Falta de protección y compras defectuosas: el calvario sanitario

Los profesionales han enfrentado la peor pandemia de los últimos cien años con escasos medios y la cifra de contagiados en España supera los 40.000

El coronavirus se ha cebado con el personal médico. España es el país con el porcentaje más alto de profesionales contagiados y las explicaciones son varias, pero donde tiene mucha incidencia la falta de material de protección en las primeras instancias de la pandemia y, posteriormente, a las varias partidas de equipos defectuosos que los profesionales usaron durante días sin saber que estaban expuestos.

La cifra actual ya supera los 40.000 y en los últimos días ha llegado a crecer hasta cerca de los 800 diarios, cuando el número total de nuevos contagios, según explicaba el Ministerio, se situaba en torno a los 1.500. Es decir, en esta fase de aplanamiento de la curva, más del 50% de los nuevos contagios los protagonizaban el personal sanitario, siempre según los datos que traslada Sanidad y que en muchos casos no están completos por la enorme variabilidad que recogen entre comunidades autónomas. Así comienza el mes de mayo, con los soldados de esta guerra heridos.

Las razones que están detrás de los contagios son variadas. Por supuesto no se puede obviar que estamos ante el grupo de mayor riesgo de padecer contagio por el tipo de trabajo y el lugar donde se realiza. Pero estos riesgos asumidos se han visto incrementados por una falta alarmante de material sanitario durante los primeros compases de la crisis sanitaria y por los errores en las compras que se han producido (o, al menos, conocidos) durante el mes de abril.

“Los almacenes están vacíos desde hace días, no tenemos absolutamente nada”. Estas son las palabras de la patronal de la distribución, Fedifar, a finales de marzo. La situación no era tan mala para otros productos de necesidad en esta crisis, como los geles para limpiar las manos. “Ahí tenemos más empresas que fabrican, se notará menos la falta”, dicen. El problema de las mascarillas se lleva gestando desde el principio de esta pandemia, cuando daba sus primeros pasos en China. Fue entonces cuando las peticiones de estos productos se dispararon. Durante el mes de enero la demanda aumentó en un 10.000% en comparación con el mismo mes de 2019. Es decir, unas 80.000 peticiones de mascarillas diarias para una capacidad de producción de, en el mejor de los casos, 8.000. Con esta situación, muchos profesionales sanitarios se enfrentaron a los primeros días de pandemia sin la protección y pronto, las estadísticas comenzaron a señalar que el número de infectados rondaba el 15% del total de contagiados.

El porcentaje, por desgracia, no sólo no ha disminuido, es que ahora roza el 20% ( 19,3% a datos del 3 de mayo) Hoy es más alto y gran parte de la responsabilidad la tienen los equipos defectusos que han llegado a España. Las compras que se hicieron en aquellos primeros momentos también provocaron caos en las siguientes fases de la pandemia. Uno de los más graves es el caso de los 2,1 millones de mascarillas adjudicadas a Garry Galaxy. Este contrato está incluido con otros dos proveedores que también dispensaron mascarillas y, en total, se pagaron 31,3 millones de euros. Además del grave perjuicio de salud causado, estas mascarillas se pagaron a 3,56 euros la unidad, uno de los precios más caros en comparación con el resto de contratos.

Pero no solo el gobierno central ha cometido errores en la compra de mascarillas. Otras comunidades. como Madrid o Andalucía, también se hicieron con material defectosos. De todos esos errores se dio cuen el Ministerio de Trabajo, gracias a una inspección que evitó que las mascarillas se siguieran usando. Pero hubo muchos días en los que se usaron y esa falta de protección ha provocado el repunte de contagios en los últimos días.

La mayoría de estos casos, por el estado de la pandemia, se han producido en los hospitales, pero la atención primaria también ha estado expuesta. Ahora el problema se puede acrcentar si no hay un control exhaustivo, ya que este nivel asistencial ha sido señalado por el Gobierno como el siguiente batallón que debe librar la guerra contra el coronavirus.

Los médicos irán a los tribunales

La situación descrita en relación con la falta de material ha colmado la paciencia de la Organización Médica Colegial. Los continuos errores que han dejado expuestos al personal han llevado al Consejo General de Colegios de Médicos, órgano que representa a toda la profesión, a personarse como acusación particular por los casos derivados de contagio. “Este hecho intolerable no solo genera más desconfianza en la acción del Gobierno, sino que se suma a la situación de indefensión a la que están sometidos los profesionales sanitarios. El Consejo General se personará como acusación particular en aquellos casos de contagio derivados del uso de las mascarillas defectuosas”, dicen.

La historia de las compras que ha llevado a cabo el Ministerio de Sanidad distan mucho de la eficiencia exigible a un Gobierno. El último capítulo lo han protagonizado estas mascarillas que “no cumplen con ninguna clasificación indicada en la norma de la Asociación Española de Normalización”, dice el órgano colegial. Miles de mascarillas que durante diez días utilizaron los profesionales en los hospitales para atender a enfermos de coronavirus y que ahora han tenido que retirarse por el riesgo a estar infectados.

Cuando el Consejo General decidió acudir a la justicia era el 22 de abril. En aquel momento, había 31.788 contagiados entre el personal sanitario de un total de 204.178 en toda España. En tan solo dos semanas esa cifra ha crecido en más de 10.000 nuevos médicos y enfermeros contagiados, hecho que revela la fatal consecuencia que han tenido los equipos de protección defectusos. Aunque no ha habido una comunicación oficial, desde el Colegio de enfermeros también se sopesa unirse a la acción iniciada por los médicos y acudir a los tribunales para depurar responsabilidades.