Carmen Pérez Romero, presidenta de AES:
“Es imprescindible avanzar en la rendición de cuentas sobre la gestión pública de la sanidad”

La presidenta de AES desde la renovación de su junta el pasado mes de julio considera que para afianzar la cultura de la evaluación y mejorar el sistema y la salud de los ciudadanos hay que dar más pasos en la transparencia y en la rendición de cuentas sobre la gestión pública de la sanidad, pero también de los resultados

¿Cuáles son las líneas estratégicas de la nueva junta de la AES?

Se mantiene el objetivo de promover el buen gobierno de los sistemas de salud y el desarrollo efectivo de las políticas públicas sanitarias; además de impulsar el debate en torno a alternativas que persigan la mayor eficiencia y equidad del sistema sanitario y contribuir a la mejora de la salud y de los servicios sanitarios para el conjunto de la población a través de las aportaciones del conocimiento científico. La nueva junta refleja el talante interdisciplinar de la AES, que responde a nuestro interés como asociación de trabajar juntos, profesionales del ámbito académico y del sector sanitario, para que la asociación siga siendo un foro de reflexión y debate que impulse la generación de nuevas propuestas para afrontar los retos a los que se enfrenta actualmente nuestro Sistema Nacional de Salud. Seguiremos trabajando para fortalecer ese espacio de reflexión y estrechando aún más las colaboraciones entre las dos almas de la asociación, los profesionales del ámbito académico y de la investigación y los profesionales de los servicios sanitarios.

¿Qué nuevas líneas de trabajo cabe espera en este nuevo periodo?

Seguiremos contribuyendo al debate sobre la arquitectura institucional y organizativa de nuestro Sistema Nacional de Salud, un sistema consolidado y robusto, pero también complejo, para el que la crisis causada por el Covid-19 está siendo un test clave de resiliencia, ofreciendo la oportunidad de reflexionar sobre los cambios de gobernanza que se necesitan.

Por otro lado, como la anterior crisis económica de 2008 evidenció y la actual crisis sanitaria va a mostrar aún con más crudeza, es necesario profundizar sobre la importancia de los determinantes sociales de la salud. AES, por el carácter interdisciplinar de sus socios, ofrece un espacio idóneo para aportar propuestas basadas en la evidencia disponible y en rigor técnico, que trasciendan el marco estrictamente sanitario y que impliquen la actuación en todas las políticas públicas para disminuir el gradiente social en salud, tendiendo puentes entre los sectores implicados. Es importante reseñar este aspecto central en la Economía de la Salud, dado que nos enfrentamos a un futuro difícil y complejo donde las desigualdades sociales en salud posiblemente aumenten.

A veces se habla de la falta de evaluación como una ‘tradición’ del sistema sanitario español ¿Está de acuerdo?

No diría que hay falta de evaluación en el sistema sanitario español, sino dificultades que se van superando. En la actualidad, nuestro sistema dispone de mecanismos consolidados de evaluación de sus políticas de salud, aunque con importantes retos y oportunidades para su mejora. Los servicios de salud están trabajando intensamente en el desarrollo de sus sistemas de información clínica y económica, lo que está permitiendo obtener datos cada vez más robustos y fiables, no solo sobre la prestación de servicios, sino también sobre los resultados obtenidos. Los avances en la última década son claros: el desarrollo de los sistemas de información clínica y sanitaria; iniciativas de evaluación del desempeño impulsadas por comunidades autónomas; enriquecimiento de los datos e informes estadísticos que ofrece el Sistema de Información Sanitaria del Ministerio de Sanidad.

Se están desarrollando experiencias muy interesantes en algunos servicios de salud en los que, dando un paso más en la evaluación de los procedimientos y prestaciones sanitarias, tratan de medir no solo su coste sino también el valor que aportan al paciente, en términos de resultados en salud. Muchas de estas iniciativas son impulsadas por grupos de trabajo interdisciplinares, muy activos todos ellos, en los que se combina el conocimiento más conceptual y teórico con la aplicación operativa en los servicios sanitarios.

¿Qué se puede mejorar?

Para afianzar la cultura de la evaluación es imprescindible dar nuevos pasos en la transparencia y en la rendición de cuentas sobre la gestión pública de la sanidad y sobre los resultados obtenidos. Algunas comunidades como Andalucía, Cataluña y Madrid, han impulsado iniciativas de evaluación del desempeño muy interesantes, si bien se puede seguir avanzando en ese sentido, como se hace en otros países europeos. La evaluación de las políticas de salud requiere una mayor disponibilidad de datos homogéneos y comparables a nivel nacional que permitan el desarrollo de análisis más pormenorizados de las estrategias y de acciones emprendidas, así como la identificación de las mejores prácticas. Para avanzar en esta línea, debemos aunar esfuerzos e impulsar el desarrollo de iniciativas coordinadas que contribuyan a la mejora la integración y la transparencia de los datos y de las fuentes de información que los sustentan, como estrategia clave que facilite: el empoderamiento de pacientes y de la ciudadanía, así como la transparencia y rendición de cuentas en la gestión sanitaria. La actual transformación digital nos ofrece una gran oportunidad que no deberíamos dejar pasar.

¿Puede hablarnos del trabajo de la AES en los comités de gestión de emergencias?

Desde sus orígenes, AES como asociación interdisciplinar ha impulsado el debate sobre los servicios de salud, en el que han participado profesionales de la economía y de la medicina, así como de otras disciplinas del ámbito de la salud y de las ciencias sociales y jurídicas, con la finalidad de contribuir en la mejora de la atención sanitaria y de la salud de la ciudadanía. Los socios de la asociación han tenido siempre un papel muy activo en este sentido.

En el actual contexto de crisis provocada por el Covid-19, AES sigue contribuyendo en el debate profesional sobre nuevas pautas de política y gestión sanitaria que surgen como consecuencia de la imponente marca social que nos está dejando la pandemia. Ejemplo de ello son, además de la participación de representantes de la asociación en los comités de emergencias sanitarias de Canarias y Asturias, su colaboración en la Comisión de Reconstrucción Social y Económica del Congreso de los Diputados. También ha contribuido AES al análisis de los múltiples impactos de la pandemia con la publicación del informe Economía de la Salud (y más) de la Covid-19, editado tras la primera ola, en el que se aborda la epidemiología de la pandemia; las estrategias de salud pública; el desafío que el Covid-19 ha supuesto para el sistema sanitario público y para los servicios sociales residenciales; así como el desempeño de los sistemas de información, la comunicación y el buen gobierno.

Otros ejemplos actuales de la participación en órganos asesores o consultivos los encontramos en el Comité Asesor para la Financiación de la Prestación Farmacéutica del Sistema Nacional de Salud y en el Comité de Expertos para la Transformación del Sistema Público de Salud en Cataluña.

¿Cree que la recién creada red evaluadora REvalMed será un buen instrumento para que la determinación de precios y el copago estén vinculados al valor?

Una base fundamental en la financiación de servicios en el Sistema Nacional de Salud debe ser la toma de decisiones sobre precios y reembolso vinculadas al valor incremental que aportan las distintas tecnologías sanitarias, no solo los nuevos medicamentos, sino también las pruebas de diagnóstico, los dispositivos médicos o los equipos de alta tecnología.

La nueva red de agencias REvalMed elabora informes de posicionamiento terapéutico (IPT) que evalúan la seguridad, eficacia y efectividad incremental de los nuevos medicamentos. Estos informes incluyen también una valoración del precio, adjuntando un estudio de evaluación económica. La combinación de ambas informaciones, la evaluación científico-clínica y la evaluación económica, deben ayudar a vincular, de forma efectiva, la decisión de precio y reembolso con el valor incremental que aporta el nuevo medicamento. Este es el reto.

¿Cómo valoraría la inversión española en medidas sanitarias para luchar contra la pandemia?

No debemos obviar que la situación a la que se ha enfrentado nuestro sistema sanitario era desconocida hasta el momento. No existía una experiencia previa de tal magnitud.

A nivel mundial la pandemia ha puesto a todos los sistemas de salud contra las cuerdas, suponiendo un reto sin precedentes el hacer frente a las necesidades de atención sanitaria que se han derivado de la crisis.

En nuestro país, el SNS ha demostrado una gran resiliencia, siendo clave en la gestión de la pandemia no solo el papel del personal sanitario, sino también el de los directivos de los centros de Atención Primaria y de los hospitales. La capacidad de adaptación y de resolución de problemas ha sido inmensa.

Si se buscan áreas de mejora en las medidas adoptadas en nuestro país, pondría el acento en la importancia de definir criterios homogéneos de actuación para la gestión de la pandemia, en la potencial mejora de la coordinación entre servicios, y en la necesidad de dotar a los centros de Atención Primaria y hospitales de suficientes infraestructuras y equipamiento sanitario.

En el contexto de la pandemia han aflorado también nuevas líneas de desarrollo en la gestión de nuestro SNS. Debemos seguir progresando en nuestro marco institucional y de gobernanza territorial, creando mecanismos eficientes de respuesta y de coordinación integrados.

¿Cree que el nuevo coronavirus nos va a obligar a evaluar, o que saldremos peor de la crisis precisamente por no hacerlo?

A pesar de la dureza de la situación, la actual crisis sanitaria nos brinda la oportunidad de salir más fortalecidos. Nos ha abierto perspectivas renovadas sobre la capacidad de innovación, que se expresan fundamentalmente en la búsqueda de nuevos modelos organizativos y de colaboración, en la incorporación de las tecnologías de la información y de la comunicación en procedimientos en los que hace unos meses resultaba impensable, y en la superación de ciertas trabas y corsés que limitan la aportación de valor y la gestión eficiente de los recursos disponibles.

Debemos aprovechar el impulso de las prácticas de valor que se han desarrollado durante la pandemia, y afrontar las oportunidades de mejora, priorizando el fortalecimiento de la salud pública y los servicios de vigilancia epidemiológica; la profesionalización de la gestión en la sanidad pública; la desburocratización de los procedimientos de contratación de bienes y servicios; la flexibilización de los modelos organizativos y la búsqueda de nuevas formas de colaboración entre los agentes implicados. Asimismo, es sin duda fundamental el fortalecimiento de los servicios de Atención Primaria, dotándoles de los recursos necesarios, como eje vertebrador del sistema sanitario.

Finalmente, me gustaría expresar nuestro agradecimiento a todas las personas que forman parte de AES o que colaboran con nuestra asociación, quienes con su profesionalidad y dedicación nos brindan la oportunidad de seguir tendiendo puentes para contribuir a la mejora de nuestro Sistema Nacional de salud, aportando una experiencia de más de cuatro décadas.