacientes convalecientes (o vacunados), los concentrados de anticuerpos obtenidos a partir de plasma y anticuerpos monoclonales neutralizantes frente al virus (bamlanivimad o combinación de casirivimab e imdevimab). “Se ha visto que tienen que administrarse en etapas tempranas, no cuando el paciente está ya en estado grave o crítico. Estos tres tipos de inmunoterapias servirían no únicamente para personas ya infectadas, sino también como estrategia para la prevención entre población que tiene una situación de alto riesgo de contraer la infección, ya que los anticuerpos que se transfieren en cualquiera de ellos pueden durar aproximadamente un periodo de 21 días”, ha explicado. Asimismo, ha recordado que también se están llevando a cabo ensayos clínicos con terapias que buscan potenciar la respuesta inmunitaria con anticuerpos monoclonales y terapia celular, entre otras posibilidades. “Por ahora, todo está en fase de ensayos clínicos”, ha matizado. Para esta experta, en un contexto de pandemia la mejor estrategia es prevenir la enfermedad, sus secuelas y, por supuesto, las muertes... “y eso se consigue con las vacunas”.

“Los tratamientos antivirales son eficaces cuando el virus ya está presente, o solo durante un tiempo de forma preventiva. Con las vacunas, el sistema inmunitario del paciente se pone en marcha, genera memoria y está protegido frente a la enfermedad durante largo tiempo. Aún no sabemos cuánto; en los últimos estudios en pacientes con infección, esa memoria se mantiene pasados ocho meses, con la vacuna puede ser mucho más”, ha aclarado.

En su último repaso a la situación actual de las terapias contra el nuevo coronavirus, la revista JAMA ha documentado miles de ensayos clínicos aleatorios de potenciales terapias para la Covid registrados solo durante los 100 primeros días desde el estallido de la pandemia.

Los autores recuerdan que las dos grandes categorías de medicamentos en investigación son antivirales y moduladores de la respuesta inmune: o combaten el virus o bien atenúan la respuesta de nuestras defensas para que no sea dañina.

Rafael Cuervo, responsable médico del área de terapias Covid de GlaxoSmithKline en España, explica que la compañía está trabajando precisamente en esos dos tipos de tratamiento. Uno de ellos, VIR-7831, es un anticuerpo monoclonal, pero también un neutralizador del virus. Por un lado, el fármaco impide que el virus entre en las células, por otro impide que el sistema inmunológico destruya las células que han sido infectadas. Otro anticuerpo monoclonal de la compañía, otilimab, está siendo investigado en el ensayo OSCAR por su potencial acción en personas infectadas con compromiso respiratorio, ya que el compromiso respiratorio se debe a una respuesta inflamatoria exagerada. “Estamos trabajando en abordar la pandemia desde todos los puntos de vista posibles, no solo con vacunas sino con soluciones para que los pacientes sobrevivan y no padezcan repercusiones. Todos trabajamos no para vivir en la nueva normalidad sino para recuperar la normalidad de antes, convertir la enfermedad en algo sin las respuestas tan graves que estamos viendo”, ha afirmado.

Por otra parte, los alentadores resultados de plitidepsina, desarrollado por PharmaMar, han impulsado la puesta en marcha de estudios en fase III para estudiar este medicamento, “con un mecanismo de acción único es efectivo independientemente de la cepa del virus”, según Pablo Avilés responsable de investigación preclínica de la compañía.