Juan Fernández Palacios, director del Centro de Investigación Ageingnomics de Fundación MAPFRE: “Facilitar el empleo más allá de la edad legal de jubilación es bueno para el país y los individuos”

Desde el ‘think tank’ de la Fundación Mapfre, Ageingnomics, Juan Fernández Palacios lucha contra el edadismo exponiendo datos sobre la aportación de un grueso demográfico que va a ir a más en el futuro. Para envejecer en salud, nos comparte, una de las mejores formas es sentirse útil trabajando

El director del Centro de Investigación Ageingnomics, Juan Fernández Palacios, de la Fundación Mapfre, analiza el mercado laboral de los séniors y aborda la jubilación activa como una posible solución al reto demográfico español.

Primero de todo, ¿qué visión ofrece Ageingnomics sobre la economía plateada y el reto demográfico de los sénior?

El Centro de Investigación Ageingnomics ha nacido para ofrecer una mirada positiva sobre el fenómeno del envejecimiento poblacional. No ignoramos los desafíos que la combinación del aumento de la longevidad y la caída de las tasas de natalidad producen: en los sistemas de pensiones, en los de salud o en los de cuidados a largo plazo. Pero estamos convencidos de que, al mismo tiempo, se abren un mundo de oportunidades con base en el segmento de población sénior, que goza de unas condiciones físicas e intelectuales mucho mejores que la que sus padres o abuelos tenían con la misma edad.

¿Debería esta cohorte tener un papel más importante en el mercado laboral? Junto a, por ejemplo, jóvenes, mujeres e inmigrantes son un grupo vulnerable.

Pensamos que muchas empresas no están valorando suficientemente el talento sénior. Cuando abordan procesos de reestructuración normalmente buscan reducir la plantilla por la parte alta de la pirámide de edad, porque es la que produce un mayor ahorro de costes; es entendible y, hasta cierto punto, irreprochable si sólo miramos el “debe” de la cuenta de resultados. El problema es que con la salida de los trabajadores de más edad se pierde también mucha experiencia y conocimiento, lo que puede debilitar la capacidad de atracción de negocio en mercados que, generalmente, son muy competitivos. Yo no situaría la vulnerabilidad de los sénior al mismo nivel que la de los otros colectivos que se mencionan. A menudo, son los propios trabajadores los que deciden adherirse a esos programas de salidas. Por otro lado, la formación en nuevas tecnologías y actualización de conocimientos en general pueden contribuir a eliminar la supuesta desventaja de los séniores respecto a otros grupos.

¿Qué proponéis con el Mapa de Talento Sénior para afrontar el problema laboral de los trabajadores de entre 50 y 75 años?

Esta primera edición del Mapa del Talento Sénior del Centro de Investigación Ageingnomics ofrece una radiografía de la realidad de estos trabajadores en las empresas o fuera de ellas; incluimos también algunas referencias a buenas prácticas internacionales y la visión de algunos expertos sobre la oportunidad que representa ese grupo de personas que, en muchos casos, hasta ahora se venían dando por amortizadas. Lo que proponemos es que se introduzcan medidas que permitan que aquellos adultos maduros que quieran puedan seguir trabajando, que se facilite incluso la posibilidad de “segundas carreras” laborales a quienes por la razón que sea terminen la que hayan venido desarrollando en una empresa. Desde luego, que no se les prive de la posibilidad de seguir aportando a la economía española.

¿Qué opina de las recientes declaraciones de Escrivá, que proponía trabajar, con matices, hasta los 75 años?

Lo que yo entendí es que se necesitaba un cambio cultural, además de la eliminación de ciertas normas como la posibilidad de establecer una jubilación obligatoria en los convenios, para aproximarnos a la realidad europea donde es más habitual encontrar trabajadores de esas edades. El Ministro ha aclarado que no propone elevar la edad actual de jubilación. Nosotros pensamos que lo importante es introducir la mayor flexibilidad posible, que cada persona pueda decidir en función de sus propias circunstancias cuando dejar, total o parcialmente, la actividad laboral. Ello exige, también, unos sistemas de pensiones, público y privados, que hagan factible esa capacidad de decisión. No se trata de forzar a nadie a seguir trabajando más allá de lo que su estado físico y mental, o su propia actitud vital, le dicte. El tipo de actividad también condiciona; nadie quiere ver a trabajadores más allá de cierta edad subidos a un andamio o bajando a una mina; quien sugiera esa intencionalidad tras la idea de aprovechar el potencial de los sénior estará en la pura demagogia.

¿España debería facilitar el empleo (por cuenta propia o asalariado) más allá de la edad legal de jubilación, incentivando en mayor medida la jubilación activa?

Facilitar que aquellos que lo deseen y se encuentren con fuerzas y ganas de seguir activos puedan hacerlo es bueno para el país y creo que bueno para los individuos; contribuye a mantener su autoestima y, como recogen las conclusiones del Mapa, a pesar de lo atractivo que parece un futuro sin trabajo, la realidad indica que una de las mejores formas de envejecer con salud es seguir siendo útil trabajando. La jubilación activa puede ser una buena solución, cuya regulación seguramente hay que mejorar; y, desde luego, procurar un mejor conocimiento de la misma como programa idóneo con el que compatibilizar trabajo y pensión en España.

Uno de cada cuatro afiliados autónomos, hasta 900.000 trabajadores, son sénior. ¿Cuál es su perfil?

Una primera gran diferenciación es entre aquellos sénior autónomos que han desarrollado toda su carrera profesional en esta categoría y los que han visto interrumpida su condición de trabajadores por cuenta ajena, a menudo por efecto de la crisis, y han recurrido al trabajo por cuenta propia como vía para poner en valor su experiencia, conocimientos y relaciones. Esta última opción explicaría que el número de trabajadores mayores de 55 años afiliados como autónomos haya crecido en más de 200.000 entre 2008 y 2020. A partir de ahí, la heterogeneidad es muy amplia, dominando los afiliados en los sectores de comercio, agricultura, construcción, hostelería y logística, por ese orden.

La tasa de parados de los mayores de 55 ha pasado de rozar el 6% antes de la crisis de 2008 a 12,75 en el segundo trimestre de 2021. ¿Cómo nos habla este dato del mercado laboral sénior en España?

La tasa de paro de los mayores de 55 años se ha incrementado, efectivamente, pero se sitúa por debajo de la tasa de paro de la población general, que ronda el 15,5%, sin duda sesgada por el elevado paro juvenil. El problema en los sénior es el tiempo que en media necesitan para reincorporarse a la actividad: más de 2 años en el 43% de los casos. El paro de larga duración (más de 12 meses) afectó en 2020 al 58% de los sénior, mientras este porcentaje es inferior al 30% en el segmento 25-49, según las estadísticas del INE. Este dato refleja bien lo que venimos explicando, un cierto sesgo edadista del mercado de trabajo.

¿Cuál cree que son los principales activos que puede ofrecer un trabajador sénior?

Algunos ya los he citado: conocimiento y experiencia; pero también capacidad reflexiva ante las dificultades, visión a largo plazo, mayores dotes en la gestión de equipos y, dependiendo del tipo de actividad, contactos e identificación de personas clave en los distintos ámbitos del mercado.

¿Cree que las personas activas sénior cargan con un estigma por ser mayores? ¿De qué manera se dificultan sus posibilidades de acceso a puestos de trabajo a partir de cierta edad?

Ese estigma existe; muchos reclutadores reconocen que excluyen sistemáticamente aquellos curriculum vitae de personas que superan cierta edad, lo cual es sumamente injusto y, por lo que acabo de comentar, no muy inteligente. También faltan todavía en el seno de muchas empresas políticas de formación, reciclaje y promoción de los sénior, así como adaptación de los puestos de trabajo y las condiciones laborales a su edad. Las referencias a las buenas prácticas internacionales recogidas en el Mapa del Trabajo Sénior pueden servir de orientación a ese respecto.