CSIC y Vitro comercializan un test de anticuerpos con un 99% de fiabilidad
Tras destacar por el desarrollo de una vacuna contra el coronavirus, en el que se apoya en la empresa gallega Zendal para su producción, el centro de investigación público acuerda con la firma Vitro la comercialización de un test que supera al resto.
La pandemia ha sacado relucir muchos de los defectos del sistema sanitario, como la falta de profesionales y la escasa planificación para fortalecer la atención primaria. Sin embargo, también ha servido para comprobar que en España se hace muy buena ciencia y que existe capacidad industrial para llevar la investigación básica al mercado.
El Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha estado detrás de varios adelantos que si existiera más conciencia de colaboración público-privada en nuestro país (y bastante más inversión en I+D dentro de los Presupuestos Generales del Estado) habrían cambiado mucho antes el porvenir de España en la pandemia. Cuando el país asistía atónito, encerrados en casa, a una pandemia que ha puesto patas arriba hasta los mismos cimientos de las relaciones interpersonales, el CSIC comenzó a ensayar con una vacuna que hoy ya se prueba (o se va a probar de forma inminente) en humanos. Lo que antes hubiera acabado en un titular curioso de algún dominical, esta vez, traspasó la frontera científica y atrajo el interés industrial para poder llegar al mercado.
También al principio de la pandemia se dio otra colaboración importante, si bien esta vez fue en dirección inversa a la habitual. Fue una empresa privada, PharmaMar, la que se dirigió a los científicos del CSIC para que comprobaran si su medicamento Aplidina podría tener capacidad antiviral y se pudiera utilizar contra el coronavirus. Hoy, este medicamento está en última fase de ensayo clínico en Reino Unido y en breve podría obtener también la autorización en España para poder determinar su eficacia.
La última de estas colaboraciones público-privadas se ha dado con la empresa Vitro, que le ayudará a llevar al mercado un prototipo de test de anticuerpos que tiene una fiabilidad del 99%. La gran diferencia entre este kit y otros que se han comercializado con anterioridad es que en esta ocasión se utiliza la proteína Spike al completo, en lugar de partes de ella. Además, es suficiente con una gota de sangre y ofrece los resultados en cuestión de una hora. Su implantación en los hospitales españoles será tarea de la empresa mencionada, con sede en Sevilla e instalaciones en Granada.
Este test se podría asimilar con la técnica que hasta ahora era la preferida por los infectólogos: la ELISA. Sin embargo, presenta también innovaciones que facilitan su uso. Estos últimos necesitan mayor cantidad sanguínea que una simple gota, como la que requiere este dispositivo. Está disponible desde mediados del mes de febrero.