Reindustrialización y telemedicina:
dos pilares de la era post-Covid

‘elEconomista’ organiza una jornada con los actores del sector donde se analizan las direfentes tareas que tiene España para volver a coger impulso cuando la pandemia se quede en un mal recuerdo del año 2020.

Desde Pfizer a Moderna, pasando por AstraZeneca, las informaciones sobre las vacunas para luchar contra el coronavirus copan la atención del mundo. Eso sí, para llegar a un resultado de éxito es esencial la investigación y ésta necesita de más inversión. Esta ha sido una de las conclusiones de la primera edición de la jornada Reindustrialización Sanitaria organizada por elEconomista en colaboración con GenesisCare y Janssen.

A este respecto, en la primera mesa de debate Reindustrialización sanitaria del sector farmacéutico: retos en la era postcovid, Martín Selles, director general de Janssen, ha recordado que “el Producto Interior Bruto de España va a caer 150.000 millones de euros que, si hubiéramos tenido un medicamento o vacuna eficaz nos hubiésemos evitado. Con esa cantidad pagaríamos el gasto en medicamentos en España durante diez años”. Hay que tener en cuenta que, para tener disponible un medicamento o una vacuna, primero se ha tenido que crear y, luego, se ha tenido que desarrollar. Por tanto, sin investigación no hay un producto que comercializar.

Por su parte, Luis Mora, director general de PharmaMar, ha indicado que “muchos de los medicamentos que se comercializan en España, esenciales y no esenciales, son de importación”. Esto ha provocado en muchos casos el desabastecimiento de dichos medicamentos, por lo que Mora incide en la importancia de no deslocalizar. “Nadie se ha parado a contar cuántos de los medicamentos que hay en España se fabrican en India o China, o cuántos medicamentos que vienen a España se han investigado en Estados Unidos. A nivel de coste somos poco competitivos”.

Por tanto, es importante que España sea un país atractivo para atraer a las empresas, sobre todo en un entorno en el que, como indica Selles, “la competencia es feroz”. En ese sentido, ha continuado, “el reto de todos los gobiernos, de los países y de las sociedades, es generar riqueza y esta se genera a través del empleo de calidad. Solo si generamos riqueza vamos a ser capaces de mantener el estado del bienestar y el sector farmacéutico es un gran generador de riqueza. A día de hoy en España el sector invierte 1.200 millones en i+d cada año. Eso es el 21% de toda la inversión industrial que se hace en el país. Es más, casi uno de cada diez euros de toda la investigación que se hace en nuestro país provienen del sector farmacéutico”.

De hecho, a nivel mundial esta industria invierte cada año en i+d 170.000 millones de dólares, “no hay otro sector que lo haga, y eso lo han visto los gobiernos y estos tienen planes para atraer esas inversiones y en España necesitamos un plan para poder competir con el resto de países”, ha apostillado Selles.

En este sentido, Mora ha recordado que “construir una planta de medicamentos lleva tres años y genera una riqueza enorme y empleo de calidad”. De ahí la importancia de destinar recursos a este sector lo antes posible. El director general de PharmaMar se ha mostrado crítico con el Plan Profarma, ya que “sirve de bien poco como esta formulado. Premia a las empresas que hacen investigación, producción y comercialización. La consecuencia práctica es poca. Habría que tener en cuenta el balance fiscal de las compañías, cuánto invierten en España comparado con su cifra de negocio en el país, para premiar a las mejores”.

Si bien el Covid-19 ha acaparado toda la atención y una parte importante de los esfuerzos del sector sanitario, esta pandemia no ha hecho desaparecer otras enfermedades. Sin embargo, el miedo de muchos pacientes a acudir a los centros sanitarios y los retrasos en los diagnósticos para atender la emergencia sanitaria, ha provocado que aumente el número de enfermos crónicos, sobre todo en patologías como el cáncer.

Esta ha sido una de las reflexiones de la mesa Innovación en la precisión del diagnóstico: mejora de la calidad asistencial del paciente más vulnerable. En este sentido, Escarlata López, directora médica de GenesisCare, ha indicado que “los pacientes oncológicos están sufriendo los daños colaterales de esta pandemia. Llegan en estadios más avanzados y eso impacta en su supervivencia”.

De hecho, según los datos aportados por López, cuando se demora un mes de tratamiento aumenta la mortalidad entre un 6% y un 13%. Por ejemplo, en cáncer de mama cuando el retraso es de 12 semanas, aumenta la mortalidad un 26%. “Datos de EEUU y Reino Unido nos dicen cómo se han reducido en un 50% los diagnósticos precoces en la primera ola”, ha remarcado la directora médica de GenesisCare.

Por su parte, Ángel Ayuso, director científico corporativo y director gerente de Fundación Vithas, ha querido reivindicar que “los hospitales son entornos seguros y hay que concienciar al paciente de que puede acudir a ellos. Nosotros aplicamos sentido común y en cuanto la curva empezó a bajar implantamos un programa de reactivación de la actividad garantizando unos circuitos seguros”.

Teniendo en cuenta que las listas de espera en España para una operación en los hospitales públicos se situaban a cierre de junio en una media de espera de 170 días, lo que supone 55 días más respecto al mismo periodo que hace un año, debido a la pandemia, y que el 33,8% llevaba en la lista más de seis meses, la colaboración público-privada es esencial para abordar esta realidad. “Se tiene que llegar a un acuerdo sí o sí. La lista de espera en el sistema público es insostenible”, ha indicado Ayuso.

Una herramienta que ha sido de mucha utilidad para los profesionales durante estos meses ha sido la telemedicina. Un estudio realizado por la Asociación Médica Americana (AMA) revela que cerca del 75% de las visitas que se realizan a médicos o servicios de urgencias son innecesarias o podrían ser manejadas de manera segura y efectiva por teléfono o videoconferencia.