La marejada de las fiestas nos lleva
al límite del confinamiento

El nuevo coronavirus pasa la factura de las fiestas navideñas en forma de repuntes de casos en un sistema sanitario saturado hasta el umbral que los expertos consideran suficientemente peligroso para forzar otro confinamiento

Se avecina un confinamiento similar a los conocidos en primavera. El incremento de los contactos sociales de las pasadas semanas se traduce en un aumento de casos que puede llamarse ola, elevación de la curva o repunte, pero lo que sin duda sucede es que el sistema sanitario, que ya ha dado muestras de resiliencia desde marzo, se encuentra en una situación especialmente difícil. Antes de que celebráramos las fiestas navideñas, el número total de pacientes Covid hospitalizados era de 11.535; ahora ya es de 14.000. Además, la positividad de las PCR roza el 15%, es decir, casi una de cada seis pruebas que se hacen sale positivo. Todos los datos presentan el incremento en todos los indicadores, incluso con los retrasos en comunicar cifras de los primeros días de enero. Hoy ya hay más ingresos que altas hospitalarias, las UCI están por encima del 23% y estos datos serán mucho peores a mediados de enero.

Expertos en gestión sanitaria como Jesús María Fernández (ex portavoz del PSOE en la Comisión de Sanidad) o José Martínez Olmos (ex secretario general de Sanidad en el Ministerio) no albergan dudas sobre el endurecimiento de las medidas. Auguran un repunte exponencial de los casos en una semana y aseguran que en breve “se verá un endurecimiento de las medidas”. Desde los hospitales la visión es más pesimista. Marcos López Hoyos, presidente de la Sociedad Española de Inmunología, alerta de que los hospitales “se están quedando sin colchón” y espera medidas mucho más duras para reducir el ritmo de contagios.

Para Luis García-Castrillo, que acaba de dar el relevo como presidente de la Sociedad Europea de Medicina de Emergencias (EUSEM), son tan preocupantes la situación de los hospitales como la de Atención Primaria por la situación de los profesionales, con una fatiga física y mental que arrastran el estrés mantenido desde marzo sin visos de que el final pueda siquiera calcularse. “Hay una diferencia importante, la carga de trabajo en los hospitales no es la misma que en la primera oleada, no solo en cuanto a pacientes Covid, sino en cuanto a pacientes no Covid”, advierte. Admite que la temporada de gripe ha sido favorable hasta ahora, pero también recuerda que ha habido años en que se ha presentado en febrero, lo cual es otra incógnita. De lo que no le cabe duda es de que la tercera ola de Covid va a ser problemática porque, incluso contando con la equipación que faltó al principio, “no hay suficiente dotación de profesionales”. Se ha observado que los países con menos recursos económicos -y salarios más bajos- sufren ‘fugas’ a otros en los cuales las condiciones económicas son más favorables. Todos los indicios apuntan a que cada vez que hay una ocasión festiva o un puente, el número de casos experimenta un pico en el plazo de cinco o seis días, añade.

Para este experto, otra cuestión preocupante es el impacto que la pandemia ha tenido en otros enfermos, tal y como han mostrado los estudios de exceso de mortalidad por enfermedades diferentes al Covid en España. España, Estados Unidos y Reino Unido han sido algunos de los países en los que el exceso de mortalidad ha sido más dramático. Se ha visto que, en un primer momento, se ralentizó -en ocasiones se paralizó por completo- la atención sanitaria a personas con otras enfermedades. “Las revisiones a muchos pacientes crónicos no se han hecho”, recuerda el especialista.

Cuando se estaba empezando a recuperar esta actividad, todos los esfuerzos llevan camino de tener que volver de nuevo a la atención a las personas contagiadas por el nuevo coronavirus. “Recuperar la velocidad de crucero después de las oleadas es otra forma de sobrecarga”, apunta.

Entre las enfermedades que la urgencia del Covid deja al margen de la atención están otras infecciones, como algunas de las que se producen en las UCI. El registro ENVIN de la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (SEMICYUC) analiza su evolución. En el encuentro se expresó preocupación porque los frutos de años de trabajo en la prevención de infecciones se resientan debido a las necesidades extraordinarias de espacios y personal que ha generado la pandemia.

Ricard Ferrer, presidente de la sociedad científica, ha dicho al respecto: “El Covid-19 ha hecho temblar los cimientos de muchos años de trabajo en los proyectos ZERO, y eso nos preocupa. Hemos de volver cuanto antes a la normalidad, incluso con las UCI extendidas, para recuperar la asistencia de calidad”. Hay casos como el Hospital Universitario de Guadalajara, con un seguimiento continuado de todos los pacientes en UCI, que indican que durante los meses de marzo a mayo de 2020 estas infecciones se multiplicaron por cuatro.