La investigación respalda desescalar la quimioterapia en cáncer cervical
Una investigación sobre la posibilidad de restar la quimioterapia después de emplear quimiorradiación en pacientes con cáncer de cérvix localmente avanzado es uno de los estudios seleccionados para la sesión plenaria del último congreso de la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO)
Los estudios sobre nuevos tratamientos que se presentan en los congresos científicos suelen ser el centro de atención. En esta edición del congreso anual de ASCO, uno de los cinco seleccionados es un análisis sobre la posibilidad de evitar recurrir a la quimioterapia en grupos específicos de pacientes con cáncer cervical: localmente avanzado y que han pasado por quimiorradiación. Es una investigación sobre un grupo de casi mil pacientes que, según la presidenta de la sociedad científica, Lori J. Pierce, “proporciona evidencias claras de que añadir quimioterapia después de la quimiorradiación no prolonga la supervivencia, lo cual tiene efectos inmediatos en la práctica y permitirá ahorrar a nuestros pacientes la toxicidad y los efectos secundarios de una quimioterapia añadida”.
También se ha hablado de un “cambio de paradigma” en el modo de establecer cuáles son las dosis óptimas de medicamentos a raíz del estudio de Rajendar K. Mittapalli y su equipo sobre la necesidad de ajustarlas únicamente por los indicadores iniciales de eficacia y seguridad, sino de volver a ellas basándose en los resultados en salud a partir de “las variables clínicas más relevantes”.
En la sesión plenaria se han dado a conocer los resultados de la radioterapia con un radioligando experimental (177Lu-PSMA-617) en cáncer de próstata metastásico resistente a la castración en más de 800 pacientes, que el desarrollador tiene previsto presentar a las agencias regulatorias para su aprobación en vista de sus resultados de eficacia en cuanto a aumento de la supervivencia global. La inmunoterapia (toripalimab) combinada con el tratamiento convencional ha dado buenos resultados en carcinoma nasofaríngeo, con datos también presentados en la sesión estrella del congreso. Asimismo, en cáncer renal se ha empleado un fármaco (pembrolizumab) para reducir la recaída después de la cirugía en un estudio en el cual se incluyeron más de 900 pacientes.
La organización ha seleccionado asimismo el estudio CheckMate 648, en el cual se compara la combinación de dos fármacos que estimulan la respuesta del sistema inmunológico del paciente contra el cáncer (nivolumab e ipilimumab) frente al tratamiento convencional en carcinoma esofágico avanzado de células escamosas con buenos resultados. En su presentación el investigador principal, Ian Chau, del Hospital Royal Marsden de Sutton (Reino Unido) ha destacado que “la mejoría en supervivencia destaca el impacto de la inmunoterapia en el tratamiento del cáncer, y debería ofrecer nuevas opciones a un grupo de pacientes que con mucha frecuencia se diagnostican cuando la enfermedad ya ha comenzado a extenderse”.
La presidenta de ASCO también ha comentado un estudio que se inscribe en el apartado de prevención. A partir de los datos de 657.317 individuos se ha observado que la incidencia del cáncer cervical se ha reducido un 1% anual a lo largo de los últimos 17 años coincidiendo con la aplicación de guías sobre vacunación frente al virus del papiloma humano -relacionado con el riesgo de desarrollar este cáncer- y las campañas de cribado. Aunque “todavía queda mucho por hacer”, Pierce considera que es una excelente noticia y un reflejo de los efectos positivos de vacunar e identificar a las personas en riesgo de padecer este tipo de cáncer.
Un equipo español liderado por Alejandro Falcón, del Hospital Virgen del Rocío (Sevilla) ha presentado en ASCO los resultados de su trabajo en cáncer avanzado de endometrio con un medicamento llamado lurbinectedin en combinación con irinotecán, con beneficios observados más allá de los 12 meses de tratamiento.
Este año, el lema del encuentro científico es Equidad, todos los pacientes, todos los días, en todas partes. En esa filosofía se ha inspirado la organización para apoyar y hacerse eco de los resultados de nuevos estudios sobre disparidades en el tratamiento del cáncer “para conocer mejor los mecanismos que dan origen a la desigualdad y cuáles son las intervenciones necesarias para cambiar las vidas de las personas con cáncer”.
En el congreso se presentarán 57 trabajos que abordan temas como la desigualdad de género en las publicaciones especializadas en oncología, métodos para garantizar la equidad en los ensayos clínicos, la percepción de los especialistas en cuanto a dificultades en el ejercicio de la profesión relacionadas con las diferencias de género -en un estudio en el que participan oncólogos y hematólogos- e incluso diferencias sociales y étnicas relacionadas con la salud cardiovascular después del cáncer.