Los médicos del Sant Joan de Deu consiguen curar la ceguera

Noa, de 12 años, que padece una distrofia hereditaria de la retina, había empezado a leer en Braille porque sólo conservaba un 3% de la visión y lo ha podido dejar después de la terapia. Es la primera vez que este hito se consigue en España

Por primera vez en España, un equipo de profesionales del Hospital Sant Joan de Deu de Barcelona ha tratado con terapia génica a una niña de 12 años que nació con una distrofia hereditaria de la retina que amenazaba con dejarla totalmente ciega. Antes de recibir el tratamiento, la niña, que había nacido con una visión muy reducida, la había perdido progresivamente y sólo conservaba un 3%. La administración de la terapia ha permitido frenar el avance de la enfermedad, ha mejorado su visión central hasta un 10% y, especialmente, su visión periférica (por ejemplo, su capacidad de deambulación en un entorno de penumbra y oscuridad).

Hasta ahora no se disponía de ningún tratamiento para combatir esta enfermedad y las personas que la padecían acababan perdiendo totalmente la visión. Ahora, Noa ya no necesita leer en Braille porque puede leer textos en una letra de cuerpo 16, puede ir en bicicleta y se puede mover con seguridad en un entorno de penumbra.

La terapia que ha recibido contiene una sustancia activa, voretigén neparvovec, que actúa sobre el gen RPE65, uno de los genes mutados en algunas distrofias hereditarias de la retina. Este gen se encarga de codificar una proteína que ayuda a convertir la luz que entra al ojo en señales eléctricas que se transmiten al cerebro y que crean las imágenes que vemos. Cuando el gen RPE65 presenta una mutación patogénica, la proteína no funciona correctamente y el ciclo visual se ve interrumpido.

El gen RPE65 sólo está implicado en dos de las enfermedades que forman parte del grupo de las distrofias hereditarias de la retina: en algunas amaurosis congénitas de Leber y algunas retinosis pigmentarias. La terapia génica Luxturna está indicada sólo en las distrofias de retina secundarias a mutaciones en el gen RPE65. Para que sea eficaz, además, es imprescindible que el paciente presente esta mutación en ambas copias del gen -el del padre y de la madre- y que todavía conserve células de la retina funcionales en el momento de recibir el tratamiento -es decir, que aún conserve visión-. La edad de aparición es variable y puede ir desde la infancia hasta la edad adulta joven.

¿En qué consiste la terapia?

La terapia, que ha sido desarrollada por Novartis, consiste en modificar genéticamente un virus no patológico para introducir una copia funcional del gen REP65 que, una vez dentro del ojo del paciente, reemplace al mutado, acceda a las células de la retina que todavía están vivas, codifique la proteína RPE65 sana y reactive el ciclo visual. El virus modificado genéticamente se administra al paciente, mediante una inyección, debajo de la retina. La intervención, que dura unos 45 minutos aproximadamente, se hace primero en un ojo y se repite, al cabo de una semana, en el otro.

Debido a la extremada complejidad de la intervención y la gran precisión que requiere, el equipo médico que trató a Noa hizo primero una simulación previa con todo el equipo implicado en un ojo artificial. Esta simulación ha sido incorporada al catálogo de buenas prácticas de la farmacéutica Novartis. Luxturna -es el nombre comercial de la terapia- es la única terapia génica autorizada para las distrofias hereditarias de retina. El oftalmólogo que ha tratado a Noa, Jaume Catalán, destaca la importancia de este avance.