La pandemia acelera el proceso de reconversión a la asistencia virtual

La tecnología permite dar el salto al hospital del futuro: consultas, pruebas, servicios de control y prevención se realizarán en un entorno seguro... que elegirá el paciente. El hospital como lo conocemos se reservará para todo lo que no pueda hacerse de forma virtual

La pandemia ha obligado a replantearse el funcionamiento de muchos servicios sanitarios. En el caso de los hospitales, el golpe ha sido dramático, y ha tenido como resultado, entre otros cambios, una aceleración de la transformación hacia servicios apoyados en las nuevas tecnologías para llegar a los pacientes. La Sociedad Española de Medicina Interna y la Fundación Instituto para la Mejora de la Asistencia Sanitaria presentaban recientemente una serie de recomendaciones sobre las características que deben reunir los centros sanitarios para dar respuesta a las necesidades actuales y futuras. Entre ellas destaca la expansión exponencial de la telemedicina y el máximo aprovechamiento de las posibilidades que la tecnología ofrece.

Ambas instituciones han indicado que gran parte de las recomendaciones aportadas se han incorporado ya de manera natural y acelerada para hacer frente a la actual pandemia, la cual ha obligado a los centros sanitarios a una transformación apremiante de sus procesos asistenciales y organizativos.

Para Domingo Marzal, director médico de Innovación de Hospitales en Sanitas, el concepto de hospital del futuro es una realidad que se está imponiendo en la asistencia. El experto explica que este nuevo modelo de atención “está mucho más cerca de lo que nadie se imagina” y que “no tiene nada que ver” con el concepto físico de hospital o centro sanitario. Este nuevo modelo de hospital tiene como objetivo aglutinar todos los servicios que se pueden dar fuera del hospital físico con los mismos estándares de seguridad y eficacia de siempre, como mínimo. Marzal asegura que ya se están escribiendo las primeras líneas de los conceptos en los que se va a basar este nuevo modelo, y centra sus principales bazas en dos cuestiones: la personalización y el manejo de la información para ampliar la capacidad de impactar en la comunidad a la que se atiende.

El hospital del futuro consiste -añade- “en aprovechar toda la tecnología que puede usarse fuera del hospital para trasladársela al paciente con la misma seguridad y calidad y dentro de un nivel superior de experiencia”. La estrategia asistencial de la aseguradora es atender a todos los pacientes donde estos prefieran: en su casa, en su lugar de trabajo o de ocio, logrando al mismo tiempo un seguimiento sanitario personalizado y exhaustivo. El paciente no accede a “un médico” sino a su médico, otro aspecto a considerar. Se trata además de ser proactivos, de no esperar a que se presente el problema, sino adelantarse, ha apuntado.

Marzal es categórico al indicar el cambio cultural que se ha producido en el ámbito asegurador: “La mentalidad del sector camina hacia la prevención, se trata de responder a la necesidad de la sociedad; los ciudadanos quieren atención antes de que pase nada”.

Este experto ha reflexionado también sobre la experiencia de la compañía asegurada con la aplicación de esos nuevos conceptos en una época marcada por la pandemia de Covid-19. “La pandemia nos ha permitido pasar la prueba de estrés más fuerte posible para la plataforma”, asegura, ya que la compañía asumió el reto de facilitar la videoconsulta a todos los socios y no sólo a quienes tenía el servicio contratado. Esto ha permitido comprobar dos cosas: que la plataforma tiene solidez técnica suficiente para garantizar la atención en un momento en el que había que cerrar los centros, y que permite garantizar la atención a todos los pacientes.

Marzal explica que la norma general durante la pandemia ha sido que dos de cada tres pacientes que acudía a urgencias por indicios de Covid-19 fueran finalmente ingresados. Con este sistema, “en Sanitas hemos conseguido que dos de cada tres hayan podido irse a sus casas, porque estaban vigilados en sus respectivos domicilios de forma remota hasta que se recuperaban”. Un beneficio indirecto de esta estrategia ha sido el mantenimiento de la capacidad hospitalaria, ningún paciente de Sanitas sin cama, y ninguna solicitud de camas por parte del sistema público que haya quedado desatendida en sus hospitales.

El concepto de hospital de futuro tiene también su eco en otras entidades y compañías implicadas en las nuevas tecnologías para la salud que han visto en la innovación de los centros sanitarios la única forma de dar una respuesta eficaz a las nuevas necesidades asistenciales de la sociedad española, antes de la pandemia y, de manera más evidente, por su causa.

Santiago de Torres, presidente de Atrys, compañía biomédica de servicios de diagnóstico y tratamiento, resume en cuatro puntos esenciales las necesidades de organización que debe asumir el sistema hospitalario español: diagnóstico preciso; potenciación de la cirugía robótica, desarrollo de la videoconsulta y la telemedicina y empleo de big data aplicados a las necesidades de tratamiento.

Entre los retos de esta gran transformación él señala la interoperabilidad de la historia clínica, aunque también considera que es un proceso en el cual se han llevado a cabo logros importantes antes del estallido de Covid-19.

Mirando al futuro, el aprovechamiento de grandes volúmenes de información redundará en mayor precisión en diagnóstico y tratamientos, reflexiona.

Una de las grandes líneas de trabajo de su empresa es el telediagnóstico. Con equipos médicos analizando en remoto las pruebas para agilizar procesos. Uno de los tradicionales “cuellos de botella” es precisamente ese aspecto de la atención, advierte. El aprovechamiento de las nuevas tecnologías ofrece en este aspecto un doble beneficio: agilización y ahorro de costes. Entre otros motivos, el cobro del servicio se realiza por actividad realizada, sin necesidad de contar con personal cuya actividad está sujeta a cambios a veces muy drásticos en la carga de trabajo.

Siendo médico de profesión, su entusiasmo por la atención basada en nuevas tecnologías no hace ni mucho menos que olvide tener en mente las necesidades de los pacientes: “Yo diría que el mensaje más importante es que la gente no deje de tratarse por otras enfermedades a causa de la pandemia. Que el miedo al contagio no impida que reciban el tratamiento que necesitan”.

La pandemia ha acelerado también el proceso de transición a cirugías mínimamente invasivas, entre otros motivos porque este tipo de intervención se asocia a ingresos hospitalarios de menor duración, facilitando tanto la disponibilidad de camas como la seguridad adicional de la recuperación en el domicilio, entre otras ventajas.

En la Policlínica Nuestra Señora del Rosario de Ibiza el área de neurocirugía ha superado el centenar de operaciones de cirugía endoscópica biportal de columna. Se trata de una técnica quirúrgica que se puso en práctica por primera vez en el Hospital Barum, en Corea del Sur. El procedimiento ha sido introducido en Europa por el equipo de este centro español. Los cirujanos Elsa González y Pedro Llinás son los formadores acreditados en esta materia.

La cirugía endoscópica biportal de columna se puede aplicar para tratar la escoliosis o practicar biopsias raquídeas. Otras de sus indicaciones son la estenosis de canal lumbar, los tumores vertebrales y las hernias discales. "En resumen, cualquier patología que produzca dolor o alteración funcional por compresión de una estructura nerviosa”, ha explicado González.

Al ser una técnica novedosa, los estudios sobre su evolución son constantes y la cirugía se va perfeccionando de forma constante. En la propia Policlínica Nuestra Señora del Rosario se celebró el año pasado un encuentro internacional al que asistieron como ponentes representantes de la comunidad de cirujanos que la están aplicando la técnica en el mundo incluyendo Corea del Sur, Japón, Taiwan, México y Colombia.