La tecnología y la digitalización de la atención definen el futuro de la diabetes

En España hay pacientes que no pueden beneficiarse de las últimas novedades porque hay diferentes criterios de financiación entre comunidades autónomas

En la actualidad hay en Europa aproximadamente 60 millones de personas que sufren diabetes, mientras que, en España, esta cifra se sitúa en 6 millones, es decir, que el 14% de la población padece esta enfermedad, y su prevalencia aumenta sin cesar. Esta situación supone un desafío para cualquier país y obliga a redefinir los sistemas para un correcto abordaje de esta patología.

Las innovaciones en el abordaje de personas con diabetes están logrando una mejora de su calidad de vida y la de sus cuidadores, entre otros motivos, porque evitan complicaciones a medio y largo plazo. Entre las novedades con mayor impacto sobre la atención de estos afectados, destacan la monitorización continua de glucosa en tiempo real, la monitorización a demanda y los sistemas con parada predictiva en previsión de hipoglucemia o sistemas híbridos de asa cerrada. Según el presidente de la Sociedad Española de Diabetes (SED), el doctor Antonio Pérez, “estos avances permiten mejorar la calidad de vida de las personas con esta patología, entre otros motivos, porque facilitan la administración de la insulina, evitan las descompensaciones o les ayudan a tener que tomar menos decisiones y prevenir posibles errores mediante el sistema híbrido”.

A finales del 2020, MedTech Europe, publicó el documento Una visión sobre las soluciones digitales para el cuidado de la diabetes en Europa que señala que la transformación digital permite que los sistemas gestionen los costes y utilicen sus recursos eficientemente, mejoren la calidad y continuidad del cuidado de estos pacientes, eliminen las barreras geográficas para el acceso al cuidado, y promuevan la colaboración entre los agentes del sector para el desarrollo innovador de nuevas soluciones. Aunque las novedades tecnológicas deberían estar disponibles para todos los pacientes que lo requieran, como ocurre en otras enfermedades, Piedad Navarro, coordinadora del grupo de trabajo de TID de Fenin, considera que no es así y que depende de cada comunidad autónoma, que establece su estrategia y protocolos asistenciales y define el presupuesto que dedica. En este sentido, demanda que se cubran estas necesidades, que se cumpla el principio de equidad y se permita el acceso del Sistema Nacional de Salud a todos los pacientes, con independencia de su lugar de residencia.

Una de las consecuencias del uso de la tecnología sanitaria en pacientes con diabetes es la reducción del gasto del Sistema Nacional de Salud, debido a que, si se mejora el control y la calidad de vida de esta población, se evitan los ingresos a corto plazo como la hipoglucemia grave y las complicaciones a medio-largo plazo, que podrían provocar ceguera, cardiopatías, pie diabético, o la diálisis.