En 2020 se diagnosticaron hasta un 40% menos de nuevos cánceres
Debido a la pandemia, se están empezando a descubrir tumores en estadios muy avanzados, por lo que los tratamientos son más largos, más intensivos y, posiblemente, con menos resultados
No cabe duda que en materia sanitaria la pandemia provocada por el Covid-19 ocupa todos los focos. Tanto el mediático, como a nivel de inversión y de esfuerzo del personal sanitario. Sin embargo, esta crisis no ha hecho desaparecer otras dolencias, es más, las ha agravado debido al atraso que están viviendo diferentes servicios. Es el caso del oncológico. Tanto es así que, según las estadísticas analizadas del Instituto Australiano de Salud y Bienestar, en 2020 se ha producido un descenso de entre el 30%-40% de los nuevos casos de cáncer diagnosticados. Unas cifras que no son baladí si se tiene en cuenta que el retraso de los tratamientos oncológicos puede aumentar el riesgo de mortalidad entre un 6% y un 13%. De hecho, como explica Brendan Capell, director general de GenesisCare en España, “un retraso en un diagnóstico de cáncer supone que el tumor se detecta en un estadio más avanzado, lo que significa que el cáncer puede propagarse de forma más perjudicial a otros órganos del cuerpo. Esto hace que el tratamiento tenga que ser más largo, intenso/complejo y posiblemente menos efectivo. Tristemente si hablamos en concreto de un retraso de seis meses, en algún tipo de tumor puede ser mortal”.
Por ello, con el objetivo de paliar esta realidad, GenesisCare ha implantado un protocolo que le ha permitido mantener sus 21 centros en España abiertos. De este modo, la compañía ha podido administrar más de 88.000 sesiones de tratamiento y atender a los más de 5.500 pacientes que han comenzado sus terapias desde el inicio de la pandemia.
A este respecto, la empresa ha aplicado el hipofraccionamiento en todos los tratamientos en los que ha sido posible, es decir, concentrar el tratamiento en menos sesiones con dosis más precisas y más altas, por lo que se reduce el tiempo, pero no la efectividad. “De este modo se redujo el riesgo de desplazamiento de los pacientes a nuestros centros. Además de esto, las consultas en las que fue posible, se realizaron por teléfono o vídeo llamada en vez de presenciales. De distinta forma, pero continuamos con todos los tratamientos”, apunta Capell.
Acortar los plazos ha sido posible gracias a la radioterapia, que se ha convertido en una opción de tratamiento con múltiples ventajas. De hecho, en más del 40% de las curaciones de cáncer contribuye la radioterapia exclusiva, o también como complemento a la quimioterapia y la cirugía. La Sociedad Española de Oncología Radioterápica (SEOR), señala que el 60% de los pacientes oncológicos se benefician de la radioterapia en algún momento de la evolución de la enfermedad. De hecho, en el último año, en los que se han anulado o retrasado muchos tratamientos, especialmente cirugías, muchos tumores podrían haber sido tratados con radioterapia, no solo como tratamiento curativo, si no para manejar y controlar el tumor y evitar que creciera hasta que se pudiera realizar la cirugía.
No obstante, no hay que olvidar que la mejor herramienta para luchar contra una patología que cada año provoca en torno a 9,6 millones de muertes (según datos de la OMS en 2018), es la prevención y el diagnóstico precoz.
Es mejor prevenir que curar
Las estimaciones de población indican que el número de casos nuevos aumentará en las dos próximas décadas hasta 29,5 millones al año en 2040, según recoge el informe Las cifras del cáncer en España 2020, de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). Antes estas preocupantes previsiones, la prevención es una de las mejores armas, junto al diagnóstico precoz, sobre todo teniendo en cuenta que un retraso en el diagnóstico aumenta considerablemente la mortalidad. “Es muy importante que la gente vaya al médico si tiene algún síntoma extraño y que continúe con sus sesiones y campañas de diagnóstico precoz para detectar cualquier enfermedad a tiempo. No hay que tener miedo a ir a un centro de salud o a un hospital y no podemos olvidar que hay enfermedades, como el cáncer, que son tan dañinas como el coronavirus y en las que actualmente no pensamos o no tenemos el foco”, advierte el director general de GenesisCare en España. En este sentido, en los centros de la compañía se tomaron medidas desde un primer momento para garantizar la seguridad del personal sanitario y de los pacientes. Además de acortar los tratamientos en los casos que fuera posible, han aumentado la limpieza y desinfección en los centros, han ajustado los horarios para evitar las esperas en las salas y han eliminado todos los objetos que podían suponer fuentes de transmisión y contagio, como las revistas, máquinas de café y agua. Asimismo, los pacientes no han podido entrar acompañados a los centros, a no ser que fuera necesario, y todas las consultas que podían realizarse vía telemática se han hecho de ese modo.
Terapias innovadoras
En GenesisCare tienen claro que cada caso es único y, por ello, todos los tratamientos son personalizados. Sus más de 350 centros en todo el mundo les permite intercambiar conocimientos e información entre todos los especialistas para poder ofrecer los mejores tratamientos posibles.
Una de las terapias innovadoras que están aplicando es la Inspiración Profunda Mantenida (DIBH, por sus siglas en inglés) en el cáncer de mama, uno de los que mayor incidencia tiene. Es una técnica en la que se realiza una respiración profunda mantenida mientras se administra la radioterapia, cuando la mama está más alejada del corazón. Es especialmente recomendable para tratar el cáncer de mama izquierda puesto que se reduce la exposición del corazón a la radiación, ayudando a minimizar las posibles complicaciones cardíacas.
Asimismo, están implementando la técnica SGRT (Radioterapia Guiada por Superficie) sin tatuajes, una técnica con precisión submilimétrica realizada de forma pionera en España por GenesisCare. Esta herramienta utiliza tres cámaras que monitorizan cientos de puntos en la piel de la paciente. Con esta técnica los pacientes no quedan tatuados, ya que el reposicionamiento diario se realiza empleando la superficie de la paciente, un avance muy positivo desde el punto de vista psicológico, de seguridad del tratamiento y menor riesgo de contactos Covid con el personal.
La tercera mejora que ha incorporado GenesisCare es el esquema FAST en cáncer de mama. Consiste en la administración de tratamientos ultracortos (una semana), indicado para los tumores de mama que se encuentran en estadios iniciales. Su principal beneficio es que es administrado en cinco sesiones en lugar de las 15 habituales, manteniendo los mismos resultados y efectos que en el tratamiento más extenso.
En otras patologías, como el cáncer de próstata, utilizan la radioterapia estereotáctica corporal (SBRT). Este tratamiento puede realizarse en 5 días, en vez de las 28-30 sesiones habituales en función del estadio del tumor. Además, la compañía añade a la SBRT un espaciador que protege el recto de la radiación y disminuye así la disfunción intestinal, urinaria y sexual. En el último año, GenesisCare ha tratado a más de 1.400 pacientes diagnosticados con cáncer de próstata y más de 12.500 a nivel mundial.