La pandemia impone un ritmo frenético a la investigación

Los estudios sobre posibles tratamientos y vacunas frente al coronavirus proliferan, algunos partiendo de terapias ya conocidas con otras indicaciones, todos a marchas forzadas.

La investigación de posibles tratamientos y vacunas para la infección por coronavirus es más que la conocida carrera por la innovación y se perfila como una contrarreloj por salvar todas las vidas posibles. La cantidad de estudios es tal que la Organización Mundial de la Salud ha organizado una base de datos con todas las publicaciones, desde las más básicas o preclínicas a las que se adentran en fases avanzadas. La base de datos se actualiza constantemente.

Sigue sin haber un tratamiento específico, pero los candidatos son muchos. Solo han pasado tres meses desde que empezaron a conocerse los datos sobre la enfermedad, y ya hay 20 posibles vacunas en investigación en todo el mundo, según información recopilada por la Federación Internacional de la Industria Farmacéutica (Ifpma), divulgada estos días por la patronal Farmaindustria. Los medicamentos candidatos a convertirse en la terapia contra la pandemia son 30. De estos, 14 están en las primeras fases de investigación; hay cuatro en fase I, tres en fase II y para uno de ellos el ensayo clínico está en fase III, la última antes de la aprobación de los medicamentos por las autoridades.

En el momento de difundir la primera información sobre fármacos en desarrollo a primeros de marzo, los medicamentos en estudio eran solamente cuatro. Las compañías farmacéuticas están formando alianzas en grandes redes para agilizar el proceso. Los ensayos en marcha son aproximadamente 80.

En Europa, los laboratorios trabajan con organismos públicos en el marco de la Iniciativa de Medicamentos Innovadores (IMI). La Federación Europea de la Industria Farmacéutica Innovadora (Efpia) ha indicado que actualmente AbbVie, Astellas, Bayer, Boehringer Ingelheim, E-Pharma, Enyo Pharma, IDbyDNA, Janssen, Merck, Novartis, Pfizer, Special Product’s Line y Takeda tienen equipos de investigadores colaborando para buscar un posible tratamiento eficaz en respuesta a la actual pandemia bajo el paraguas de la IMI, que está financiada al 50% entre la industria y la Comisión Europea. Es una fórmula que ya ha logrado éxito a la hora de combatir epidemias.“Este esfuerzo sin precedentes con tantas compañías que unen sus fuerzas en un contexto precompetitivo incluye a empresas que no están tradicionalmente involucradas en el terreno de las enfermedades infecciosas y que quieren compartir moléculas que puedan tener un efecto anti-Covid. Esta colaboración complementa los programas de desarrollo rápido que podrían ser desarrollados por las compañías de vacunas, biotecnológicas y farmacéuticas y dar como resultado que varias vacunas y medicamentos puedan pasar a las fases finales de desarrollo tras el visto bueno de los gobiernos y las agencias reguladoras”, aseguran desde la Federación Europea de la Industria Farmacéutica.

El trabajo de la investigación española

Un equipo de científicos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) está estudiando la utilización de un anticancerígeno desarrollado por la compañía farmacéutica española PharmaMar, contra el coronavirus, ya que el fármaco dio buenos resultados preliminares para combatir un virus similar, el del SARS. “Es un resultado prometedor”, apunta Luis Enjuanes, que dirige el laboratorio de coronavirus del Centro Nacional de Biotecnología. Durante el mes de abril continuarán la pruebas de esta molécula cuyo mecanismo de acción es frenar la multiplicación del virus a través de la inutilización de una proteína de las células humanas, si bien aún no hay fechas para comenzar el ensayo clínico.

Martín Sellés, presidente de Farmaindustria, ha alabado en una carta abierta la respuesta de los servicios de salud de las autonomías y de los profesionales sanitarios. Sobre el sector que representa, ha dicho: “En el caso de las compañías farmacéuticas y de todos los profesionales que trabajamos en ellas, nuestra mayor responsabilidad, que es también nuestra razón de ser, es doble: investigar y desarrollar nuevos medicamentos que permitan mejorar la salud y la calidad de vida de las personas, y contribuir a que esos medicamentos lleguen a quienes los necesitan”. Se muestra convencido de que el desarrollo de agentes antivirales eficaces para otras infecciones muy graves, como el VIH y la hepatitis, o de vacunas como las del ébola y el VIH, podrá avanzar el hallazgo de una solución para este nuevo virus. Concluye con una nota optimista: “Hoy estamos más cerca que ayer de encontrar una solución a esta crisis”.

Las muestras de solidaridad de la industria han sido muchas durante este mes y sus aportaciones son muy valiosas en estos tiempos porque se trata de aportaciones de fondos, material, medicamentos y otros recursos. Uno de ellas la protagoniza Novartis, que se ha comprometido a donar 130 millones de dosis de hidroxicloroquina. Este medicamento y un medicamento relacionado, la cloroquina, están siendo evaluados actualmente en ensayos clínicos para tratar el Covid-19.