Diagnóstico rápido para reducir la factura de la neumonía: 115 millones

Además de causar 10.400 muertes al año, la neumonía genera unos costes de 115 millones de euros, solamente en hospitalización. El grupo de expertos GEDRA ha compartido con los parlamentarios sus recomendaciones para reducir esa factura evitando hospitalizaciones y tratamientos inadecuados

Los expertos que integran el grupo de diagnóstico rápido GEDRA han compartido con un grupo de parlamentarios sus recomendaciones y se han puesto a su disposición para apoyar futuras iniciativas en el ámbito del diagnóstico rápido de la neumología, una enfermedad infecciosa que genera unos costes crecientes. Jorge Mestre, profesor de la Universidad Carlos III de Madrid ha recordado en la reunión que existen estudios según los cuales el coste de la patología está incrementándose, sobre todo en la partida de gastos indirectos (+36%). El coste medio de la neumonía, por paciente, ronda los 1.500 euros. De acuerdo con su análisis de la situación, sería posible generar ahorros significativos a partir del diagnóstico rápido, que evitaría tanto hospitalizaciones como tratamientos erróneos. Para su financiación se ha propuesto explorar nuevos modelos económicos que tengan en cuenta estos factores.

Antoni Torres, catedrático de neumología en la Universidad de Barcelona, ha recordado que la neumonía es una enfermedad infecciosa muy frecuente en adultos y en niños, y que su diagnóstico microbiológico -con la identificación del microorganismo que causa la enfermedad- es clave para ajustar el tratamiento con antibióticos, evitar resistencias y reducir la mortalidad. Dado que los métodos tradicionales son demasiado lentos, considera crucial disponer de mecanismos rápidos y técnicas moleculares validadas y que sean coste-eficaces. Durante la pandemia -ha añadido- ha quedado aún más patente esta carencia de agilidad en los procesos diagnósticos. Este especialista se muestra partidario de tener una visión a medio y largo plazo, dedicando una mayor inversión a la investigación en el campo de la neumonía.

Para José María Eiros, jefe del servicio de microbiología del Hospital Universitario Río Ortega de Valladolid, es fundamental que se garantice un servicio de este tipo durante los 365 días del año y disponible 24 horas, aunque a fecha de hoy esto solamente ocurre en un 50% de los servicios hospitalarios de microbiología. También considera clave que se mantengan los flujos de información desde ese servicio hasta los clínicos que son quienes adoptan las decisiones sobre el tratamiento, con el objetivo de acelerar resultados y reducir mortalidad, complicaciones y evitar las resistencias bacterianas. Para ello habría que impulsar protocolos y guías clínicas hospitalarias acordes con los programas PROA (Programas de Optimización de uso de Antimicrobianos) “que sitúen el diagnóstico molecular en el lugar que merece”.

Los equipos PROA se van implantando en los hospitales españoles como una estrategia cada vez más extendida para combatir la resistencia a los antibióticos. En el Hospital Quirónsalud Barcelona, donde empezó su andadura a finales del año pasado, lo integran personal de los servicios de medicina interna y enfermedades infecciosas, microbiología, control de la Infección, farmacia hospitalaria, pediatría y medicina intensiva.

Un equipo de investigadores del Hospital Universitario HLA Moncloa ha publicado un análisis sobre el impacto de poner en marcha un programa de este tipo para intervenir en el uso de medicamentos antimicrobianos. Este trabajo, publicado en la revista científica Ilaphar (Revista Iberoamericana de Farmacia del Sistema Sanitario) confirma la efectividad del programa PROA.

En la revista Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica, se ha publicado un repaso a los estudios en este campo. En él los autores investigan la evidencia disponible sobre el equilibrio entre coste y beneficio de los métodos de diagnóstico rápido en microbiología clínica. De acuerdo con sus observaciones, existen dificultades para establecer si se produce ese equilibrio, entre otros motivos porque la ausencia de un procedimiento uniforme de compra entre centros hace que no exista un precio de referencia para cada prueba, a diferencia de lo que sucede con los medicamentos, con precios regulados que pueden usarse para el estudio. No obstante, y a pesar de que emplean métodos diferentes para calcular los gastos -sobre todo los indirectos- en esa revisión se aprecia que en todos se llega a la conclusión de que existe una ventaja económica derivada de la información rápida sobre microorganismos causantes de enfermedad.

María Jesús Pareja, directora gerente del área de gestión sanitaria sur de Sevilla, que también ha participado en el encuentro, ha compartido la experiencia en la red de laboratorios de Andalucía, con la creación de un grupo de trabajo que sirvió para coordinar las acciones en la comunidad autónoma durante la pandemia. Según ha explicado, la primera lección aprendida fue la necesidad de contar con una producción nacional para poder hacer frente a situaciones críticas. En Andalucía, los modelos de compra desarrollados han permitido unificar criterios a la hora de adquirir estas herramientas de diagnóstico en plataformas provinciales.

Ricard Ferrer, jefe del servicio de medicina intensiva del Hospital Universitario Vall d’Hebrón, recuerda que en el caso de los pacientes graves es aún más importante ajustar el tratamiento antibiótico, y hacerlo con celeridad, ya que la mortalidad aumenta con los retrasos en esta intervención.