La medicina personalizada gana terreno en favor de la sostenibilidad

Expertos en diferentes disciplinas destacan el potencial de la medicina personalizada como motor de la eficiencia y la sostenibilidad. Aplicada en oncología, generaría ahorros millonarios al evitar la atención sanitaria por complicaciones asociadas a tratamientos ineficaces o efectos secundarios evitables.

Los expertos tienen claro que cuando se trata de sostenibilidad la cuestión es gastar mejor, no necesariamente gastar menos. Así se planteó en el marco de dos recientes encuentros. Uno de ellos ha sido la presentación de un nuevo documento en el que un comité de especialistas en distintas disciplinas plantea recomendaciones para que la transformación digital del sistema sanitario incorpore la medicina personalizada de precisión.

Adrián Llerena, presidente de la Sociedad Española de Farmacogenética y Farmacogenómica, ha presentado como referencia de esa estrategia de “gastar (invertir) mejor” las cifras sobre coste de la atención a personas con cáncer (500 millones de euros anuales). Entre el 10% y el 20% son gastos del tratamiento de efectos adversos. Álvaro Rodríguez-Lescure, presidente de la Sociedad Española de Oncología Médica, ha añadido que la desescalada de los tratamientos, que permite mantener la eficacia con menos terapias, es una opción que ofrece ventajas a los pacientes pero no siempre es posible por el análisis de datos que requiere.

Federico Plaza, vicepresidente de la Fundación Instituto Roche, ha añadido que la mejor inversión en salud puede ser diferente a la contención del gasto, pero ofreciendo un saldo positivo en términos de eficiencia ganada.

Esa atención al paciente como clave de todos los procesos es algo que ocupa cada vez más los debates sanitarios, en los que se habla también del impacto económico de pasar por alto esta consigna. En el otro encuentro sobre medicina personalizada Bill Anderson, director ejecutivo de Roche Pharmaceuticals, ha señalado que la evolución del gasto sanitario está superando el ritmo de crecimiento del PIB, y que aproximadamente el 30% de los recursos sanitarios se usan de manera ineficiente. A esto añade que los incentivos para la industria rara vez tienen en consideración la necesidad de situar a los pacientes “en el centro”, como suele denominarse a esa tendencia en el sector. Los incentivos están sobre todo orientados a recompensar a las compañías farmacéuticas o biotecnológicas en función del volumen de terapias que suministran, sin atender al valor que aportan, algo que considera un error. De hecho, a su modo de ver este modo de abordar las cosas impregna todo el sistema. “La atención sanitaria que se proporciona hoy en día rara vez tiene al paciente en el centro. Tiende más bien a hacer que el paciente tenga que seguir los procesos del sistema, en lugar de hacer que éste sea el que se adapta al paciente”, ha declarado.

En su opinión, hay una “tremenda oportunidad” -pendiente de aprovechar- para que la atención sanitaria dé el paso de dejar de tratar enfermedades para “cuidar de las personas”.

La enorme cantidad de datos relevantes que se han ido generando en los últimos años necesitan ser compilados y analizados para tener un impacto real en la atención a los pacientes. La gestión de esa información, con un abordaje “integrativo y global” será parte clave del camino hacia la medicina verdaderamente personalizada, ha explicado. “En lugar de pensar en los elementos de la atención por separado, actividades como la prevención, el tratamiento, el diagnóstico y la monitorización deberían formar parte de un todo, con la tecnología y la ciencia médica como soportes, para optimizar la atención a los pacientes.

La pandemia ha supuesto un escollo que está afectando a los avances en este campo, pero “no debemos olvidar que la mayor parte de los retos que tiene ante sí la atención sanitaria no guardan relación con ella”, ha apuntado. “Cada vez más personas pensamos que la atención personalizada y mejorada constituye un beneficio para toda la sociedad. No es un coste ni una carga, la ineficiencia sí lo es”.