María José Landaburu, secretaria general de la Unión de Asociaciones de Trabajadores Autónomos y Emprendedores (UATAE): “La subida pensiones y del SMI impacta positivamente en los autónomos”

La representante del colectivo de autónomos, María José Landaburu, da cuenta de la compleja situación vivida por los trabajadores durante la pandemia y valora el impacto que tendrá la reforma del Reta en la protección de los empleados por cuenta propia. Aseguran que los cambios llevarán a una mejora de la prestaciones.

La presidenta de Uatae, María José Landaburu, analiza la reforma de autónomos que se negocia con el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, y su impacto para el colectivo.

¿Cómo se encuentra la negociación sobre la reforma del Reta?

Durante décadas hemos insistido en la necesidad de una reforma del trabajo autónomo porque las consecuencias son distorsiones y desprotección para el colectivo desde el punto de vista de las pensiones, pero también desde el punto de vista de la prestación ordinaria por cese de actividad, que no ha funcionado nunca, o de los cuidados. El ministro Escrivá ha formulado una propuesta que no encaja con el mandato del Pacto de Toledo, y que pide Europa. Los pilares deben ser una equiparación de autónomos y asalariados en cotizaciones, pero también en protección. Demandamos una propuesta que clarifique cómo vamos a mejorar esta protección, transformando la prestación por cese de actividad, cómo vamos a equiparar los subsidios que tienen los asalariados con el trabajo autónomo, cómo hacer posible que la paternidad y maternidad no suponga una renuncia a la actividad.

Además, se tiene que pagar sobre los beneficios netos reales, es decir, lo que cada uno se lleva a su casa, descontados todos los gastos que tienen que ver con la actividad. Estamos peleando para que aquí entren las amortizaciones, la propia cuota a la Seguridad Social, etc. Y también es muy importante que las personas que llevan décadas sobrecotizando dejen de hacerlo ya, y no en nueve años como propone el Gobierno.

¿Creen que el Gobierno ha realizado un cálculo correcto de los rendimientos netos?

Yo creo que hay que dar una vuelta a este cálculo. Hay cosas en las que no estamos de acuerdo, como las amortizaciones, y también la propia cuota, que es un gasto asociado a la actividad.

¿Cómo afecta esta reforma a las pensiones de los autónomos?

Nosotros queremos mantener las bases reguladoras, y por lo tanto la protección. A medida que van subiendo los tramos y va aumentando la base, está aumentando la protección. Y para esto no se necesita pagar más porque hay mecanismos de bonificación para amortiguarlo. Hay otras propuestas que son más proclives a reducir las bases, pero nosotros partimos de la base de que la pensión de los autónomos es de media un 40% menor que la de los asalariados. Esto nos convierte en jubilados pobres. Hay un 30% de pensionistas autónomos con complementos a mínimos. Es fundamental para las pensiones, pero no solo eso, hay muchas otras contingencias: la maternidad, la enfermedad o la prestación por cese de actividad.

¿Hay problemas de acceso de los autónomos a los fondos europeos?

Están haciendo un diseño muy macro de reparto de los fondos europeos y a nosotros nos interesa que llegue a lo micro. Los objetivos que nos ha marcado Europa de transformación digital, feminista y verde no es posible sin el trabajo autónomo. Somos el 90% del tejido productivo. Los grandes proyectos manejados desde grandes entidades nos llegarán las migajas, si es que nos llegan.

¿Cómo valoran la nueva subida del SMI?

El SMI ha subido y también el consumo, por lo que ha mejorado la situación económica no solo de los asalariados, sino que también de los autónomos. Esa mejora de renta va directamente al consumo, por lo que impacta directamente al colectivo. Pero es que, además, los autónomos somos empleadores y ya pagamos por encima del SMI. La subida del SMI y la de las pensiones, impactan directamente en el trabajo autónomo de forma positiva.

¿Se ha protegido lo suficiente a los autónomos durante la pandemia?

No solo no se ha perdido trabajo autónomo sino que hay 54.338 trabajadores más que antes de la pandemia. Eso indica que ha habido un esfuerzo protector. Al inicio de la crisis sanitaria la mitad de los autónomos estuvieron protegidos por el escudo social, lo que ha sido importante para mantener la propia actividad y muchos puestos que dependen de los autónomos empleadores. Esta situación nos ha enseñado la importancia de proteger el tejido productivo en los momentos de crisis.