La inflación, el mayor enemigo de nuestro ahorro

La tenemos aquí! La inflación llama a las puertas de las principales economías desarrolladas. La cuestión es: ¿es permanente o está aquí para quedarse? ¿Qué efecto tiene en la recuperación económica, en el consumo y en el ahorro? La inflación es el gran enemigo a batir: el ahorro se ve impulsado hacia activos de riesgo para no perder la batalla en un entorno de tipo de interés bajos, pero ¿hasta cuándo estos tipos de interés a ras de suelo?

Si me hubieras preguntado hace unos meses, yo te hubiera dicho con toda la seguridad del mundo que nos enfrentamos a años, e incluso décadas, de baja inflación. ¿Razones? La demografía, la digitalización y el alto endeudamiento de los Gobiernos -incrementado estratosféricamente por la crisis pandémica- me invitaban a pensar que las economías convivirán con bajos precios y bajos tipos de interés por años, décadas e incluso por siempre jamás.

Pero ahora, las cosas han cambiado: las materias primas se han encarecido -el carbón, el petróleo, el gas..., pero también la madera, el cacao, el aluminio, el cobre o el maíz- por un rebote importante de la demanda derivado de la reapertura de las economías tras el confinamiento. Además tenemos la falta de algunos suministros: los chips sobre todo que paralizan las cadenas de producción de grandes grupos industriales: desde autos hasta fabricantes de ordenadores, de móviles, de electrodomésticos ¡si ahora, casi todo lleva un chip incorporado! Incluso empresas del sector textil en Estados Unidos están avisando de que habrá retrasos en la producción y, por lo tanto, en las entregas para el Black Friday y para Navidad.

En este entorno suben los precios. Lo vemos en la factura de la luz, en la cesta del supermercado y también cada vez que llenamos el depósito de gasolina. Si suben los precios, perdemos como consumidores, pero también perdemos como ahorradores. Nuestro patrimonio colocado en cuentas corrientes o en depósitos cada mes vale menos. ¿Solución? ¿O escapatoria? La única forma que tenemos de ganarle la batalla a la inflación es dar el paso de ahorrador a inversor, es decir, asumir algo de riesgo en nuestras inversiones.

El mejor vehículo para dar el paso de ahorrador a inversor es el fondo de inversión. Por su gestión profesional, por su seguridad jurídica, por su liquidez, porque te da acceso a cualquier activo, región o temática y por su fiscalidad. ¡Ponga un fondo de inversión en su vida y ahorre! Ahorro periódico, diversificado y con una visión de largo plazo. Ahorro con un objetivo: la jubilación. Ahorro desde el minuto cero. ¿A qué está esperando?