El arreón de precios descuadra el gasto en pensiones en 2.750 millones

La inflación encarece la ‘paguilla’ hasta 2.000 millones y la subida otros 750 millones. Esto supone un descuadre respecto a las previsiones del Gobierno en los Presupuestos Generales del Estado, que preveían una subida del 1,9%, frente al 2,5% interanual entre noviembre de 2020 y el mismo mes de 2021

El rally inflacionista de final de año ha terminado por descuadrar buena parte de las previsiones plasmadas por el Gobierno en los Presupuestos Generales de 2022, incluidas las correspondientes al gasto estimado en pensiones. Concretamente, entre las previsiones que se fijaron allá por finales de septiembre y la confirmación de las subidas de las prestaciones estipuladas para las pensiones para comienzos de 2022, que fueron confirmadas por el Ejecutivo este miércoles, existe una diferencia de 2.700 millones de euros. Es decir, solo en dos meses el avance del IPC, ya confirmado en 2,5% de media entre noviembre de 2020 y de 2021, ha agregado 0,2 décimas de PIB al gasto total del próximo ejercicio.

Concretamente, este dato de IPC ya confirmado en noviembre en el 5,5% interanual ha elevado las cuantías previstas de dos facturas respecto a lo estimado en septiembre. En el proyecto de Presupuestos entonces sustanciado en Consejo de Ministros se fijó una subida general para las pensiones del 1,9%, en el IPC que el Ejecutivo preveía para la media de los 12 meses hasta noviembre. Ahora, sabemos que esa media es hasta un 0,6% mayor y por lo tanto implica respecto al gasto previsto para esa subida un sobrecoste de 750 millones de euros en la revalorización anual.

Del mismo modo, ese 2,5% fija la desviación efectiva entre la subida realizada para las pensiones a comienzos de 2021, del 0,9%, y el nivel de incremento de los precios final en el conjunto del año. Desviación que históricamente se compensa con la denominada como paguilla en el mes de febrero, cuando se abona un pago en concepto de compensación. Ahora se confirma que esta paguilla deberá compensar un 1,6% de caída de poder adquisitivo que refieren los pensionistas en este 2021. Concretamente, el coste de la misma será de unos 2.000 millones de euros.

En suma, esta pequeña desviación de la inflación aplicada para los cálculos del Presupuesto General de 2022 y la finalmente sustanciada a mes de noviembre, supone un sobrecoste en la factura de pensiones que afronta la Seguridad Social y que asciende a 150.000 millones de euros. Así, finalmente, la subida de las prestaciones que desde 2022 queda sujeta a la inflación causada en el año anterior y no a la prevista en los 12 meses posteriores en virtud de la reforma aprobada recientemente en el Congreso de los Diputados, tendrá un coste para las arcas de la Seguridad Social de 3.000 millones de euros, lo que supondrá la revalorización más cara de los últimos 15 años.

Con esta revalorización del 2,5%, la pensión mínima de jubilación será en 2022 de 10.103,8 euros anuales (721,7 euros mensuales en 14 pagas) en el caso unifamiliar, frente a los 9.808,4 euros de 2021, y alcanzará hasta los 12.467 euros con cónyuge a cargo (en 2021, era de 12.103 euros). Por su parte, la pensión de jubilación máxima se situará el año próximo en 39.468,66 euros anuales (2.819,1 euros mensuales), 962,78 euros más que en 2021.

Desviación de precios

Además, el Gobierno ha confirmado hoy que los beneficiarios del ingreso mínimo vital (IMV) también recibirán, como los pensionistas, una paga compensatoria dado que las nóminas se revalorizaron un 0,9%, 1,6 puntos por debajo de la subida media de los precios. Según ha indicado José Luis Escrivá en alguna ocasión, la paguilla no va a desbordar la previsión de gasto porque la Seguridad Social está “recaudando claramente más” de lo estimado, porque la economía “está funcionando cada vez mejor”.

Estas revalorizaciones se suman a las ya anunciadas previamente del 3% para pensiones mínimas, pensiones no contributivas e IMV (la renta garantizada para la unidad familiar compuesta por un adulto se situará en 5.899,6 euros) que se aplicará en la segunda mitad de enero.

IPC medio

El INE cifró en un 3,1% el IPC promedio (el dato más alto desde 2011, cuando fue un 3,2%) en un año anómalo en cuanto a los precios se refiere. Este dato supone una carga extra para las cuentas de la Seguridad Social, que toman el IPC medio para revalorizar las pensiones públicas. El dato de diciembre será el primero que se utilice para calcular la subida en 2023. De cara a la revalorización de 2023, el presente año se teme con un carácter algo elevado en los precios. Por ahora, los economistas concuerdan en que al menos hasta primavera o verano el IPC se mantendrá elevado, si bien la inflación por ahora parece esquivar la persistencia de los precios. Por tanto, la inflación coyuntural de 2022 incidirá en la revalorización de las pensiones en 2023.