Olga Delgado, presidenta de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH): “La coordinación fue clave para solventar la escasez de medicamentos durante el pico de Covid-19 ”

La presidenta de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH) comparte su visión sobre la labor de los profesionales en términos de gestión de recursos,así como su futuro en contacto “cada vez más estrecho” con los pacientes. También celebra la coordinación nacional ante la falta de suministros durante la pandemia

Los farmacéuticos de hospital son un grupo profesional con vocación de extender su labor de supervisión, apoyo y resolución de dudas de los pacientes mediante un contacto cada vez más estrecho y continuo con ellos, más allá de la consulta única. Entre sus responsabilidades, abordan la coherencia de los tratamientos complejos, contribuyendo a evitar complicaciones, interacciones o efectos adversos. Incluso han ido ganando protagonismo en reuniones científicas de diversas disciplinas. Un ejemplo es el último congreso de la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO). En el programa oficial se incluyeron diez trabajos sobre los beneficios de la intervención de los farmacéuticos hospitalarios en el cumplimiento de las terapias y el ahorro de coste en medicamentos, contribuyendo de forma significativa a la sostenibilidad del sistema.

No en vano, como recuerda Delgado, el 40% del presupuesto público en medicamentos se dedica a terapias que se administran en los hospitales.

La sociedad científica y profesional que les representa tiene como doble objetivo aumentar el conocimiento sobre la farmacia de hospital y mejorar los resultados en salud de los pacientes.

Durante las peores semanas de la crisis de Covid-19 se habló de “tensión en los suministros” o desabastecimiento de algunos medicamentos ¿Cuáles fueron los fármacos críticos? ¿Cómo se gestionó la respuesta a esa situación?

La “tensión” no se acusó tanto en los medicamentos empleados para tratar Covid-19 como en los medicamentos críticos para pacientes intubados. La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) intervino la producción y la distribución de los medicamentos afectados, de forma que pudieran llegar a todos los hospitales que los necesitaban sin necesidad de hacer acopio.

Además, la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (SEMICYUC) elaboró un documento con las alternativas para los fármacos de primera elección.

Recientemente la SEFH ha anunciado su decisión de celebrar su próximo congreso, que será en octubre, de forma virtual ¿Puede contarnos qué factores se han sopesado a la hora de decantarse finalmente por esta opción?

Había muchas consideraciones, principalmente las incertidumbres que aún existen sobre cuáles serán las circunstancias en octubre, a sabiendas de que convocamos a más de 2.000 personas. Las opciones eran aplazar o mantener la fecha transformando el congreso en un encuentro de formato virtual. En cierto modo, ha sido una oportunidad para explorar nuevas fórmulas de llevar a cabo el encuentro.

Nos pusimos en contacto con expertos en plataformas 2D y 3D y, al mismo tiempo, fuimos progresando en nuestro propio aprovechamiento de este tipo de herramientas.

¿Ha supuesto el cambio de fórmula un esfuerzo muy grande en términos de tecnología o podemos hablar de un camino que ya se había empezado a andar?

Lo cierto es que no teníamos experiencias previas en este tipo de formato, pero en el plazo de tres meses hemos conseguido avanzar de forma significativa en muchos de estos elementos tecnológicos.

¿Cree que los encuentros virtuales serán la fórmula del futuro para el intercambio de conocimiento y experiencias o que acabaremos volviendo al modelo anterior?

Por una parte, sí. Creo que la formación no presencial y la oportunidad de realizar las visitas de esa forma es algo que va a permanecer. Es cómodo, es útil y ofrece posibilidades de interacción más amplias. No obstante, también persiste una demanda de celebrar el congreso de forma presencial. Entre otros factores, están el contacto de persona a persona y el aprovechamiento de la inversión en alojamientos, palacios de congresos... Probablemente lo ideal sea desembocar en una combinación de ambas fórmulas de cara al futuro.

La oncohematología, las enfermedades infecciosas y la seguridad serán temas clave en el encuentro ¿Estamos ante tendencia que se consolidan o producto de la crisis de salud pública a la que nos estamos enfrentando ahora?

Las tres son áreas de conocimiento que tenían muchísimo peso. El tema de las resistencias bacterianas, por sí mismo, es una cuestión clave hace tiempo, como demuestran los PROA. -Delgado hace referencia a los Programas de Optimización del uso de Antimicrobianos en los hospitales, que se crearon para dar respuesta a la complejidad en el manejo de las enfermedades infecciosas y del aumento de las resistencias bacterianas, que ha sido constante en los últimos años-.

Lógicamente, habrá muchas comunicaciones sobre Covid-19 y sobre seguridad, ya que este último es un tema que quizá ahora preocupa más. El área de infecciosas en general es un tema fundamental. La situación en la que nos hallamos inmersos es consecuencia de un agente infeccioso. Para nosotros es una prioridad de siempre: tanto el uso adecuado de los antibióticos, en el cual llevamos trabajando mucho tiempo, como el control de la patología infecciosa.

En el Libro Blanco de la SEFH se habla de “ir más allá de la telefarmacia” y, de hecho, hay algunas consideraciones que los oncólogos compartieron en el último congreso de la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO), sobre la evolución de la atención, incluyendo la valoración de la labor de los profesionales de la farmacia hospitalaria en el cuidado de las personas con cáncer y el mejor aprovechamiento de los recursos terapéuticos ¿Puede hablarnos con detalle sobre esa noción de ir “más allá de la telefarmacia”?

Ahora estamos atravesando por un momento de cambio. Sustituir las visitas físicas por consultas virtuales es una parte muy pequeña de lo que los pacientes necesitan. Estaríamos quedándonos muy cortos a la hora de abordar el problema si nos quedáramos ahí. Lo que tenemos es el ánimo de abordar otro tipo de atención, que no sea dependiente del tiempo, que se vea limitada a una cita mensual. Se trata de establecer una relación continua con el paciente, ofrecerle la oportunidad de plantear sus dudas en el momento en el que surgen, ya sea por una interacción o un efecto adverso. Preferimos una relación continua y bidireccional. Eso requiere disponer de plataformas diferentes a la consulta virtual. Debemos aprovechar la revolución tecnológica para extender el alcance de la atención. Los pacientes están preparados para este tipo de interacción y para un contacto permanente. Esto es lo que pretendemos ofrecerle.

¿Cómo valora la articulación de ese modelo de actividad profesional en el Real Decreto de medidas urgentes 21/2020 de 9 de junio?

Yo lo veo como una oportunidad muy importante, porque abre la puerta a las Comunidades Autónomas para organizarse y permite una prescripción no presencial, accediendo al tratamiento necesario allí donde esté el paciente, siempre a través de los profesionales -farmacia, centros de salud y a domicilio, pero con ese factor de seguridad-. Sobre todo destacaría dos aspectos: El suministro depende de la farmacia, de modo que el control físico del medicamento no se pierde. Además, el seguimiento es responsabilidad del servicio dispensador. Por lo tanto, lo valoro muy positivamente.

Aunque el RD dice que su vigencia está limitada por la crisis sanitaria (en teoría, acabaría con la llegada de una vacuna o de un tratamiento), yo creo que refleja tendencias que se van a acabar consolidando. Creo que vamos a ofrecer más oportunidades que el acto único de acudir al hospital para solucionar todo lo relativo a su tratamiento. Por supuesto se mantendrá, pero habrá alternativas y una gestión más ágil.

¿Cree que habrá un aumento de programas PROA, quizá nuevos esquemas?

Habrá más PROA, seguro, ya que uno de los objetivos del Plan Nacional contra la Resistencia a Antibióticos es precisamente potenciarlos en el hospital y en Atención Primaria, es algo que precede a la pandemia.

La SEFH ha pasado de atender a 700.000 pacientes externos -no ingresados en los hospitales- a alcanzar el millón ¿Cómo abordarán ese crecimiento en volumen de trabajo, y en provisión de servicios más amplios?

Tenemos que ir adaptándonos a las necesidades y gestionando la demanda. La incorporación de medicamentos al ámbito hospitalario es cada vez más intensa, con impacto clínico significativo. El acto no acaba con la prescripción. Es algo patente en toda el área de oncología, fármacos biológicos para enfermedades autoinmunes y terapias con alto impacto económico, social y clínico. Lógicamente, se necesitan medios tecnológicos. También es necesario integrar los servicios sociales, que se han visto alejados de los asistenciales en los últimos tiempos. También hacen falta medios en términos de más personal, pero además son claves la tecnología y la voluntad de hacer las cosas de otra manera.

¿Dispone la SEFH de alguna estimación particularmente ilustrativa del impacto que su labor tiene sobre el mejor aprovechamiento de recursos -en aumento de la eficiencia- o ahorro de costes para el sistema nacional de salud?

Por dar una idea: la farmacia hospitalaria está gestionando el 40% del presupuesto total de gasto en medicamentos y somos pocos profesionales, 3.500 personas. Podemos dar cuenta de qué se gasta, cómo se negocian los precios, cómo se utiliza cada terapia y los resultados que aporta en seguimiento. Ha sido muy importante la colaboración en VALTERMED -un registro nacional de pacientes para evaluar los medicamentos desde el punto de vista de la práctica clínica real- y la evaluación de los medicamentos que se han empleado para tratar la infección por el nuevo coronavirus. Para nosotros es algo que tenemos en el ADN, a nivel de hospital, pero la puesta en marcha de registros nacionales es un hito. Habitualmente los datos están dispersos entre las Comunidades Autónomas.

¿Cuáles cree que podrían ser las funciones de los farmacéuticos de hospital de cara al futuro?

Veo una profesión más cohesionada con otras disciplinas, con la Atención Primaria y la red sociosanitaria; más coordinados con otros colegas farmacéuticos y con una mayor especialización clínica, dentro de esa red de colaboración con profesionales de otros campos. Las áreas clínicas demandan cada vez más conocimiento: pediatría, trasplantes, cáncer, etc.

¿Se sienten los profesionales de la farmacia hospitalaria bien valorados?

Por las autoridades sí, sin duda. No en vano la directora de la AEMPS -María Jesús Lamas- es farmacéutica de hospital. En el consejo asesor y en general en el mundo sanitario, nos sentimos plenamente integrados a nivel de gestión. Es posible que socialmente no tanto, quizá sea más conocido el farmacéutico en otros ámbitos. Nuestra intención es acercarnos a los pacientes y a la sociedad.